Lectura Bíblica 1 Corintios 4:1-2.
“Así, pues,
téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los
misterios de Dios. Ahora
bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”
Algunas de
las acepciones de “vivir” son: permanecer algo en el tiempo; tener un estilo de
vida; tener un comportamiento permanente Cuando se refiere a Dios es estar en
la memoria, voluntad o consideración y asistir a alguien de manera particular
con sus inspiraciones.
El concepto
cristiano de vida sostiene que Cristo, el prototipo de la vida verdadera (1 Co.
15:23), es la fuente de esta (1 Co. 15:45; Jn. 14:6). Pablo tan magistralmente
nos escribe: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas
vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo
de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Ga. 2:20).
El vivir
para Cristo, nos vincula con un servicio a Dios, nos sujeta a la voluntad del
Padre eterno y santo (Mt. 7:21). Ser un Discípulo de Jesucristo es vivir en
compromiso permanente con Dios.
COMPROMISO
Se dice que
una persona se encuentra comprometida con algo cuando cumple con sus
obligaciones, con aquello que se ha propuesto o que le ha sido encomendado.
Para que
exista un compromiso es necesario que haya conocimiento. No podemos estar
comprometidos a hacer algo si desconocemos los aspectos de ese compromiso, es
decir, las obligaciones, derechos, responsabilidades que supone.
El Compromiso
se prueba con la acción, con las actitudes del diario vivir. La única medida
real del compromiso es la acción.
"Nada es más fácil que hablar
palabras. Nada es más difícil que vivirlas día tras día".
SERVICIO:
Un Servicio
representa un conjunto de acciones las cuales son realizadas para servir a
alguien, algo o alguna causa.
El servicio
que Dios debe ser efectuado con excelencia y dárselo con todo el corazón.
Debe estar basado en su
Palabra, si el servicio que hacemos no está basado en la Palabra no vale nada.
SER SIERVOS DE DIOS, ES
SERVIR A OTROS DE CORAZÓN.
El servicio
que exige Dios no se limita a un culto ritual; se extiende a toda la vida
mediante la obediencia a los mandamientos.
Quien quiere
ser “Servidor”, tiene que prepararse a servir a los demás
Dios nunca
ha evaluado el servicio cristiano por la calidad de la obra sino por la actitud
del corazón del que le sirve.
FIDELIDAD
El estilo de
vida de un convertido a Jesucristo, está enmarcado en comportamiento permanente, de en cuenta la voluntad
del Eterno y santo Creador, teniendo como paradigma a su bien amado Hijo
Jesucristo, acorde a sus mandamientos, preceptos o mandamientos, eso implica
una conexión permanente, una comunicación fluida, una obediencia vinculada a
las enseñanzas primigenias; con una lealtad y atención al deber cristiano insoslayable,
o sea que no se puede dejar a un lado, omitir o eludir la voluntad del Padre
que está en los cielos.
Así se
demuestra la “fidelidad”, palabra que en una de sus denotaciones significa “servir
a un Dios”. La fidelidad es la capacidad espiritual, el poder o la virtud de
dar cumplimiento a las promesas. Debe ser demostrada no solo en culto, sino en
todas las áreas de nuestra forma de vida.
Tal es el
sentido del precepto de Fidelidad, unidos a él se acumulan los sinónimos del
servicio de Dios: «Seguiréis a Yahveh, le temeréis, guardaréis sus
mandamientos, le obedeceréis, le serviréis y os allegaréis a él» (Dt. 13:4-5).
Los creyentes en Cristo, que han
optado por servir a Dios, son:
- Servidores de Dios; como hijos y no como esclavos (Ga. 4), pues sirven en la novedad del Espíritu (Ro. 7:6).
- Servidores de La Palabra. (Hch. 6:4), para anunciar el evangelio (Ro. 15:16), con humildad, incluso con sacrificio. (Hch. 20:19)
- Servidores de Cristo y de la Justicia; que es la libertad (Jn. 8:31-36, Ro. 6-7, 1 Co. 7:22, Ef. 6:6).
- Servidores de la Comunidad (Hch. 6:1.4); Pablo les enseña en qué condiciones este servicio será digno del Señor (Ro. 12:7.9-13).
- Servidores bajo la Gracia de Dios; cambiando su condición de servidores a la de amigos de Cristo (Jn. 15:15) les da poder servir tan fielmente a su Señor que están ciertos de participar en su gozo (Mt. 25.14-23, Jn. 15:10).
El Maestro señaló el camino.
La actitud
más destacada del don de servicio es la que manifestó nuestro Señor Jesucristo
durante su ministerio.
Siguiendo
ejemplo de Jesús:
El Señor Jesús exige un servicio de
excelencia.
Excelencia
viene del griego “juperbole”, literalmente significa “sobrepasar”, “arrojar más
allá”, “Más allá de toda medida”.
“Todo lo que
te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol,
adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” (Eclesiastés
9:10).
El apóstol Pablo nos motiva a tener
una manera de pensar acorde al Maestro:
“La actitud
de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios,
no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario,
se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose
semejante a los seres humanos.” (Flp 2:5-7 NVI).
El pensar del Apóstol Pedro (1 Pe. 4:10-11)
Servir al prójimo:
Con el don recibido; administrar bien el don de servicio.
Al servir:
debemos hacerlo conforme al poder que Dios da y la capacitación con que el Espíritu
Santo equipa al convertido.
Así Dios: será
alabado por medio de Jesucristo.
Cualidades
del servidor de Dios: Humilde, vivir en santidad, aprobado, preparado, estar
dispuesto, sobrio, llenos del Espíritu Santo.
Honesto,
Transparente, tener una actitud positiva, Cortez, espíritu de colaboración, optar
por una vida de compromiso, tener fidelidad en todas sus acciones, alto sentido
del deber y dispuesto al sacrificio.
LAS RECOMPENSAS POR EL “SERVICIO”
Las
recompensas del servicio se reciben en el cielo, no en la tierra, donde:
ü “la obra de cada uno se hará manifiesta”,
cada uno “recibirá su recompensa” (1 Co. 3:13, 14).
ü “nuestro trabajo en el Señor no es en
vano”. (1 Co. 15:58).
ü “a su tiempo segaremos, si no
desmayamos” (Ga. 6:9, 10).
ü “recibirá del Señor” (Ef. 6:7,
8)
COMPROMISO CON DIOS.
Según el
diccionario dice que “Compromiso” es:
Una
obligación mantenida de manera voluntaria, en la cual debemos tener todas
nuestras capacidades comprometidas para sacar adelante todas las cosas
cabalmente; ejemplos tenemos muchos: el matrimonio, los estudios, la santidad,
el servicio.
Cuando
aceptamos un compromiso es porque estamos dispuestos a dar el todo por el todo,
con el propósito por el cual nos hemos comprometido.
¿Está Ud.: Comprometido
o Involucrado?
·
Comprometido:
Apuestan su vida por un objetivo.
·
Involucrado:
Son los que se alquilan temporalmente.
Los servidores de Dios, a través de la Iglesia de Jesucristo, deben seguir sus pasos, (1 Juan 2:6), no importando las posibles consecuencias nefastas que puede conllevar sus actitudes como cristiano frente a una sociedad relativista en la cual nos desenvolvemos. El compromiso es con Dios y no una mera forma de vida mística o emocional; el cual debe estar presente en todas las áreas en el cual desarrollamos nuestras actividades cotidianas y espirituales.
El mismo
espíritu de servicio que había en Jesucristo debe existir en el corazón de
aquellos que aman a Jesús.
¿Qué es
compromiso? Conocimiento, voluntad, adhesión, participación, interacción.
Clases de
compromiso: Individual, Colectivo.
¿Cuáles son
los beneficios de comprometerse con Dios?
Desarrolla
el carácter, identidad, sentido de pertenencia, madurez espiritual, convicción
en los logros, conducción a la casa celestial.
El
compromiso del siervo de Dios es:
- · Ser y haced discípulos (Mt. 18:19).
- · Predicar el Evangelio (Mr. 19:15).
- · Enseñar lo que el Maestro enseñó. (Mt. 18:20).
- · Servir y atender a los necesitados (Mt. 25:35-40).
- · Buscar la comunión (Jn. 13:14).
- · Vivir en santidad (1 Pe. 1:15-16).
¿Cuál es tu compromiso individual?
ü Digno a la vocación en la cual fuimos
llamados. (Ef. 4:1; Filp. 1:27).
ü Esforzarse y poner mano a la obra”
(Esd. 10:4b).
ü Hacer sendas derechas a nuestros
pies. (He. 12:13).
ü Conscientes de la misión de proclamar
el mensaje de Jesús. (Is. 50:4-9ª).
ü Ser fiel hasta la muerte. (Ap. 2:10)
¿Cuál es tu compromiso colectivo?
ü Estimularnos al amor y a las buenas
obras; (He. 10:24)
ü Levantar las manos caídas y las
rodillas paralizadas. (He. 12:12)
ü Seguir la paz con todos y la
santidad. (He. 12:14).
El compromiso con Dios implica lo
siguiente:
ü Decisión de seguir al Señor para
siempre.
ü Autoridad para enfrentarnos a
nuestros temores.
ü Valentía para permanecer en el lugar
donde Dios nos pone.
ü Sacrificio, esfuerzo, pena, acción o
trabajo que una persona se impone a sí misma por conseguir las metas propuestas
por Dios.
El Gran “DESAFÍO”:
Tengo un compromiso:
- Con Cristo.
- Con su obra.
- Con su Iglesia
O solamente
estoy involucrado:
- Por costumbre.
- Por ocupar lugares de privilegio.
- Para conocer personas o lugares.
- Para tener mas vida social.
Conclusión:
“Vivir con
un compromiso de servicio”, significa que debemos tener una actitud de efectuar
un “servicio” de excelencia y realizarlo con todo el corazón, es más allá de
todas nuestras limitaciones y capacidades.
“Vivir con un compromiso de servicio”, es una obligación mantenida de manera voluntaria con el objetivo de engrandecer la obra de Dios de acuerdo con su voluntad.
“Vivir con un compromiso de servicio”, es un pacto que con celebramos con el Eterno en relación de mantener nuestra santidad hasta lograr las moradas celestiales.
Juan Salgado Rioseco