lunes, 19 de noviembre de 2018

Vivir con un compromiso de servicio a Dios.



Lectura Bíblica 1 Corintios 4:1-2.
“Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”

Algunas de las acepciones de “vivir” son: permanecer algo en el tiempo; tener un estilo de vida; tener un comportamiento permanente Cuando se refiere a Dios es estar en la memoria, voluntad o consideración y asistir a alguien de manera particular con sus inspiraciones.
El concepto cristiano de vida sostiene que Cristo, el prototipo de la vida verdadera (1 Co. 15:23), es la fuente de esta (1 Co. 15:45; Jn. 14:6). Pablo tan magistralmente nos escribe: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Ga. 2:20).
El vivir para Cristo, nos vincula con un servicio a Dios, nos sujeta a la voluntad del Padre eterno y santo (Mt. 7:21). Ser un Discípulo de Jesucristo es vivir en compromiso permanente con Dios.

COMPROMISO
Se dice que una persona se encuentra comprometida con algo cuando cumple con sus obligaciones, con aquello que se ha propuesto o que le ha sido encomendado.
Para que exista un compromiso es necesario que haya conocimiento. No podemos estar comprometidos a hacer algo si desconocemos los aspectos de ese compromiso, es decir, las obligaciones, derechos, responsabilidades que supone.
El Compromiso se prueba con la acción, con las actitudes del diario vivir. La única medida real del compromiso es la acción.
"Nada es más fácil que hablar palabras. Nada es más difícil que vivirlas día tras día".

SERVICIO:
Un Servicio representa un conjunto de acciones las cuales son realizadas para servir a alguien, algo o alguna causa.
El servicio que Dios debe ser efectuado con excelencia y dárselo con todo el corazón. Debe estar basado en su Palabra, si el servicio que hacemos no está basado en la Palabra no vale nada.

SER SIERVOS DE DIOS, ES SERVIR A OTROS DE CORAZÓN.
El servicio que exige Dios no se limita a un culto ritual; se extiende a toda la vida mediante la obediencia a los mandamientos.
Quien quiere ser “Servidor”, tiene que prepararse a servir a los demás
Dios nunca ha evaluado el servicio cristiano por la calidad de la obra sino por la actitud del corazón del que le sirve.

FIDELIDAD
El estilo de vida de un convertido a Jesucristo, está enmarcado en comportamiento permanente, de en cuenta la voluntad del Eterno y santo Creador, teniendo como paradigma a su bien amado Hijo Jesucristo, acorde a sus mandamientos, preceptos o mandamientos, eso implica una conexión permanente, una comunicación fluida, una obediencia vinculada a las enseñanzas primigenias; con una lealtad y atención al deber cristiano insoslayable, o sea que no se puede dejar a un lado, omitir o eludir la voluntad del Padre que está en los cielos.
Así se demuestra la “fidelidad”, palabra que en una de sus denotaciones significa “servir a un Dios”. La fidelidad es la capacidad espiritual, el poder o la virtud de dar cumplimiento a las promesas. Debe ser demostrada no solo en culto, sino en todas las áreas de nuestra forma de vida.  
Tal es el sentido del precepto de Fidelidad, unidos a él se acumulan los sinónimos del servicio de Dios: «Seguiréis a Yahveh, le temeréis, guardaréis sus mandamientos, le obedeceréis, le serviréis y os allegaréis a él» (Dt. 13:4-5).

Los creyentes en Cristo, que han optado por servir a Dios, son:
  • Servidores de Dios; como hijos y no como esclavos (Ga. 4), pues sirven en la novedad del Espíritu (Ro. 7:6).
  • Servidores de La Palabra. (Hch. 6:4), para anunciar el evangelio (Ro. 15:16), con humildad, incluso con sacrificio. (Hch. 20:19) 
  • Servidores de Cristo y de la Justicia; que es la libertad (Jn. 8:31-36, Ro. 6-7, 1 Co. 7:22, Ef. 6:6).
  • Servidores de la Comunidad (Hch. 6:1.4); Pablo les enseña en qué condiciones este servicio será digno del Señor (Ro. 12:7.9-13). 
  • Servidores bajo la Gracia de Dios; cambiando su condición de servidores a la de amigos de Cristo (Jn. 15:15) les da poder servir tan fielmente a su Señor que están ciertos de participar en su gozo (Mt. 25.14-23, Jn. 15:10).

El Maestro señaló el camino.
La actitud más destacada del don de servicio es la que manifestó nuestro Señor Jesucristo durante su ministerio.
Siguiendo ejemplo de Jesús:
  El Señor Jesús exige un servicio de excelencia.
Excelencia viene del griego “juperbole”, literalmente significa “sobrepasar”, “arrojar más allá”, “Más allá de toda medida”.
“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” (Eclesiastés 9:10).

El apóstol Pablo nos motiva a tener una manera de pensar acorde al Maestro:
“La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.” (Flp 2:5-7 NVI).

El pensar del Apóstol Pedro (1 Pe. 4:10-11)
Servir al prójimo: Con el don recibido; administrar bien el don de servicio.
Al servir: debemos hacerlo conforme al poder que Dios da y la capacitación con que el Espíritu Santo equipa al convertido.
Así Dios: será alabado por medio de Jesucristo.
Cualidades del servidor de Dios: Humilde, vivir en santidad, aprobado, preparado, estar dispuesto, sobrio, llenos del Espíritu Santo.
Honesto, Transparente, tener una actitud positiva, Cortez, espíritu de colaboración, optar por una vida de compromiso, tener fidelidad en todas sus acciones, alto sentido del deber y dispuesto al sacrificio.

LAS RECOMPENSAS POR EL “SERVICIO”
Las recompensas del servicio se reciben en el cielo, no en la tierra, donde:
ü “la obra de cada uno se hará manifiesta”, cada uno “recibirá su recompensa” (1 Co. 3:13, 14).
ü “nuestro trabajo en el Señor no es en vano”. (1 Co. 15:58).
ü “a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Ga. 6:9, 10).
ü “recibirá del Señor” (Ef. 6:7, 8) 

COMPROMISO CON DIOS.
Según el diccionario dice que “Compromiso” es:
Una obligación mantenida de manera voluntaria, en la cual debemos tener todas nuestras capacidades comprometidas para sacar adelante todas las cosas cabalmente; ejemplos tenemos muchos: el matrimonio, los estudios, la santidad, el servicio.
Cuando aceptamos un compromiso es porque estamos dispuestos a dar el todo por el todo, con el propósito por el cual nos hemos comprometido.

¿Está Ud.: Comprometido o Involucrado?

·        Comprometido: Apuestan su vida por un objetivo.
·        Involucrado: Son los que se alquilan temporalmente.

Los servidores de Dios, a través de la Iglesia de Jesucristo, deben seguir sus pasos, (1 Juan 2:6), no importando las posibles consecuencias nefastas que puede conllevar sus actitudes como cristiano frente a una sociedad relativista en la cual nos desenvolvemos. El compromiso es con Dios y no una mera forma de vida mística o emocional; el cual debe estar presente en todas las áreas en el cual desarrollamos nuestras actividades cotidianas y espirituales.
El mismo espíritu de servicio que había en Jesucristo debe existir en el corazón de aquellos que aman a Jesús.

¿Qué es compromiso? Conocimiento, voluntad, adhesión, participación, interacción.

Clases de compromiso: Individual, Colectivo.

¿Cuáles son los beneficios de comprometerse con Dios?
Desarrolla el carácter, identidad, sentido de pertenencia, madurez espiritual, convicción en los logros, conducción a la casa celestial.

El compromiso del siervo de Dios es:
  • ·        Ser y haced discípulos (Mt. 18:19).
  • ·        Predicar el Evangelio (Mr. 19:15).
  • ·        Enseñar lo que el Maestro enseñó. (Mt. 18:20).
  • ·        Servir y atender a los necesitados (Mt. 25:35-40).
  • ·        Buscar la comunión (Jn. 13:14).
  • ·        Vivir en santidad (1 Pe. 1:15-16).


¿Cuál es tu compromiso individual?

ü Digno a la vocación en la cual fuimos llamados. (Ef. 4:1; Filp. 1:27).
ü Esforzarse y poner mano a la obra” (Esd. 10:4b).
ü Hacer sendas derechas a nuestros pies. (He. 12:13).
ü Conscientes de la misión de proclamar el mensaje de Jesús. (Is. 50:4-9ª).
ü Ser fiel hasta la muerte. (Ap. 2:10)

¿Cuál es tu compromiso colectivo?
ü Estimularnos al amor y a las buenas obras; (He. 10:24)
ü Levantar las manos caídas y las rodillas paralizadas. (He. 12:12)
ü Seguir la paz con todos y la santidad. (He. 12:14).

El compromiso con Dios implica lo siguiente:
ü Decisión de seguir al Señor para siempre.
ü Autoridad para enfrentarnos a nuestros temores.
ü Valentía para permanecer en el lugar donde Dios nos pone.
ü Sacrificio, esfuerzo, pena, acción o trabajo que una persona se impone a sí misma por conseguir las metas propuestas por Dios.

El Gran “DESAFÍO”: Tengo un compromiso:

  •       Con Cristo.
  •       Con su obra.
  •        Con su Iglesia
O solamente estoy involucrado:

  • Por costumbre.
  • Por ocupar lugares de privilegio.
  • Para conocer personas o lugares.
  • Para tener mas vida social.

Conclusión:
“Vivir con un compromiso de servicio”, significa que debemos tener una actitud de efectuar un “servicio” de excelencia y realizarlo con todo el corazón, es más allá de todas nuestras limitaciones y capacidades.

“Vivir con un compromiso de servicio”, es una obligación mantenida de manera voluntaria con el objetivo de engrandecer la obra de Dios de acuerdo con su voluntad.

“Vivir con un compromiso de servicio”, es un pacto que con celebramos con el Eterno en relación de mantener nuestra santidad hasta lograr las moradas celestiales.
Juan Salgado Rioseco

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