martes, 29 de diciembre de 2015

Las Palabras de un servidor de Dios. (Parte II)

Los frutos de la boca.
“Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas. Porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abominan mis labios. Justas son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida. Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables a los que han hallado sabiduría.” (Proverbios 8:6-9). 
El fruto es producto o resultado obtenido, en este caso, de las palabras que brotan de nuestra boca. A través de las consecuencias de las palabras podemos saber si nuestros juicios son buenos o malos frutos (Mateo 7:16). 

Las Escrituras nos hablan de dos clases de frutos; “un árbol bueno no da fruto malo. Tampoco un árbol malo puede dar fruto bueno. El árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de espinos. Tampoco se cosechan uvas de las zarzas. El que es bueno lo es en su corazón y habla de lo que tiene allí, de igual manera el malo lo es en su corazón y habla de lo que tiene allí; porque las palabras revelan lo que hay en el corazón.” (Lucas 6:43-46. PDT), este texto bíblico marca la diferencia entre la boca del justo y del necio, “Del fruto de su boca el hombre comerá el bien; Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.” (Proverbios 13:2) 
Antes de hablar el justo se ha buscado la dirección de Dios (Salmos 52:15), está dispuesto a proclamar palabras de salvación todos los días ( Salmos 71:15); las palabras  que brotan de su boca esparcen ciencia (Proverbios 15:7); transmite sabiduría y emite juicio (Proverbios 10:31; Salmos 37:30); habla con entendimiento, lo que agrada (Proverbios 10:32; 16:22), para orientar a muchos lo que brinda alivio y consuelo (Proverbios 10:21a; 12:18b; 15:4a); porque son fuente de vida (Proverbios 10:11a; 13:14), de ellos salen enseñanzas justas y verdades, no hablan nada falso ni equivocado (Proverbios 8:6-8); al justo lo protegen sus labios (Proverbios 14:3b), sabe callar a su tiempo (Proverbios 10:19b), y la gente los escucha con gusto (Proverbio 15:2a).
En cambio las palabras que brotan de la boca de los necios lo atrapan (Proverbios 6:2), el perverso cae por su propia boca (Proverbios 12:13); los labios del necio traen contienda (Proverbios 18:6), su boca le provoca quebrantamiento para sí y sus labios son lazos para su alma (Proverbios 18:7), en su boca proliferan chismes (Proverbios 26:20-23; 18:8), el chismoso no es digno de confianza, la Palabra de Dios nos aconseja que no hay que buscar la amistad con el que habla demasiado (Proverbios 20:19) el Señor aconsejó al pueblo de Israel “No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el SEÑOR.” (Levítico 19:16 NVI); hablan sandeces, su boca rebosa de maldad (Proverbios 15:2b, 28); cuando hablan, se avecina el peligro. (Proverbios 10:14b). El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. (Proverbios 13:3); El necio y rezongón va camino al desastre. (Proverbios 10:10b. NVI). “En la boca del necio está la vara de la soberbia;…”  (Proverbios 14:3a). 
El salmista se propuso “Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí.”  (Salmos 39:1) y angustiado clamaba “Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.”    (Salmos 141:3). 
El consejo de Dios para los que emiten palabras necias “No permitas que tu boca te haga pecar, ni digas luego ante el mensajero de Dios[a] que lo hiciste sin querer. ¿Por qué ha de enojarse Dios por lo que dices, y destruir el fruto de tu trabajo? Más bien, entre tantos absurdos, pesadillas y palabrerías, muestra temor a Dios.” (Eclesiastés 5:6-7 NVI). 
El texto del evangelio de Lucas 6:43-46, nos habla de las diferencias en los beneficios o consecuencias resultantes de los “frutos de la boca”.
En primer lugar los beneficios de los “fruto de la boca”, para los que se proponen de hablar cosas excelentes y abrir  sus bocas para cosas rectas, debido que detesta la impiedad (Proverbios 8:6-7), y está consciente que los labios mentirosos son abominación a Dios.  (Proverbios 12:22a); el hombre se sacia del bien y de las actividades de las manos, (Proverbios 12:14), “Quien habla el bien, del bien se nutre,” (Proverbios 13:2a), “Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios.” (Proverbios 18:20), “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.” (Proverbios 18:21); palabra adecuada en el momento preciso es un tesoro (Proverbios 25:11), “El que da una respuesta honesta, es como si diera un beso.” (Proverbios 24:26).
Los “frutos de la boca” de los necios, traen funestas consecuencias, son fuentes de tristeza o desgracia,  “los labios del necio son su ruina; sus primeras palabras son necedades, y las últimas son terribles sandeces.” (Eclesiastés  10: 12-13);  su lengua mentirosa no permanece en el tiempo (Proverbios 12:19b). "Amontonar tesoros con lengua mentirosa es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte." (Proverbios 21:6); la boca de los necios escupe necedades (Proverbios 15:2b), se enredan en su propia boca, (Proverbios 12:13; 6:2), son lazos para su alma (Proverbios 18:17), sus dichos son ataduras (Proverbios 6:2), contiendas y quebrantamientos (Proverbio 18:6-7); el necio mucho habla, mucho yerra (Proverbios 10:19a). “Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre;…” (Proverbios 12:6a) 
La adquisición de riquezas a base de engaños es una esperanza fugaz, breve y puede resultar en un camino corto hacia la muerte,  “Amontonar tesoros con lengua mentirosa Es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte.” (Proverbios  21:6), el proverbista clamaba “Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan necesario;” (Proverbio 30:8). 
Con su lengua alborotadora, "El perverso de corazón nunca hallará el bien, Y el que revuelve con su lengua caerá en el mal." (Proverbios 17:20).
La Palabra de Dios condena abiertamente y nos advierte del cuidado de confiar en las personas que practican el chisme (Comentario o noticia no verificada que circula entre la gente, generalmente de carácter negativo.), "El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua." (Proverbio 20:19). El apóstol Pablo aconsejaba sobre la viuda jóvenes “Además se acostumbran a estar ociosas y andar de casa en casa. Y no sólo se vuelven holgazanas sino también chismosas y entrometidas, hablando de lo que no deben.” (1 Timoteo 5:13 NVI).  Dentro de la Ley de Moisés, en la sección que trata de las relaciones sociales Dios advierte “No andarás chismeando entre tu pueblo…” (Levítico 19:16a), debido que “El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos.” (Proverbio 16:28), porque “Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas.” (Proverbios 26:22), Como escoria de plata echada sobre el tiesto. Son los labios lisonjeros y el corazón malo.”  (Proverbio 26:23),  el apóstol Pablo temía que entre hermanos de Corinto, hubieran chismosos “Porque temo que quizá cuando yo vaya, halle que no sois lo que deseo, y yo sea hallado por vosotros que no soy lo que deseáis; que quizá haya pleitos, celos, enojos, rivalidades, difamaciones, chismes, arrogancia, desórdenes;” (2 Corintios 12:20 LBLA),  por consiguiente debemos evitar a las personas chismosas “Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda.” (Proverbio 26:20). El proverbista nos aconseja para vivir en forma quieta y reposadamente “Echa fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda, y cesará el pleito y la afrenta.” (Proverbio 22:10). El apóstol de los gentiles también aconsejaba al respecto, a los hermanos de Colosas (4:6) “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”; a la comunidad de Efesio (4:29), “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.
Con referencia al testigo falso, dentro de los mandamientos morales de la Ley, establece "No hablarás contra tu prójimo falso testimonio" (Éxodo 20:16), además manda a “No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.” (Éxodo 23:1), debido a que según el proverbista “el testigo falso hablará mentiras.” (Proverbio 14:5b; 6:19), engaña (Proverbio 12:17b), Un mazo, una espada, una aguda saeta, ¡eso es el falso testigo contra su amigo!” (Proverbio 25:18), por su acción no quedará sin castigo, y el que habla mentiras perecerá. (Proverbio 19:5, 9). 
“Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.” (Proverbios 6:16-19). 
"La lengua falsa atormenta al que ha lastimado, Y la boca lisonjera hace resbalar." (Proverbios 26:28)
Juan Salgado Rioseco


viernes, 25 de diciembre de 2015

Las Palabras de un servidor de Dios. (Parte I)


¿Qué tipo de palabra salen de tu boca?
 “Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia a los oyentes.” (Efesios 4:29. RV. 1909).
 “Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.” (Santiago 1:26). 
La Biblia nos enseña que hay una relación estrecha entre las palabras que decimos y lo que nos sucede en la vida. Muchos de los acaecimientos son generados por las palabras que brotan de nuestra boca, provocando circunstancias positivas o situaciones funestas, con daños colaterales impredecibles. En tales circunstancias, es importante recordar las palabras del predicador de Israel “El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.” (Proverbios 21:23 RV 1960).
El hermano de nuestro Señor Jesús, Jacobo el primer dirigente de la iglesia de Jerusalén, nos deja una advertencia: “Todos fallamos mucho, pero el que no cometa errores en lo que dice ha llegado a la perfección y puede controlar todo su cuerpo. Nosotros ponemos el freno en la boca del caballo para que nos obedezca y así poder controlar todo su cuerpo. Con un pequeño timón los pilotos obligan a grandes barcos a ir a donde ellos quieren, aun en medio de fuertes vientos. De la misma manera, la lengua es una pequeña parte del cuerpo, pero presume de grandes cosas. Hasta un gran bosque puede incendiarse con una pequeña y débil llama de fuego. La lengua es como la chispa que prende el fuego. De todas las partes del cuerpo, la lengua es todo un mundo de maldad, contamina todo el cuerpo. La lengua incendia todo el curso de nuestra vida y sus llamas vienen del mismo infierno. Los hombres siempre han podido domar toda clase de animales salvajes, aves, reptiles y animales del mar. Pero ningún hombre puede domar su lengua. Es como un mal que no descansa y está llena de veneno mortal. Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre y con ella maldecimos a las personas que han sido creadas a imagen y semejanza de Dios.” (Santiago 3:2-9. Traducción parafraseada “Palabra de Dios para todos” {PDT}).
Podemos evidenciar lo que escribió el proverbistas  es vigente para todos los tiempos “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.” (Proverbios 18:21. RV 1960).  Con justa razón Pablo, el apóstol de los gentiles escribió: “No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan”. (Efesios 4:29. LBLA), y en su carta a la comunidad de Colosas les aconsejo “Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona.” (Colosenses 4:6. LBLA). Gran parte de los conflictos que enfrentamos en nuestro diario vivir, es fruto de nuestras palabras; algunas veces somos imprudentes, sin pensar o reflexionar, emitimos juicios contraproducentes incluso hacia nosotros mismos, sin medir  las consecuencias o los daños que trae consigo, o se pueden producir, omitiendo el consejo del salmista quien escribió “La boca del justo profiere sabiduría y su lengua habla rectitud.…” (Salmos 37:30,31).
El seguidor de Cristo, en especial los que están por eminencia, debe estar dispuesto a comportarse u obrar con responsabilidad ante los dichos de su boca; teniendo presente, al emitir palabras, la actitud o los pensamientos del salmista “Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, roca mía y redentor mío.” (Salmos 19:14 NVI). El caminante de la fe en Cristo debe en todo momento debe esforzarse “por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación.” (Romanos 14:19. NVI), para eso, debe tener la actitud permanente que tenía el profeta Isaías “El Señor omnipotente me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.” (Isaías 50:4. NVI), con el propósito de cimentar un carácter genuino de un servidor de Dios y poder decir con convicción “El Señor omnipotente me ha abierto los oídos, y no he sido rebelde ni me he vuelto atrás.”  (Isaías 50:5. NVI), además de sentir la satisfacción del proverbista “Es muy grato dar la respuesta adecuada, y más grato aun cuando es oportuna.” (Proverbios 15:23. NVI), por ese motivo, el predicador de Israel escribió “Llenas de gracia son las palabras de la boca del sabio, mientras que los labios del necio a él consumen.” (Eclesiastés 10:12. LBLA).
“La gente reconoce que el que piensa sabiamente es inteligente; convence mejor el que elige cuidadosamente sus palabras. La sabiduría trae verdadera vida a los que la aprecian, pero los tontos sólo aprenden a ser más tontos. Un hombre sabio siempre piensa antes de hablar; dice lo correcto y vale la pena escucharlo. Las palabras amables son como la miel: se aceptan con gusto y son buenas para la salud.” (Proverbios 16:21-24. PDT). Las palabras del adorador en Espíritu y verdad deben  ser como “…aguas profundas, arroyo de aguas vivas, fuente de sabiduría.” (Proverbios 18:4), en contraste con las palabras del necio que le traen grandes complicaciones, como está escrito en el libro de Proverbios: “Los labios del necio son causa de contienda; su boca incita a la riña. La boca del necio es su perdición; sus labios son para él una trampa mortal.” (Proverbios 18:6-8. NVI), por lo consiguiente, el siervo de Cristo Jesús, al emitir palabras deben hacerlo con un propósito conforme a la enseñanza bíblica, “Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios.” (Proverbios 8:7).
Las palabras controlan nuestras vidas y nos guían por los senderos de la vida cotidiana,  nuestra forma de hablar  nos alimentará, determina la vida y la muerte, es por eso, que debemos erradicar nuestra mal manera de hablar, a veces descomedida, imprudente, no respetando los sentimientos y la vida de quienes lo rodean, poniéndolas constantemente en riego como consecuencia de nuestro accionar intempestivo y poco responsable; con un comportamiento no correcto como hijos de Dios, debiendo sufrir por no medir nuestras palabras. (Proverbios 18:20-21). Debemos ser prudentes, actuar con moderación, templanza, cautela y sensatez a la hora de actuar y el hablar. La Biblia dice: Todo hombre prudente procede con sabiduría; Mas el necio manifestará necedad.” (Proverbios 13:16).
El varón de Dios debe tener presente que  “la lengua que brinda consuelo es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu.”  (Proverbios 15:4  NVI), esto sucede porque el corazón del justo medita sus respuestas. (Proverbios 15:28), debido a que el justo de corazón es prudente, y la dulzura de sus palabras aumenta la persuasión; su entendimiento (Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. Capacidad de pensar y obrar con buen juicio, prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad.), es fuente de vida para él. Producto a que ha enseñado a su boca y tiene como habito añadir persuasión a sus labios. El resultado “Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos.” (Proverbios 16:21-24). En contraposición el actuar del insensato, el proverbista se pregunta “¿De qué le sirve al necio poseer dinero? ¿Podrá adquirir sabiduría si le faltan sesos?” (Proverbios 17:16. NVI). 
Los seguidores de Jesucristo debemos ser consecuentes (Que actúa en consecuencia con sus ideas o con lo que expresa.) con nuestra fe, y coherente en nuestra manera de vivir las enseñanzas de Jesús con nuestras labores diarias: “En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.” (Proverbios 14:23). La Palabra de Dios nos enseña que a veces es necesario guardar silencio que hablar. (Proverbios 30:32). En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, más el que refrena sus labios es prudente. La lengua del justo es plata escogida, pero el corazón de los impíos es poca cosa. Los labios del justo apacientan a muchos, pero los necios mueren por falta de entendimiento.” (Proverbios 10:19-21. LBLA). 
“Unos callan y parecen sabios, a y otros, de tanto hablar, se hacen odiosos. Unos callan porque no saben qué decir, y otros callan esperando el momento oportuno. El sabio guarda silencio hasta el momento preciso, pero el necio es inoportuno. El que habla demasiado se hace antipático, y el que abusa de su autoridad se hace odioso.” (Eclesiástico 20:5-8 {Libro deuterocanonico, llamado Libro de Sirácides}).
Hay que pedirle a Dios nos llene de sabiduría (Santiago 1:5), mansedumbre, templanza y amor, para que las palabras que salgan de nuestra boca sean de bendición, así evitar que nuestros dichos causen problemas o sufrimientos innecesarios. Nuestro paradigma debe ser siempre nuestro Maestro Jesús, quien dijo de sí mismo “Aprended de mí, que manso humilde de corazón”, (Mateo 11:29). Otro ejemplo lo tenemos del Predicador de Israel “Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad. Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor.” (Eclesiastés 12:10-11). 


Juan Salgado Rioseco

viernes, 11 de diciembre de 2015

La Edificación del Cuerpo de Cristo (Parte IV)

¿Cuáles deben ser nuestras acciones para edificar la Iglesia de Jesucristo?

Antes de analizar o evaluar el tipo de acciones que podemos emprender para edificar la Iglesia de Jesucristo, debemos saber el significado de “discernir”, según las palabras griegas, discernir es la habilidad de distinguir o separar con el fin de investigar y examinar exhaustivamente. El discernimiento es considerado un rasgo de espiritualidad y madurez (1 Corintios 2:14,15). El escritor de Hebreos explica que las personas son maduras “por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Hebreos 5:4).
Debemos discernir, en su definición más simple, el discernimiento es la habilidad de poder decidir entre la verdad y el error, lo bueno y lo malo. El discernimiento es el proceso de hacer distinciones cuidadosas en nuestra mente sobre la verdad. En otras palabras, la habilidad de pensar con discernimiento es sinónimo a la habilidad de pensar bíblicamente. Para poder tener buenos resultados en los procesos de discernimiento que nos vemos implicados, nuestra base debe estar fundamentada en la Palabra de Dios.
Por lo consiguiente, debemos entrar en un proceso de discernimiento con respecto a nuestras acciones donde está involucrada la edificación de la Iglesia de Jesucristo. ¿Qué es prioritario la edificación de templos o la iglesia de Jesucristo? La iglesia del Señor Jesucristo se edifica en vidas transformadas por su obra redentora, en logro de la madurez espiritual de sus miembros, en la capacidad que estos asuman con responsabilidad sus deberes como servidores de Cristo, tengan la eficacia de expandir el reino de los cielos de acuerdo a la voluntad de Dios.
Sin embargo la realidad en las diversas comunidades cristianas, se puede contactar que un gran porcentaje de sus miembros son meros espectadores, sin responsabilidad espiritual, sin identidad de siervos de Jesucristo, sin capacidad de asumir tareas espirituales debido a que sus cimientos no son sólidos, duermen en la indiferencia religiosa, legalista, dogmáticas; sus líderes están más abocados en buscar títulos lisonjeros (Job 32:21 SRV) que realizar acciones donde debe comprometerse un genuino siervo de Dios. (Romanos 12:1-2; 2 Corintios 3:5; Filipenses 2:3-4;  1 Pedro 5:5-6).
La palabra de Dios nos da las directrices por donde procesar nuestras acciones en la edificación de la Iglesia de Jesucristo:  
1.    Edificar sobre el fundamento apostólico (Efesios 2:19-21), el fundamento de Dios está firme. (2 Timoteo 2:19),  la base de todo ya está construida y nadie puede construir otra porque esa base es Jesucristo. (1 Corintios 3:11).
2.    Discipular a los recién convertidos (Mateo 28:19), el verdadero discípulo de Jesús es aquel que permanece en su Palabra. (Juan 8:31) y es  idóneos para enseñar también a otros (2 Timoteo 2.2), en cumplimiento al mandato dado por nuestro Maestro Jesús (Mateo 28:20).
3.    Perfeccionar a los Santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo (Efesios 4:12, 13), el N.T. enseña que el creyente es perfecto y que se halla en el proceso de ser perfeccionado (Filipenses 1:6; 3:12, 15; Hebreos 10:1; 11:40; 12:23; Santiago 1:4), a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo. (Colosenses 1:28).
4.    Fomentar una relación fraternal entre los santos (Romanos 15:2), para la ayuda mutua (Efesios 4:16, 29; Romanos 12:13), negándose a sí mismo. (1 Corintios 10:24). El salmista en 133:1 escribió “Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía.”, una de las características del amor fraternal es la armonía.
5.    Instar a buscar dones espirituales (1 Corintios 14:12), porque cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común (1Corintios 12:7), deseando ardientemente los mejores dones. (1 Corintios 12:31; 14:12).  La iglesia fue edificada sobre la base del poder de Dios (1 Corintios 2:1-5) manifestándose dentro de su pueblo; lo que demostró que Jesús vivía y estaba presente (Juan 15:5; 14:20).
6.    Ejercitar los dones espirituales (1 Corintios 14: 4, 5, 26), no descuidando el don espiritual. (1 Ti 4:14), avivando el don de Dios. (2 Timoteo 1:6).
7.    Evitar el legalismo religioso (1 Timoteo 1:4), no cargar a la gente con reglas más difíciles de lo que ellos pueden cumplir (Mateo 23:2-4; Lucas 11:46), evitando las discusiones profanas e inútiles, y los argumentos de la falsa ciencia. (1 Timoteo 6:20).
8.    Promover el amor que edifica a la iglesia (1 Corintios 8:1), es mandado por Jesús, y es el distintivo de los verdaderos discípulos. (Juan 13:33-34), si los hermanos se aman unos a otros, se hacen el bien entre ellos, la iglesia se edifica (1 Pedro 1:22).
9.    Cultivar la Koinonia en la iglesia (Hechos 2:42; 4:32), animando actitudes individuales que contribuyan a la unidad y edificación (Efesios 4:1-3), impulsando los valores de respeto, consideración y fraternidad (Filipenses  2:1-4), fomentando la comunión, el compañerismo, (Hechos 2:44-46; 4:32). no haciendo acepción de personas (Colosenses 3:1), hablando positivamente de la iglesia y de sus miembros (Filipenses 2:14).
10. Servir a nuestros hermanos en la fe  con los talentos que el Señor nos ha dado (1 Pedro 4:11), con orden. (1 Corintios 14:26, 40), promoviendo todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación. (Romanos 14:19).
11. Reconocer a quienes trabajan y dirigen en esta forma, edifica a la iglesia, y es señal de edificación. (madurez, crecimiento) (1 Tesalonicenses 5:12-13), ponerse a disposición de aquellos que se han dedicado a servir a los creyentes (1 Corintios 16:15-16), expresar reconocimiento (1 Corintios 16:17-18).
12. Hacer realidad las prácticas que son fundamentales en el Reino de Dios (Mateo 25:42-45), la actitud debe ser como la de Cristo Jesús. (Filipenses 2:5), lo más importante es ser siervo de los demás (Mateo 23:11), demostrando así que somos ejemplo viviente de la enseñanza de Jesús.
13. Los santos en Cristo necesitan crecer en Cristo (Hebreos 5:12),  para presentar defensa de la fe. (1 Pedro 3:15), hasta que estemos todos unidos en lo que creemos. (Efesios 4:13), creciendo en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. (2 Pedro 3:18). 
Estas y otras acciones debemos tener en cuenta al edificar la iglesia de Jesucristo, tener cuidado de que tanto el fundamento, como la calidad de los discípulos sean aprobados delante de la presencia de Dios. Que nuestras acciones sean los que Dios estipula para así recibir la aprobación divina. Todas nuestras acciones deben estar orientadas a desarrollar el crecimiento espiritual en forma integrada. Promover el crecimiento espiritual de la iglesia a través de la edificación mutua. Así lograremos una edificación saludable de la Iglesia de Jesucristo
La iglesia crece, cuando todos sus componentes cumplen con lo estipulado por Dios a través de las Escritura, lo hacen con responsabilidad y dedicación en el lugar para lo cual fue llamado.
Algunas consideraciones para que prospere la obra de una iglesia:
1) Deben despertar los dormidos.
2) Cada uno debe ocupar su lugar de acción de acuerdo a su capacitación dada por el Espíritu Santo.
3) Actuar como un siervo de Dios.
4) Tener un espíritu de servicio, para engrandecer la obra de Cristo.

Juan Salgado Rioseco

martes, 8 de diciembre de 2015

Edificación del Cuerpo de Cristo (Parte III)

¿Cómo debe ser nuestra acción por la Edificación del Cuerpo de Cristo?

Acción, originado en el vocablo en latín “actio”, el concepto de acción se refiere a dejar de tener un rol pasivo para pasar a hacer algo o bien a la consecuencia de esa actividad. Encierra un significado que traduce dejar de encontrarse en un estado pasivo, por lo cual, al dejar de estar en pasividad, se dice que se está activo, que se encuentra haciendo, sea cual sea la acción o acto que se esté haciendo, por ejemplo, “dejó de dormir para levantarse y luego ir a trabajar”. Según lo definió el filósofo Max Weber, puede ser denominada así toda conducta humana cuyo motor sea subjetivamente significativo y que tenga como efecto cambios valiosos en el medio en que se desenvuelve, trabaja, estudia o habita.
Los seguidores de Cristo deben ser entes activos en el lugar que se encuentran, deben ser el agente determinante para expandir y transformar las personas para que lleguen a ser discípulos del Maestro de Nazaret, (1 Pedro 2:9). Las actividades del Cuerpo de Cristo no dependen solo del liderazgo eclesiástico o de un grupo exclusivo excluyente, (al decir que algo es excluyente significa decir que ese algo no incluye a todo lo que posiblemente podría incluir), sino es deber de todos de producir acciones  incluyentes, una condición indispensable para promover el derecho a la igualdad y no discriminación entre los miembros del Cuerpo de Cristo (Romanos 2:11); la iglesia de Cristo necesita imperiosamente acciones incluyentes donde todos estén involucrados en la proclamación del evangelio de Cristo con el único propósito de dar cumplimiento en forma cabal la gran Comisión (Marcos 16:15; Mateo 28:19-20).
Si Dios no hace acepción de personas (Deuteronomio 10:17), porque entonces, conscientes o inconscientes, está presente en las acciones de sus seguidores, por lo consiguiente, actitud que produce más daño en las interrelaciones en el interior del Cuerpo de Cristo; la palabra utilizada para acepción en el nuevo testamento es la palabra griega # 4381 de la concordancia Strong’s  “προσωπολήπτης”: alguien que muestra parcialidad o favoritismo. De acuerdo a la real academia española, acepción de personas es: “Acción de favorecer o inclinarse a unas personas más que a otras por algún motivo o afecto particular, sin atender al mérito o a la razón.”, por qué entonces, entre los miembros de las iglesias o comunidades cristiana  existe esta condición en forma transversal. Una de la prioridades en la edificación del Cuerpo de Cristo, se debe evitar la acepción de personas entre los discípulos de Cristo o en otra forma la discriminación, que se entiende como un trato desigual, en forma de distinción, restricción y/o pertenencia, que disminuye la capacidad de acción e identificación con el Cuerpo de Cristo.
Debemos tener siempre presente los consejos las palabras de Moisés en su recordatorio al pueblo de Dios, “No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.” (Deuteronomio 16:19), en especial los miembros que ejercen algún cargo dentro de la iglesia o los que están por eminencia, el principio fundamental entre las relaciones, es tener presente, ante el titulo o cual cargo, es que primero todos en forma incluyente somos hermanos en Cristo como lo escribió el apóstol de los gentiles a  los miembros de la iglesia de Colosas, término que utiliza 133 veces en sus cartas.
Jesús enseña que la relación espiritual es más importante que la relación carnal, o la relación que se establece por el sistema institucional por la cual se organiza y se conduce alguna comunidad cristiana; y la relación con Cristo se establece solamente por medio de hacer la voluntad de Dios: "todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano... ", esta premisa debe ser el cimiento en la edificación del Cuerpo de Cristo. Job escribió: “Él os reprochará de seguro, Si solapadamente hacéis acepción de personas.”(13:10); “No haré ahora acepción de personas, Ni usaré con nadie de títulos lisonjeros.” (32:21); recordando las palabras con respecto a nuestro modelo Jesús “Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad.” (Lucas 20:21).

Que más apropiado para evitar estos conflictos de discriminación dentro del Cuerpo de Cristo, que poner por obra el consejo de Jacobo, el hermano de nuestro Señor Jesucristo “Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.” (Santiago 2:1).
Juan Salgado Rioseco

viernes, 20 de noviembre de 2015

La Edificación del Cuerpo de Cristo (Parte II)

La iglesia debe vivir en plena convicción de esta siendo edificada por Jesucristo (Mateo 16:18), como  cumplimiento de una promesa divina (Isaías 55:11), que bajo su dirección está segura y permanecerá estable (Isaías 28:16), con un propósito glorioso (Efesios 5:25-27), por lo tanto, ninguno puede colocar otro fundamento, debido a que la base de todo ya está construida y nadie puede construir otra porque esa base es Jesucristo (1 Corintios 3:11).
¿Cómo construimos la iglesia de Dios?
Es responsabilidad de todos los “santos”  de trabajar en conjunto con otras personas en una tarea común, infundiendo en otros con el buen ejemplo, para edificar a la Iglesia (1 Corintios 3:9), porque “son un pueblo elegido por Dios, sacerdotes al servicio del Rey, una nación santa, y un pueblo que pertenece a Dios. Él los eligió para que anuncien las poderosas obras de aquel que los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa”. (1 Pedro 2:9 PDT); los que edifican la iglesia ya no son inmigrantes ni exiliados, sino ciudadanos junto con el pueblo santo y forman parte de la familia de Dios. Los creyentes son esa casa, construida sobre una base sólida formada por los apóstoles y profetas, siendo Cristo mismo la piedra más importante de la construcción. Todo el edificio se mantiene unido debido a él, quien hace que crezca y se convierta en un templo santo para el Señor.  (Efesios 2:19-21 PDT).
Es una obra común y mutua, en la que cada uno edifica al otro dándole su pleno valor en el edificio y recibiendo del otro ayuda y fuerza (Romanos 14:19;  15:2; 1 Tesalonicenses 5:11;  Judas 20); utilizando el discernimiento de los carismas (1 Corintios 14:12), lo que implica que debemos permanecer “arraigados y edificado” en Cristo (Colosenses 2:6); el fuego probará el último día la calidad de los materiales empleados (1 Corintios 3:12-15).
En la edificación de la iglesia de Dios en Cristo Jesús, en la cual todos los santos participan, significa “fortalecer a alguien o ser fortalecido con relación a Dios, al caminar Cristiano, y en santidad.” Como cristiano todo debe hacerse “para edificación.” (1 Corintios 14:26). Por lo tanto, todos los componentes fieles deben congregarse continuamente en el Cuerpo de Cristo. (Hebreos 10:24-25; Mateo 6:33) para crear hábitos de orden, respeto, reverencia, entusiasmo. (1 Corintios 14:26, 40),
Los integrantes fieles deben ser instruidos y aprender a trabajar en equipo, por el bien de la iglesia (1 Corintios 3:5-8; Filipenses 4:2) para edificar la iglesia como casa espiritual y sacerdocio santo.  (1 Pedro 2:5), con un Liderazgo que tenga autoridad positiva en beneficio de la iglesia. (2 Corintios 10:8: 13:10).
Una de las labores primordiales en la edificación de la iglesia, es la transmisión de la enseñanza de Jesucristo, enseñando a obedecer todo lo que Jesús ordenó (Mateo 28:20), discipular en los primeros rudimentos de la Palabra de Dios, la “leche espiritual pura” a los recién convertidos (1 Pedro 2:2), instruir a los fieles que sigan la verdad en amor (Efesios 4:15-16) a instar que no sean perezosos ni flojos ni tardos para oír las cosas de Dios (Hebreos 5:11), o serán personas inexpertas, que no podrán reconocer el bien (Hebreos 5:13) y se podrán en una posición de peligro para ser arrastrado por estratagemas de hombre, como un barco a la deriva arrastrados por cualquier nueva enseñanza de quienes buscan engañarnos con sus trampas (Efesios 4:14). La edificación es especialmente necesaria a los nuevos conversos (Mateo 28:20; Hechos 11:22-23, 26; 14:21-22). La iglesia de Dios se edifica a través del conocimiento, este trabajo debe continuar hasta que estemos todos unidos en lo que creemos y conocemos acerca del Hijo de Dios. Nuestra meta es convertirnos en gente madura, vernos tal como Cristo y tener toda su perfección (Efesios 4:13).  

El conocimiento de Dios, se trata de un conocimiento práctico, se consigue por medio del estudio de las Escrituras (2 Timoteo 3:16); ellas guían nuestra mente y nuestro corazón. Es privilegio de todo cristiano, no de una élite. El propósito de este conocimiento. (2 Pedro 1:2-4), nos da una base para crecer en la vida cristiana: el poder de Dios y las promesas de Dios; nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda, para llegar a ser participantes de la naturaleza divina y así escapar de la corrupción que hay en el mundo. Pero es imprescindible que este conocimiento sea aplicado (2 Pedro 1:5-7; Tito 2:7; 1 Timoteo 4:12-13; 2 Corintios 4:2), porque estas cualidades, si abundan en los creyentes, les harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos (1 Pedro 1:8); evitando bajo cualquier circunstancia transgredir la sana doctrina con su testimonio personal (Romanos 2:21), prestando atención a lo que Jesús estableció para su Iglesia y dedicándola hacerla para que todos puedan ver el progreso y el crecimiento, este tenga repercusión efectiva en otros. (1 Timoteo 4:13-16). No olvidemos que somos edificados por la Palabra de Dios (Hechos 20:32) y por el amor (1 Corintios 8:19).
Juan Salgado Rioseco

jueves, 19 de noviembre de 2015

La Edificación del Cuerpo de Cristo (Parte I)


Según datos del Censo 2012 en Chile, la población evangélica pasó del 15,14% al 16,62%, mientras que los católicos bajaron de 69,96% al 67,37% al comparar los censos del 2002 y de 2012. Sin embargo, fuentes del gobierno sostienen que la baja porcentual de católicos estuvo acompañada de una ligera alza en el porcentaje de personas que se declararon evangélicas. Otra dato que vale destacar del Censo 2012 en Chile es que hubo una parte de la población que se declaró no seguir ninguna de estas religiones pasando de un 8,30% a un 11,58%.
La comparación con el Censo 2002, basada en este último cálculo, sugiere que la población católica (69,96%) disminuyó en 3,31 puntos porcentuales, mientras que la población evangélica (15,14%) aumentó en 1,3 puntos porcentuales y la población sin religión (8,30%) lo hizo en 3,16 puntos porcentuales. Aunque la población evangélica muestra un crecimiento, las cifras del Censo 2012 tampoco justifican actitudes triunfalistas por parte del liderazgo evangélico. Su crecimiento entre 2002 y 2012 es 0,64 puntos porcentuales menores que el crecimiento que tuvo entre 1992 y 2002.
La tasa de crecimiento demográfico anual de Chile, cifra que descendió de 1,24% a 0,99% en comparación al último proceso de conteo desarrollado en 2002. Por lo tanto el crecimiento porcentual real de los evangélicos es de 0,33% (debemos tener en cuenta que los menores de 15 años no se les consideró con respecto a la religión). Este retrato demográfico de Chile, nos indica que el crecimiento de las iglesias evangélicas es insignificante, a pesar de los sones rimbombantes de algunos líderes evangélicos.  
Más que buscar los factores excusantés,  tanto internos como externos, debemos hacer una reflexión al respecto, pero que sea sincera e integra, con detenimiento y cuidado riguroso del tema. De mi punto de vista, considero que dentro de las prioridades, es volver a la Palabra de Dios en cuanto al conocimiento, para erradicar las iniquidades injertadas en las diferentes comunidades en su diario vivir, producto a que sus líderes han olvidado las enseñanzas del Maestro de Galilea, (Oseas 4:6); se deben retomar las sendas bíblicas en la edificación de la iglesia evangélica, que se han extraviados o desviados por elementos y circunstancias ajenas al devenir fundamental y prioritario de la iglesia de Cristo Jesús, teniendo presente las palabras del profeta Jeremías (6:16).   
La iglesia de Cristo Jesús  está conformada por los verdaderos convertidos y creen en el evangelio de Jesucristo (Marcos 1:15), que su único propósito es adorarlo en espíritu y en verdad (Juan 4:23) y hacer su voluntad (Mateo 7:21), cumpliendo fielmente lo ordenado en las Escrituras (Marcos 16:15; Mateo 28:19, 20); la iglesia de Cristo debe alcanzar su plenitud, una llenura perfecta e integra, estar en Cristo, plenamente llenando todas sus coyunturas,, teniendo en cuenta que la Iglesia no es su cuerpo porque simboliza a Jesús, sino porque ha sido plena y perfectamente transformada de acuerdo a Cristo.
La iglesia es el Cuerpo de Cristo (1Corintios 6:15, Efesios 5:30); como miembro del cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:12), tiene identidad y funcionalidad claramente definida (12:27). La Iglesia debe edificarse en la excelencia y  la integridad, “debe llevar fruto en toda buena obra y crecer en el conocimiento de Dios”. (Colosenses 1:10); la iglesia debe dejar de ser insensata, y volver a los sendas de los “prudentes” (Mateo 7:24-27).
La iglesia debe vivir en plena convicción de esta siendo edificado por Jesucristo (Mateo 16:18), como  cumplimiento de una promesa divina (Isaías 55:11).
Significado de la palabra "edificación": El término en la Biblia que se usa para referirse a la acción de desarrollar el crecimiento espiritual,  es "edificación”, en el sentido literal, esta palabra se emplea para describir un edificio (Mateo 24:1; Marcos 13:1,2). Edificación es la traducción española de la palabra griega "OIKODOME", esta palabra se compone de dos partes: “OIKOS”, una casa, y “DEMO”, construir. En el sentido figurado, la edificación se refiere a lo que promueve el crecimiento espiritual de la iglesia (Vines, vol. 2, p. 10), la cual es la casa de Dios.
El Eterno y Todopoderoso, es el constructor y el primer edificador de su pueblo por excelencia (Hebreo 3:4); en el Salmo 127:1 dice: "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia.", por lo tanto para edificar al pueblo de Dios sus colaboradores deben estar en obediencia con El (1 Juan 4:6), agradándole en todo momento. (1 Tesalonicenses 2:3-5), Dios ha encomendado hombres para la edificación de su iglesia (1 Corintios 3:9-16).
El desea que sus adoradores crezcamos, maduremos en Él. Leemos en Judas 20-21: "Pero ustedes, amados, edificándose en su santísima fe, orando en el Espíritu Santo, consérvense en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna." Debemos asegurarnos que construimos sobre un buen cimiento, sobre el fundamento apostólico.

En 1 Pedro 2, los creyentes somos llamados piedras vivas: "También ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo" (v. 5). Si nos desviamos de la dirección de Dios, terminaremos edificando una torre de Babel, que traerá confusión en medio de una sociedad convulsionada por el ateísmo. Lo que provocará descrédito y vergüenza a los que buscan a Dios. 
Juan Salgado Rioseco

lunes, 16 de noviembre de 2015

La Cristología en la Epístola a los Hebreos



Tema:             La supremacía de la revelación de Cristo sobre toda otra revelación. (Superioridad de Cristo).

Introducción:            La revelación en Cristo es suprema a la de los Profetas, a Moisés y la ley, a los Sacerdotes y al sistema sacerdotal y a los ángeles.

                        Es la revelación final de Dios para la humanidad.

Problema:      Parece que en esos tiempos, algunos de los judíos cristianos estaban tentados a regresar al judaísmo y sus ritos, puesto que no estaban seguros de sus decisión de haber seguido a Cristo.

Propósito:      El autor les escribe para animarles a la lealtad y a la fidelidad de Cristo y amonestarles de los peligros de abandonar el cristianismo después de haber iniciado ese peregrinaje.

Autor:                        Cuando se le preguntó quien era el escritor de Hebreos, el teólogo del tercer siglo Orígenes dijo: “En cuanto a quien escribió la epístola, lo cierto es que sólo Dios lo sabe”. Y eso sucedió en el año 225 d.C... Así que si los eruditos del amanecer del cristianismo no sabían quién pudo haber escrito Hebreos, nosotros seguramente no podremos elevarnos por sobre ellos.

Citas del A. Testamento: Aproximadamente hay 26 citas directas y 5 que carecen de introducción, total 31 versículos de referencia del A. Testamento. Salmos es el libro favorito del escritor de Hebreos. Un tercio de sus citas han sido extraídas del libro de los Salmos. La mayoría de ellas se encuentra en Heb. 1. Una cita proviene del Cántico de Moisés, Deuteronomio 32, en la versión de los Setenta.

Amonestaciones Pastorales: El escritor escribe pastoralmente y alienta a los hebreos a permanecer fieles a Dios y a su Palabra. “Tengan cuidado, hermanos, de que ninguno de vosotros tenga un corazón pecador e incrédulo que se aleja del Dios viviente “(3:12). Esta amonestación es la clave para comprender las preocupaciones pastorales del escritor.

            Referencias: 2:1-4; 3:1, 12-19; 4:1-3, 11, 14-16; 6:1-3, 11-12; 10:19-39; 12:1-28; 13:1-25.
El llamamiento del escritor llega a los lectores en una fraseología que es casi redundante. El mensaje es claro: guardad la fe, sed obedientes, permaneced fuertes, venid a Dios, y reclamad vuestra salvación.
El escritor advierte al lector en contra del pecado de incredulidad que eventualmente tiene su costo y termina en la apostasía.
Expresa su preocupación de que los lectores obedezcan efectivamente la Palabra de Dios, y a eso los exhorta. También desea que sus lectores conozcan la Palabra, y a eso los conduce.

1.         Jesucristo en relación a sus nombres

a.         Cristo  (He. 3:6, 14; 5:5, 7; 6:1; 9:11, 14, 24, 28; 10:12; 11:26)
b.         Jesús   (He. 2:9; 4:14; 6:20; 7:22; 12:2, 24; 13:12).
c.         Señor   (He. 2:3; 7:14; 8:2; 12:14; 13:6)
d.         Jesucristo  (He. 10:19; 13.8)
e.         Cristo Jesús (He.3:1)
f.         Señor Jesucristo (He. 13:20)

2.         Jesucristo en relación a su filiación.

a.         Hijo  (He. 1:2; 3:6; 5:8; 7:28)
b.         Hijo de Dios.  (He. 4:14; 7:3; 10:29)
c.         Hijo del Hombre (He. 2:6)
d.         Hermano  (He. 2:11, 17)

3.         Jesucristo en relación a sus oficios

a.         Sumo sacerdote  (He. 2:17;  3:1; 4:14, 15; 5:10; 6:20; 7:26; 8:1; 9:11; 10:21)
b.         Mediador de un nuevo pacto He. 8:6; 9:15; 12:24)
c.         Apóstol  (He. 3:1)
d.         Constructor de la casa (Iglesia) (He. 3:3)
e.         Ministro del santuario  (He. 8:2)
f.         Profeta            (He. 1:2)
g.         Sacerdote (He. 1:3)
h.         Rey  (He. 1:3)

4.         Jesucristo sus características.

a.         Fiel  (He. 3:2)
b.         Digno  (He. 3:3)
c.         Fiador (He. 7:22)
d.         Santo  (He. 7:26)
e.         Inocente  (He. 7:26)
f.         Sin mancha. (He. 7:26)
g.         Apartado de los pecadores. (He. 7:26)

5.         Jesucristo la voz de Dios

a.         Dios ha hablado en los postreros días por su Hijo. (He. 1:2).
b.         En el pasado Dios habló a un grupo de hombres escogidos y constituidos por él. (He. 1:1). El profeta inspirado por el Espíritu Santo, habló la Palabra de Dios, que no tuvo su origen en la voluntad humana (2 Pe. 1:21) sino que vino de Dios (He. 3:7).
c.         Jesucristo es superior a los profetas porque :
c1. En tiempos pasados las revelaciones de Dios a los profetas eran parciales, y eran dadas en diferentes tiempos y de diversas maneras, una revelación progresiva  (He. 1:1)
c2. Con Jesucristo, Dios ha dado una revelación perfecta, plena, completa y final (He. 1:2-3)
6.         Jesucristo y su relación con Dios

a.         Creador del universo (He. 1.2).
b.         Sustentador de todas las cosas (He. 1:3)
c.         Heredero universal  (He. 1:2).
d.         Manifestación visible de la gloria de Dios (He. 1:3)
e.         Representación  exacta de su ser  (He. 1:3).

7.         Jesucristo y su relación con el Hombre.

a.         Profeta de Dios, puesto que Dios ha hablado en estos últimos tiempos por él  (He.1:2).
b.         Sacerdote, ha provisto la purificación de los pecados   (He.1:3).
c.         Rey, sostiene el mundo por su poderosa palabra y está sentado a la diestra de Dios en el cielo (He.1:3).
d.         Jesucristo anuncia el plan salvífico de Dios, confirmado por el Padre, al cual el hombre debe oír, o, recibir la justicia de Dios (He. 2:1.4).
e.         El hombre es participante del llamamiento celestial  a través de Jesucristo  (He.3:1a)
f.         Es apóstol y Sumo sacerdote de nuestro ministerio (He.3:1b).
g.         Es el constructor de la casa de Dios, (la Iglesia) (He 3:6)
h.         Somos participantes en Jesucristo  (He.3:12-14).
i.          El hombre debe aprender los principios elementales de su doctrina, para proseguir perfeccionándose  (He. 6:1-3)
j.          El hombre que recae, expone a Cristo a la burla  (He. 6:4-6).
k.         La sangre de Jesús purifica las conciencias (He. 9:11-14).
l.          La sangre de Jesús logra el perdón (He. 9:16-22)

8.         Jesús superior a los ángeles.

Nota: En la cultura de los Hebreos, los ángeles eran portadores o mediadores de Dios.

a.         Porque es el heredero de todas las cosas (He. 1:2).
b.         Jesucristo es superior a los ángeles porque es el eterno Hijo de Dios y el hombre glorificado y exaltado  (He. 1:4).
c.         Los ángeles son seres creados, son siervos de Dios y están siempre dispuestos para atender a su mandato  (He. 1:7).
d.         Jesucristo es superior a los ángeles por las siguientes razones :
(1) ningún ángel individual fue jamás llamado.
(2) a Cristo se le llama «Hijo» de Dios, un título nunca dado a los ángeles. (He.1:5).
(3) es el Primogénito y adorado por ellos, posición de preeminencia de Cristo. (He. 1:6).
(4) mientras los ángeles sirven, el Hijo reina. El reino de Cristo es para siempre. (He. 1:8,9)
(5) el Hijo no es criatura, sino el Creador, preexistente e  inmutable, toda su creación es mutable   (He. 1:10-12)
(6) Dios le da honra exclusiva a Cristo.  (He. 1:13).

e.         A ningún ángel se le promete autoridad universal, porque su función es ministrar y servir (He. 1:13,14).
f.         Los ángeles trajeron el “mensaje”, (He. 2:2),  Jesucristo trajo “salvación”  (He. 2:3).
g.         Jesucristo  fue exaltado sobre los ángeles. ¿Por qué fue hecho menor que ellos? (2.5-18):
(1) para que la naturaleza humana pudiera ser glorificada y para que el hombre pudiera tomar su lugar otorgado por Dios como gobernante del mundo venidero (2:5-8).
(2) para que Él pudiera cumplir el plan de Dios muriendo por todos los hombres (2:9).
(3) para que el salvador y los salvados pudieran ser uno solo ( 2:11-15).
(4) para que pudiera cumplir las condiciones de un sacerdote  (2:16-18).

9.         Jesús es superior a  Moisés.

Nota: En la mentalidad Hebrea, se tenía la convicción de ser llamado en un sentido: en la relación que Moisés tenía con Dios.

a.         Existen algunas similitudes entre Jesucristo y Moisés:
(1) ambos Dios los constituyó (He.3:2a).
(2) ambos son fieles (He. 3:2, 5)
(3) ambos tienen la misma esfera de acción, la casa de Dios.  (He. 3:2b).
(4)ambos son dignos  (He.3:3).
b.         Moisés era solo parte de la casa de Dios; Jesucristo es el edificador  de  la casa (3:2,3).
¿Qué es la casa? => La Iglesia... (El nuevo Israel).
¿Quiénes tienen el privilegio de ser la casa? => Los que mantienen la seguridad y la alegría en la esperanza que tenemos.
c.         Jesucristo fue hallado digno de mayor honor que Moisés   (He. 3:3).
d.         Moisés fue solo un siervo; Jesucristo es el Hijo (3:5,6).

10.       Jesucristo superior a Josué

a.         Jesús es superior que Josué porque en el plan de Dios se encuentran todos los seres humanos y no un pueblo determinado. (4:6-13).
b.         Josué condujo a los israelitas al reposo de Canaán, donde Dios les daría paz y descanso  de su peregrinación y guerras   (He. 4:8)
c.         El reposo que Dios quiso para su pueblo trasciende lo temporal y llega a lo eterno  (He. 4:8, 9)
d.         Jesucristo conduce a los creyentes al reposo verdadero, ante la presencia de Dios y les concede el eterno reposo sabático  ( He. 4:6-10).
e.         Este reposo es obtenido por el creyente en :
(1) En el arrepentimiento personal
(2) Y una dedicación ardiente a la obediencia.

11.       Jesucristo es la seguridad del creyente

a.         Dios da seguridad por dos cosas inmutables:
(1) La promesa de Dios  a Abraham
(2) y su juramento en sí mismo  (He. 6:17; 7:20-21, 28).
b.         Además tenemos Jesucristo como precursor.  (He. 6:19-20).

12.       Jesucristo el gran Sumo Sacerdote.

a.         Es el Hijo de Dios.  (He. 4:14)
b.         Ha traspasado los cielos.  (He. 4:14)
c.         Misericordioso y fiel  (He. 2:17)
d.         Con características especiales:
(1) Un Sumo Sacerdote celestial (He. 4:14).
(2) Compasivo de nuestras debilidades  (He. 4:15a).
(3) Sometidos a las mismas tentaciones, pero no pecó  (He.4:15b).
(4) Es un sumo sacerdote confiable (He. 4:16a)
(5) Atento para ayudarnos  (He. 4:16b)
e.         Designado por Dios  (He. 5:5-6, 10)
f.         Padeció el sufrimiento y fue oído  (He. 5:7).
g.         Es obediente, con “temor reverente” (He. 5:7, 8). => sumiso a la voluntad de Dios.
h.         Autor de la salvación (He. 5:9)
i.          Jesucristo cumple a la perfección el Sumo Sacerdocio (5:5-11) “perfección” => se usa en sentido de la función salvadora :
(1) es nombrado.
(2) Experimento la legitima humanidad.
(3) Se sacrificó por el pecado.
(4) Tuvo sentimientos compartidos con los hombres.
j.          Hecho Sumo sacerdote para siempre  (He. 6:20).
k.         Su sacerdocio trae una redención eterna  (He. 9:12)
l.          Sirve en un santuario celestial  (He. 9:23-24)
m.        Sirve en un santuario mejor y más perfecto (He. 9:11).
n.         Su sacerdocio trae cambios, (La Ley de Cristo sustituye a la ley mosaica con respecto al sacerdocio)   (He.  7:12,15, 16).
(1) La ley de Moisés era una sombra   (He. 10:1)
(2) No era la ley verdadera   (He. 10:1)
(3) La ley de Moisés no hace perfecto al hombre  (He.10:2)
(4) Jesucristo quita la Ley primera por voluntad de Dios  (He.10:5-10)

13.       Jesús sacerdote según el orden de Melquisedec

a.         Melquisedec unía los títulos de Rey y Sacerdote, Jesucristo unifica los dos oficios y restaura la unión patriarcal de estos oficios, uniendo el reino y el sacerdocio  (He.7:1-2).
b.         El sacerdocio de Jesucristo es sempiterno antes del de Melquisedec, el sacerdocio de este último  es semejante al del Hijo de Dios.  (He. 73:c; 8:5-6).
c.         El  sacerdocio según la orden de Melquisedec permanece para siempre  (He 7:3d), el Levítico era transitorio y hereditario, por el significado de su nombre “Rey de justicia”, “Rey de paz” (He. 7:2), su sacerdocio no es hereditario (He. 7:3).
d.         El sacerdocio de Cristo, tipo Melquisedec, es superior al de Aarón  (He. 7:1—8:6), por el cual también juro Dios mismo (He. 7:20-21)
e.         Los levitas estaban subordinados a los sacerdotes, estos a la vez a Abraham su progenitor, Y Abraham lo estaba a Melquisedec  (He.7:4).
f.          El sacerdocio levítico es imperfecto  (He. 7:11). El ministerio de los sacerdotes de la orden de Aarón terminaba con la muerte; pero Cristo tiene un sacerdocio eterno e inmutable, porque el vive para siempre (He. 7:23-25), la ministración de Jesús es infinita, invariable. Él puede ofrecer una salvación perfecta.
g.         Los sacerdotes de Aarón ofrecían sacrificios cada día, incluso por sus propios pecados; Cristo ofreció un sacrificio eternamente eficaz (He. 7:26-28). Reúne los requisitos de Dios:
(1) Santo.
(2) Sin maldad ni pecado,
(3) Apartado de los pecadores
(4) Y levantado más alto que los cielos.
h.      Los sacerdotes de Aarón servían en el tabernáculo, que era solamente un tipo terrenal del tabernáculo en el cual Cristo ministra en los cielos (He. 8:1-6).
(1) El santuario terrenal es copia y sombras de lo que hay en el cielo copiado por Moisés por orden de Dios. (He. 8:5; 9:23 ).
(2) Jesucristo presta su servicio en el verdadero santuario, el celestial. (He. 8:11; 9:25)

14.       Jesucristo  mediador del Nuevo Pacto.

a.         Jesucristo fiador de un mejor pacto   (He. 7:22).
b.         El Nuevo Pacto, superior al primero (He. 8:6), basado en:
(1) Ley escrita.  (He. 8:10)
(2) Dios del pacto.  (He. 8:10)
(3) Conocimiento universal  (He. 8:11)
(4) Remisión completa   (He. 812).
c.         Basado en mejores promesas (He. 8:6).
d.         El pacto primero tenia defecto (He. 8:7).
e.         Dios lo prometió anteriormente (He. 8:8-12).
f.         Dios al declarar viejo al primero, por lo tanto a punto de desaparecer  (He. 8:13).
g.         El pacto primero tenía su santuario terrenal, (He. 8:5; 9:1), el segundo tiene su santuario no en esta creación (He. 9:11).
h.         Jesucristo anuló lo primero para establecer lo segundo  (He. 10:9)
i.          Jesucristo es el Mediador de un pacto mejor (He. 7:22-25; 9:15; 12:24) por los siguientes motivos:
(1) Dios lo juró  (He.7:21).
(2) Jesucristo no muere  (He. 7:24).
(3) No pasa su oficio sacerdotal a ningún otro  (He.7:24).
(4) Puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de él  (He. 7:25)
(5) Porque vive para siempre, para rogar a Dios por ellos. (He. 7:25)
(6) Se ofreció en sacrificio sin mancha (He. 9:14)
(7) Purifica nuestras conciencias, para servir al Dios viviente (He. 9:14)
(8) Para que los llamados reciban la herencia eterna  (He. 9:15).
(9) Con su sangre confirmo el nuevo pacto  (He.13:20).
(10) Traerá salvación a todos los que le esperan  (He. 9:27).
(11) Cualidades del mejor pacto:
•          Es perfecto.
•          Viene con promesas de restauración.
•          Las leyes estarán en la mente y corazón.
•          Tiene un acercamiento personal.
•          El conocimiento del Señor es más perfecto.
•          Es eterno.
•          Es universal

15.       Jesucristo y su sacrificio

a.         La Ley era una sombra de la realidad  (He. 10:14).
b.         Jesucristo dejó a un lado las sombras para establecer la realidad  (He.10:5-10).
c.         El sacrificio de  Jesucristo reemplaza a los sacrificios del primer pacto  (He.10:9).
d.         El sistema Levítico de adoración era insuficiente (9:1-10).
e.         Los resultados del sacrificio perfecto de Jesucristo (9:23)
 => El sacrificio es mejor porque es voluntario.
f.          El sacrificio de Jesucristo se ofrece una sola vez  para siempre para quitar el pecado (He. 9:25, 26).
g.         El sacrificio de Jesucristo quita los pecados de muchos  (He. 9:27-28).
h.         El sacrificio de Jesucristo, permite que Dios nos consagre  (He. 10:10).
i.          Jesucristo ofreció un sacrificio (He. 10:11-14).
j.          El sacrificio de Jesucristo a los consagrados nos hace perfecto  (He. 10:14).
k.         El sacrificio de Jesucristo es testificado por el Espíritu Santo  (He. 10:15-18)

16.       Jesucristo nos acerca a Dios

a.         Tenemos libertad para entrar al Lugar Santísimo celestial   (He. 10:19).
b.         Podemos seguir por un camino nuevo que nos abrió  (He. 10:20).
c.         Podemos acercarnos a Dios , porque es nuestro gran sacerdote   (He. 10:21-22)
d.         Porque es fiel el que lo prometió  (He. 10:23).

17.       En Jesucristo debemos fijar la mirada.

a.         Porque  Jesucristo es el autor y perfeccionador de nuestra fe  (He. 12:2).
b.         A Jesucristo debemos considerar, para no cansarnos, ni perder el animo  (He. 12:3).
c.         Mirar a Jesucristo que nos habló por Dios  (He.12:25-27).
d.         Porque Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y siempre (He. 13:8).
e.         Porque debemos alabar a Dios por medio de Jesucristo  (He. 13:15).
f.         Porque es Él, el  gran pastor de las ovejas (He. 13:20).
g.         Porque Él nos hace apto para toda buena obra  (He.13.21):

A. En la esfera social (13:1-6) :
(1) Hospitalarios
(2) Acordaos de los presos.
(3) Matrimonio puro.
(4) Libre de avaricia.

B. En la esfera religiosa  (13:7-17) :
(1) Considerar a los Pastores.
(2) Valorar la presencia de Cristo.
(3) Mantenerse en la ortodoxia de la fe. (en conformidad con la doctrina fundamental del cristianismo).
(4) Valorar la doctrina de la gracia.
(5) Unirse a Cristo.
(6) Valorar el sufrimiento.
(7) Ofrecer sacrificios de alabanzas.
(8) Haced el bien.
(9) Obedecer a los Pastores.
(10) Orar por los líderes espirituales.


Nota: Palabra “velan “=> denota la idea de cuidar que las personas crean y hagan lo correcto.

Juan Salgado Rioseco

Dios Santo y el Pecado (Parte VII)

El Servidor de Dios no debe quebrantar la Ley del Eterno y Santo para ser victorioso en la lucha contra el pecado. “ Ahora bien, ¿debe...