martes, 8 de diciembre de 2015

Edificación del Cuerpo de Cristo (Parte III)

¿Cómo debe ser nuestra acción por la Edificación del Cuerpo de Cristo?

Acción, originado en el vocablo en latín “actio”, el concepto de acción se refiere a dejar de tener un rol pasivo para pasar a hacer algo o bien a la consecuencia de esa actividad. Encierra un significado que traduce dejar de encontrarse en un estado pasivo, por lo cual, al dejar de estar en pasividad, se dice que se está activo, que se encuentra haciendo, sea cual sea la acción o acto que se esté haciendo, por ejemplo, “dejó de dormir para levantarse y luego ir a trabajar”. Según lo definió el filósofo Max Weber, puede ser denominada así toda conducta humana cuyo motor sea subjetivamente significativo y que tenga como efecto cambios valiosos en el medio en que se desenvuelve, trabaja, estudia o habita.
Los seguidores de Cristo deben ser entes activos en el lugar que se encuentran, deben ser el agente determinante para expandir y transformar las personas para que lleguen a ser discípulos del Maestro de Nazaret, (1 Pedro 2:9). Las actividades del Cuerpo de Cristo no dependen solo del liderazgo eclesiástico o de un grupo exclusivo excluyente, (al decir que algo es excluyente significa decir que ese algo no incluye a todo lo que posiblemente podría incluir), sino es deber de todos de producir acciones  incluyentes, una condición indispensable para promover el derecho a la igualdad y no discriminación entre los miembros del Cuerpo de Cristo (Romanos 2:11); la iglesia de Cristo necesita imperiosamente acciones incluyentes donde todos estén involucrados en la proclamación del evangelio de Cristo con el único propósito de dar cumplimiento en forma cabal la gran Comisión (Marcos 16:15; Mateo 28:19-20).
Si Dios no hace acepción de personas (Deuteronomio 10:17), porque entonces, conscientes o inconscientes, está presente en las acciones de sus seguidores, por lo consiguiente, actitud que produce más daño en las interrelaciones en el interior del Cuerpo de Cristo; la palabra utilizada para acepción en el nuevo testamento es la palabra griega # 4381 de la concordancia Strong’s  “προσωπολήπτης”: alguien que muestra parcialidad o favoritismo. De acuerdo a la real academia española, acepción de personas es: “Acción de favorecer o inclinarse a unas personas más que a otras por algún motivo o afecto particular, sin atender al mérito o a la razón.”, por qué entonces, entre los miembros de las iglesias o comunidades cristiana  existe esta condición en forma transversal. Una de la prioridades en la edificación del Cuerpo de Cristo, se debe evitar la acepción de personas entre los discípulos de Cristo o en otra forma la discriminación, que se entiende como un trato desigual, en forma de distinción, restricción y/o pertenencia, que disminuye la capacidad de acción e identificación con el Cuerpo de Cristo.
Debemos tener siempre presente los consejos las palabras de Moisés en su recordatorio al pueblo de Dios, “No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.” (Deuteronomio 16:19), en especial los miembros que ejercen algún cargo dentro de la iglesia o los que están por eminencia, el principio fundamental entre las relaciones, es tener presente, ante el titulo o cual cargo, es que primero todos en forma incluyente somos hermanos en Cristo como lo escribió el apóstol de los gentiles a  los miembros de la iglesia de Colosas, término que utiliza 133 veces en sus cartas.
Jesús enseña que la relación espiritual es más importante que la relación carnal, o la relación que se establece por el sistema institucional por la cual se organiza y se conduce alguna comunidad cristiana; y la relación con Cristo se establece solamente por medio de hacer la voluntad de Dios: "todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano... ", esta premisa debe ser el cimiento en la edificación del Cuerpo de Cristo. Job escribió: “Él os reprochará de seguro, Si solapadamente hacéis acepción de personas.”(13:10); “No haré ahora acepción de personas, Ni usaré con nadie de títulos lisonjeros.” (32:21); recordando las palabras con respecto a nuestro modelo Jesús “Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad.” (Lucas 20:21).

Que más apropiado para evitar estos conflictos de discriminación dentro del Cuerpo de Cristo, que poner por obra el consejo de Jacobo, el hermano de nuestro Señor Jesucristo “Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.” (Santiago 2:1).
Juan Salgado Rioseco

1 comentario:

Anónimo dijo...

Debemos tener siempre presente los consejos las palabras de Moisés en su recordatorio al pueblo de Dios, “No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.” (Deuteronomio 16:19), en especial los miembros que ejercen algún cargo dentro de la iglesia o los que están por eminencia, el principio fundamental entre las relaciones, es tener presente, ante el titulo o cual cargo, es que primero todos en forma incluyente somos hermanos en Cristo como lo escribió el apóstol de los gentiles a los miembros de la iglesia de Colosas, término que utiliza 133 veces en sus cartas.

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