martes, 29 de diciembre de 2015

Las Palabras de un servidor de Dios. (Parte II)

Los frutos de la boca.
“Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas. Porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abominan mis labios. Justas son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida. Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables a los que han hallado sabiduría.” (Proverbios 8:6-9). 
El fruto es producto o resultado obtenido, en este caso, de las palabras que brotan de nuestra boca. A través de las consecuencias de las palabras podemos saber si nuestros juicios son buenos o malos frutos (Mateo 7:16). 

Las Escrituras nos hablan de dos clases de frutos; “un árbol bueno no da fruto malo. Tampoco un árbol malo puede dar fruto bueno. El árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de espinos. Tampoco se cosechan uvas de las zarzas. El que es bueno lo es en su corazón y habla de lo que tiene allí, de igual manera el malo lo es en su corazón y habla de lo que tiene allí; porque las palabras revelan lo que hay en el corazón.” (Lucas 6:43-46. PDT), este texto bíblico marca la diferencia entre la boca del justo y del necio, “Del fruto de su boca el hombre comerá el bien; Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.” (Proverbios 13:2) 
Antes de hablar el justo se ha buscado la dirección de Dios (Salmos 52:15), está dispuesto a proclamar palabras de salvación todos los días ( Salmos 71:15); las palabras  que brotan de su boca esparcen ciencia (Proverbios 15:7); transmite sabiduría y emite juicio (Proverbios 10:31; Salmos 37:30); habla con entendimiento, lo que agrada (Proverbios 10:32; 16:22), para orientar a muchos lo que brinda alivio y consuelo (Proverbios 10:21a; 12:18b; 15:4a); porque son fuente de vida (Proverbios 10:11a; 13:14), de ellos salen enseñanzas justas y verdades, no hablan nada falso ni equivocado (Proverbios 8:6-8); al justo lo protegen sus labios (Proverbios 14:3b), sabe callar a su tiempo (Proverbios 10:19b), y la gente los escucha con gusto (Proverbio 15:2a).
En cambio las palabras que brotan de la boca de los necios lo atrapan (Proverbios 6:2), el perverso cae por su propia boca (Proverbios 12:13); los labios del necio traen contienda (Proverbios 18:6), su boca le provoca quebrantamiento para sí y sus labios son lazos para su alma (Proverbios 18:7), en su boca proliferan chismes (Proverbios 26:20-23; 18:8), el chismoso no es digno de confianza, la Palabra de Dios nos aconseja que no hay que buscar la amistad con el que habla demasiado (Proverbios 20:19) el Señor aconsejó al pueblo de Israel “No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el SEÑOR.” (Levítico 19:16 NVI); hablan sandeces, su boca rebosa de maldad (Proverbios 15:2b, 28); cuando hablan, se avecina el peligro. (Proverbios 10:14b). El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. (Proverbios 13:3); El necio y rezongón va camino al desastre. (Proverbios 10:10b. NVI). “En la boca del necio está la vara de la soberbia;…”  (Proverbios 14:3a). 
El salmista se propuso “Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí.”  (Salmos 39:1) y angustiado clamaba “Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.”    (Salmos 141:3). 
El consejo de Dios para los que emiten palabras necias “No permitas que tu boca te haga pecar, ni digas luego ante el mensajero de Dios[a] que lo hiciste sin querer. ¿Por qué ha de enojarse Dios por lo que dices, y destruir el fruto de tu trabajo? Más bien, entre tantos absurdos, pesadillas y palabrerías, muestra temor a Dios.” (Eclesiastés 5:6-7 NVI). 
El texto del evangelio de Lucas 6:43-46, nos habla de las diferencias en los beneficios o consecuencias resultantes de los “frutos de la boca”.
En primer lugar los beneficios de los “fruto de la boca”, para los que se proponen de hablar cosas excelentes y abrir  sus bocas para cosas rectas, debido que detesta la impiedad (Proverbios 8:6-7), y está consciente que los labios mentirosos son abominación a Dios.  (Proverbios 12:22a); el hombre se sacia del bien y de las actividades de las manos, (Proverbios 12:14), “Quien habla el bien, del bien se nutre,” (Proverbios 13:2a), “Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios.” (Proverbios 18:20), “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.” (Proverbios 18:21); palabra adecuada en el momento preciso es un tesoro (Proverbios 25:11), “El que da una respuesta honesta, es como si diera un beso.” (Proverbios 24:26).
Los “frutos de la boca” de los necios, traen funestas consecuencias, son fuentes de tristeza o desgracia,  “los labios del necio son su ruina; sus primeras palabras son necedades, y las últimas son terribles sandeces.” (Eclesiastés  10: 12-13);  su lengua mentirosa no permanece en el tiempo (Proverbios 12:19b). "Amontonar tesoros con lengua mentirosa es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte." (Proverbios 21:6); la boca de los necios escupe necedades (Proverbios 15:2b), se enredan en su propia boca, (Proverbios 12:13; 6:2), son lazos para su alma (Proverbios 18:17), sus dichos son ataduras (Proverbios 6:2), contiendas y quebrantamientos (Proverbio 18:6-7); el necio mucho habla, mucho yerra (Proverbios 10:19a). “Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre;…” (Proverbios 12:6a) 
La adquisición de riquezas a base de engaños es una esperanza fugaz, breve y puede resultar en un camino corto hacia la muerte,  “Amontonar tesoros con lengua mentirosa Es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte.” (Proverbios  21:6), el proverbista clamaba “Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan necesario;” (Proverbio 30:8). 
Con su lengua alborotadora, "El perverso de corazón nunca hallará el bien, Y el que revuelve con su lengua caerá en el mal." (Proverbios 17:20).
La Palabra de Dios condena abiertamente y nos advierte del cuidado de confiar en las personas que practican el chisme (Comentario o noticia no verificada que circula entre la gente, generalmente de carácter negativo.), "El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua." (Proverbio 20:19). El apóstol Pablo aconsejaba sobre la viuda jóvenes “Además se acostumbran a estar ociosas y andar de casa en casa. Y no sólo se vuelven holgazanas sino también chismosas y entrometidas, hablando de lo que no deben.” (1 Timoteo 5:13 NVI).  Dentro de la Ley de Moisés, en la sección que trata de las relaciones sociales Dios advierte “No andarás chismeando entre tu pueblo…” (Levítico 19:16a), debido que “El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos.” (Proverbio 16:28), porque “Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas.” (Proverbios 26:22), Como escoria de plata echada sobre el tiesto. Son los labios lisonjeros y el corazón malo.”  (Proverbio 26:23),  el apóstol Pablo temía que entre hermanos de Corinto, hubieran chismosos “Porque temo que quizá cuando yo vaya, halle que no sois lo que deseo, y yo sea hallado por vosotros que no soy lo que deseáis; que quizá haya pleitos, celos, enojos, rivalidades, difamaciones, chismes, arrogancia, desórdenes;” (2 Corintios 12:20 LBLA),  por consiguiente debemos evitar a las personas chismosas “Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda.” (Proverbio 26:20). El proverbista nos aconseja para vivir en forma quieta y reposadamente “Echa fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda, y cesará el pleito y la afrenta.” (Proverbio 22:10). El apóstol de los gentiles también aconsejaba al respecto, a los hermanos de Colosas (4:6) “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”; a la comunidad de Efesio (4:29), “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.
Con referencia al testigo falso, dentro de los mandamientos morales de la Ley, establece "No hablarás contra tu prójimo falso testimonio" (Éxodo 20:16), además manda a “No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.” (Éxodo 23:1), debido a que según el proverbista “el testigo falso hablará mentiras.” (Proverbio 14:5b; 6:19), engaña (Proverbio 12:17b), Un mazo, una espada, una aguda saeta, ¡eso es el falso testigo contra su amigo!” (Proverbio 25:18), por su acción no quedará sin castigo, y el que habla mentiras perecerá. (Proverbio 19:5, 9). 
“Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.” (Proverbios 6:16-19). 
"La lengua falsa atormenta al que ha lastimado, Y la boca lisonjera hace resbalar." (Proverbios 26:28)
Juan Salgado Rioseco


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