El mundo contemporaneo en las últimas décadas ha ido generando grandes cambios, los que en
este último tiempo se van acelerar con los diversos Tratados de Libre Comercio
entre diversas naciones del orbe. Los diferentes estratos sociales se han visto
obligado a buscar nuevas vías de liderazgo para posecionarse en mejor forma
para enfrentar los cambios que se avecinan: políticos, sociales, educacionales,
tecnológicos, etc. La iglesia, inserta en esta sociedad, se ha visto obligada a
efectuar cambios, en algunas oportunidades con resquemores o recelos, en otras
con cierto consentimiento, lo que le ha producido romper con ciertos
formulismos y rituales religiosos. Pero gran parte de ella aun conserva ciertas
reticencias a estos cambios por diferentes factores que en ellos inciden.
Uno de los factores que influyen en esta desconfianza, es la de no sentirse preparada y a la vez sus dirigentes no están aptos para enfrentar estos aires de cambios, debido a que el tipo de Liderazgos que los rigen, no tienen la preparación, ni capacitación necesaria, ni personalidad, ni voluntad suficiente para enfrentarlos.
El liderazgo religioso de muchas comunidades se ve enfrentado a dos disyuntivas, que imperiosamente se tienen que abordar: la educación y la acción. La educación, a través de ella, los más aptos tendrá el privilegio de asumir roles de autoridad y representación. La acción, vía por la cual se deberán proyectar las políticas adecuadas para hacerse oír y tener la habilitación de su autoridad representativa.
La historia religiosa nos enseña que en todo tiempo y circunstancias Dios se ha valido de hombres de diferentes naturalezas y condiciones sociales, para llevar adelante su plan de redención, en lo personal, familiar y colectivo. Hombres como Abraham, José, Moisés, Josué, los Jueces, Samuel, David, los Profetas, Daniel, Nehemías. En la época neotestamentaria nos encontramos con Juan el Bautista, Pedro, Pablo, Santiago el Justo, Juan, Timoteo, Tito, entre otros. Mujeres como: Debora, Ruth, Ester, Febe, Prisca, Lidia, entre otras. Todas estas personas tenían algo en común: capacitados con un poder especial para cumplir su misión, dentro de sus respectivas sociedades y épocas.
Líder (Dirigente - Anciano "en una comunidad cristiana"), es una persona capaz de dirigir, dictar pautas, conducir grupos de personas tras ideales comunes. Un Líder es alguien que arrastra personas tras de sí, es respetado, escuchado y obedecido, posee cierto carisma lo que permite que las personas le escuchen, le obedezcan y la sigan.
Los líderes pueden hacer o deshacer una obra. Una comunidad con lideres de calidad siempre tendrá el potencial para emprender tareas con la seguridad en alcanzar las metas propuestas (Pr. 11:14; 15:22). Tendrá el vigor y la eficacia de seguir proyectándose en el futuro, utilizando estrategias y operaciones dinámicas con visión. Los líderes se forman, se capacitan, se preparan y no se improvisan o nacen, ni se imponen avalados por un autoritarismo sin fundamento bíblico.
Entre los diferente tipos de liderazgo, el más exigente, a la vez el que exige más, es el Líder espiritual, debido a su forma, y los objetivos plasmado en su accionar. El líder espiritual tiene que poseer ciertas características que lo distinguen del resto del pueblo, que son los factores que le permiten desarrollar principios para presidir al rebaño del Señor y conducirlo al cumplimiento del propósito de Dios: La vida eterna en el Reinado de Dios.
Las iglesias crecen en todas las áreas cuando son guiadas por líderes aprobados en todas las áreas, tanto en el conocimiento y espiritual, con el toque radiante de lo sobrenatural en su servicio. Sin dicho liderazgo la iglesia se hunde en la confusión y desazón natural. Los verdaderos líderes deben estar dispuesto a sufrir por amor a objetivos que sean suficientemente grandes como para exigir una sincera obediencia.
La diferencia entre el liderazgo natural y el espiritual:
d. Hace sus propias decisiones d. Toma decisiones según la voluntad
f. Es egocentrista f. Es Cristocentrico.
g. Origina métodos propios g. Busca los métodos de Dios y los sigue.
h.
Se dirige
por propias convicciones h.
Se deja dirigir por la Palabra de Dios.
i. Le agrada dar órdenes i. Se deleita en obedecer a Dios.
j. Está motivado por consideraciones j. Está motivado por el amor a Dios
k. Es independiente. k. Depende de Dios.
La cantidad de trabajo que conlleva el desarrollo de un liderazgo espiritual de calidad nunca tiene fin. Es un ciclo continuo de buscar líderes, prepararlos, cultivar su crecimiento espiritual, y entregarles el apoyo para que ejerzan su labor, motivarlos a continuar, a crecer con todas sus potencialidades y darles los espacios necesarios para que emprendan nuevos ministerios. Desarrollar y potenciar líderes es la mejor labor que una iglesia puede ejecutar, así la comunidad, se proyecta con gran potencial, se desarrolla saludable, crece dinámica y sé retroalimenta con nuevas perspectivas, a la vez asegura su existencia en el tiempo.
El liderazgo cristiano del punto de vista personal debe poseer un carisma especial que lo capacite para conducir la grey de Dios, avalada por su forma de llevar su fe en su comportamiento personal y comunitario:
1.
Poseer
idoneidad adecuada para ser un líder espiritual. (2 Tim. 2.2).
2. Consagración al Señor (Ro. 12:1-2)
4. Cumplir con las exigencias y responsabilidades de su cargo. (1 Ti. 3:1-7; Tit. 1:5-9 y 1 Pe. 5:1-4),
El apóstol Pablo a través de sus escritos nos entrega ciertas indicaciones para ejercer el liderazgo:
Ø Una vida pura (2:19-22).
A través de los escritos del apóstol Pedro, podemos discernir sobre el Liderazgo cristiano:
Ø Tener cuidado con la grey del Señor (1 Pe.5:2).
El buen Líder cristiano debe tener ciertas actitud permanente:
Líder Cristiano se debe a Jesucristo en primer lugar, a la iglesia de Jesús y a guiar personas que el Señor añade al Cuerpo de Cristo. La obligación moral – ética, debe ser siempre que la iglesia se encuentre preparada para asumir los roles que le corresponde dentro de una sociedad cambiante. La iglesia de Jesúscristo, nunca debe estar desprevenida, siempre alerta y preparada para enfrentar los peligros que la vida en sociedad le conlleva. La iglesia triunfante, es la que se enfrenta con éxito los vaivenes sociales, políticos, donde le toca actuar y desenvolverse.
Es de vital importancia para la iglesia, asumir con responsabilidad el compromiso de educar a los miembros del Cuerpo de Cristo, no como cosa necesaria, sino como deber al servicio de Dios.
Asumir la acción, con la confianza de encontrarse aprobada para el propósito que Dios les tiene asignada, dentro del lugar y el estrato social donde esta actuando.
Así la iglesia de Jesús no se verá acorralada por los abruptos sociales, morales, eticos que la sociedad en general o grupos en particular les quiera imponer o arrastar. La libertad se logra, actuando dentro de los principios de Dios, pero para actuar con seguridad, se debe primero conocer estos principios bíblicos, y no actuar en forma farisea de imponer dogmas o normas humanas a la iglesia de Jesús para mantenerla libre de estas corrientes de cambios, solo la debilitan o se amalgaman frente a ellos.
JuanSalgado Rioseco
Uno de los factores que influyen en esta desconfianza, es la de no sentirse preparada y a la vez sus dirigentes no están aptos para enfrentar estos aires de cambios, debido a que el tipo de Liderazgos que los rigen, no tienen la preparación, ni capacitación necesaria, ni personalidad, ni voluntad suficiente para enfrentarlos.
El liderazgo religioso de muchas comunidades se ve enfrentado a dos disyuntivas, que imperiosamente se tienen que abordar: la educación y la acción. La educación, a través de ella, los más aptos tendrá el privilegio de asumir roles de autoridad y representación. La acción, vía por la cual se deberán proyectar las políticas adecuadas para hacerse oír y tener la habilitación de su autoridad representativa.
La historia religiosa nos enseña que en todo tiempo y circunstancias Dios se ha valido de hombres de diferentes naturalezas y condiciones sociales, para llevar adelante su plan de redención, en lo personal, familiar y colectivo. Hombres como Abraham, José, Moisés, Josué, los Jueces, Samuel, David, los Profetas, Daniel, Nehemías. En la época neotestamentaria nos encontramos con Juan el Bautista, Pedro, Pablo, Santiago el Justo, Juan, Timoteo, Tito, entre otros. Mujeres como: Debora, Ruth, Ester, Febe, Prisca, Lidia, entre otras. Todas estas personas tenían algo en común: capacitados con un poder especial para cumplir su misión, dentro de sus respectivas sociedades y épocas.
Líder (Dirigente - Anciano "en una comunidad cristiana"), es una persona capaz de dirigir, dictar pautas, conducir grupos de personas tras ideales comunes. Un Líder es alguien que arrastra personas tras de sí, es respetado, escuchado y obedecido, posee cierto carisma lo que permite que las personas le escuchen, le obedezcan y la sigan.
Los líderes pueden hacer o deshacer una obra. Una comunidad con lideres de calidad siempre tendrá el potencial para emprender tareas con la seguridad en alcanzar las metas propuestas (Pr. 11:14; 15:22). Tendrá el vigor y la eficacia de seguir proyectándose en el futuro, utilizando estrategias y operaciones dinámicas con visión. Los líderes se forman, se capacitan, se preparan y no se improvisan o nacen, ni se imponen avalados por un autoritarismo sin fundamento bíblico.
Entre los diferente tipos de liderazgo, el más exigente, a la vez el que exige más, es el Líder espiritual, debido a su forma, y los objetivos plasmado en su accionar. El líder espiritual tiene que poseer ciertas características que lo distinguen del resto del pueblo, que son los factores que le permiten desarrollar principios para presidir al rebaño del Señor y conducirlo al cumplimiento del propósito de Dios: La vida eterna en el Reinado de Dios.
Las iglesias crecen en todas las áreas cuando son guiadas por líderes aprobados en todas las áreas, tanto en el conocimiento y espiritual, con el toque radiante de lo sobrenatural en su servicio. Sin dicho liderazgo la iglesia se hunde en la confusión y desazón natural. Los verdaderos líderes deben estar dispuesto a sufrir por amor a objetivos que sean suficientemente grandes como para exigir una sincera obediencia.
La diferencia entre el liderazgo natural y el espiritual:
Líder Natural Líder
Espiritual
a.
Es
autogobernado. a.
Consagrado a Dios.
b.
Confía en sí
mismo. b.
Confía en Dios.
c.
Conoce a los
hombres c.
Trata de conocer a Dios
d. Hace sus propias decisiones d. Toma decisiones según la voluntad
de Dios.
e.
Es ambicioso e.
Es modesto.
f. Es egocentrista f. Es Cristocentrico.
g. Origina métodos propios g. Busca los métodos de Dios y los sigue.
i. Le agrada dar órdenes i. Se deleita en obedecer a Dios.
j. Está motivado por consideraciones j. Está motivado por el amor a Dios
personales
y al hombre
k. Es independiente. k. Depende de Dios.
La cantidad de trabajo que conlleva el desarrollo de un liderazgo espiritual de calidad nunca tiene fin. Es un ciclo continuo de buscar líderes, prepararlos, cultivar su crecimiento espiritual, y entregarles el apoyo para que ejerzan su labor, motivarlos a continuar, a crecer con todas sus potencialidades y darles los espacios necesarios para que emprendan nuevos ministerios. Desarrollar y potenciar líderes es la mejor labor que una iglesia puede ejecutar, así la comunidad, se proyecta con gran potencial, se desarrolla saludable, crece dinámica y sé retroalimenta con nuevas perspectivas, a la vez asegura su existencia en el tiempo.
El liderazgo cristiano del punto de vista personal debe poseer un carisma especial que lo capacite para conducir la grey de Dios, avalada por su forma de llevar su fe en su comportamiento personal y comunitario:
2. Consagración al Señor (Ro. 12:1-2)
3.
Una vida en
comunión con Dios - la hora devocional
diaria- (Mc. 1:35; 1 Tm. 4:13).
4. Cumplir con las exigencias y responsabilidades de su cargo. (1 Ti. 3:1-7; Tit. 1:5-9 y 1 Pe. 5:1-4),
5.
Cualidades
espirituales: Buscar la santificación en su propia vida (He. 12:14; 1 Ts.
4:1-8); Poseer cierta madurez espiritual
(Romanos 15:1-2);Buscar la perfección de los santos (Efesios 4:11-16);
Ser ejemplos de fe (He. 13:7)
El apóstol Pablo a través de sus escritos nos entrega ciertas indicaciones para ejercer el liderazgo:
Ø La valentía a la hora de dar testimonio (2Ti.
1:6-8).
Ø Ser capaz de sufrir (2 Ti. 1:8 b; 2:3; 4:5).
Ø La fidelidad a la fe transmitida (1:13, 14;
2:15; 3:14).
Ø El desinterés en cuanto a lo material (2:4).
Ø Al amor al esfuerzo y al trabajo (2:5, 6).
Ø La reflexión, la inteligencia (2:7).
Ø Una vida pura (2:19-22).
Ø La paciencia (2:24).
Ø La facultad de enderezar a los adversarios con
suavidad (2:25).
Ø El conocimiento de las Escrituras (3:15-17).
A través de los escritos del apóstol Pedro, podemos discernir sobre el Liderazgo cristiano:
Ø El liderazgo no debe ser ambicioso (1 Pe. 5:2).
Ø No debe ser dictatorial o autoritario. (1 Pe. 5:3).
Ø Debe ser ejemplo de la grey (1 Pe. 5:3).
Ø Revestirse con humildad (1 Pe. 5:5).
Ø Confiando en el Señor (1 Pe. 5:7).
El buen Líder cristiano debe tener ciertas actitud permanente:
ü Poner todos los aspectos de su vida subordinados
a su meta.
ü Tener una disciplina propia. (He. 12:11).
ü Estar disponible.
ü Estar dispuesto a tomar decisiones radicales.
Ø El líder maduro sabe lidiar con las situaciones
difíciles y poder tomar decisiones fuertes y basadas sobre principios bíblicos.
Ø El motivo de las decisiones cruciales nunca debe
ser los sentimientos negativos (enojo, envidia, orgullo, etc.), ni el legalismo,
ni los personalismos. (2 Co. 2:16-23).
ü Aprender a vivir con problemas. No desanimarse
en momentos de dificultad. (Hch. 14:19-23).
ü Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a
sufrir por amor a objetivos, que sean lo suficientemente grandes como para
exigir una sincera obediencia. (Ro. 3:37-39)
Líder Cristiano se debe a Jesucristo en primer lugar, a la iglesia de Jesús y a guiar personas que el Señor añade al Cuerpo de Cristo. La obligación moral – ética, debe ser siempre que la iglesia se encuentre preparada para asumir los roles que le corresponde dentro de una sociedad cambiante. La iglesia de Jesúscristo, nunca debe estar desprevenida, siempre alerta y preparada para enfrentar los peligros que la vida en sociedad le conlleva. La iglesia triunfante, es la que se enfrenta con éxito los vaivenes sociales, políticos, donde le toca actuar y desenvolverse.
Es de vital importancia para la iglesia, asumir con responsabilidad el compromiso de educar a los miembros del Cuerpo de Cristo, no como cosa necesaria, sino como deber al servicio de Dios.
Asumir la acción, con la confianza de encontrarse aprobada para el propósito que Dios les tiene asignada, dentro del lugar y el estrato social donde esta actuando.
Así la iglesia de Jesús no se verá acorralada por los abruptos sociales, morales, eticos que la sociedad en general o grupos en particular les quiera imponer o arrastar. La libertad se logra, actuando dentro de los principios de Dios, pero para actuar con seguridad, se debe primero conocer estos principios bíblicos, y no actuar en forma farisea de imponer dogmas o normas humanas a la iglesia de Jesús para mantenerla libre de estas corrientes de cambios, solo la debilitan o se amalgaman frente a ellos.
El liderazgo cristiano
debe ser consecuente con sus principios, con Jesucristo y con la iglesia. Un
lider que guía mal, corroe los fundamentos de la iglesia y la extravía de su
caminar hacia la eternidad. Enfrentamos los cambios, pero estos deben estar de
acuerdo a los principios eternos de Dios, solo sujetos a ellos la iglesia podrá
llevar a cabo a su labor con exito y dignidad. Si enfrentamos los cambios con
dogmas o normas humanas, la iglesia de Jesucristo será avasallada y corrompida,
no solo desde afuera, sino del interior de ella misma. La iglesia debe
proveeverse de Lideres aptos y aprobados por Dios, para que sea oída, respetada e influyente.
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