lunes, 26 de diciembre de 2016

La Música, para glorificar a Dios.

La Música es un medio de adoracion, para glorificar a Dios, por lo consiguiente debemos utilizar este medio con acción de gracias y devoción, para ques ea grata delante de Dios.

Los hijos de Dios hemos usado la Música como un medio de adorar o agradecer al Eterno desde tiempos remotos. En los tiempos Pre-diluvianos, Dios dotó a algunas personas, con habilidades para la música. En Génesis 4:21, un hombre llamado Jubal, lo dotó de habilidad para tocar “arpa”  y  “flauta”. David, Rey de Israel, fue dotado por Dios como uno de los músicos más completos de que se tiene noticias.  Inventor de instrumentos musicales, compositor de música sacra, poeta de himnos dedicados al Padre Celestial. Además de eximio ejecutante de los instrumentos musicales que inventaba. Un ejemplo de su calidad como poeta es el precioso salmo 139. y el 135.. De hecho la palabra Salmo, significa Canto.

  Lo desalentador, fue que la música de los salmos contenidos en la Biblia, melodías con que los Israelitas entonaron con adoración y alabanza no llegaron hasta nosotros debido a que no habían inventado un código escrito para representar los sonidos de la música, como nosotros lo tenemos en el día de hoy.  todo se transmitió en forma oral, siendo difícil conservar las melodías originales. 

Los siglos XVIII y XIX fueron para el evangelio, tiempos ricos en melodías llenas de significados sagrados. Una himnología emocionante, plena de sincera alabanza y adoración. Creadas por compositores cristianos de corazón, y verdaderos profesionales de la música. De coleccionar estos verdaderos Himnos de adoración y alabanza a nuestro Padre Celestial, nacieron los himnarios en diferentes idiomas para uso de las congregaciones evangélicas.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, empezaron a aparecer cantantes evangélicos de tipo popular.  Que llevados  por la ambición de más popularidad y más ingresos económicos, usaron y abusaron de la cinta magnetofónica para grabar con sus voces melodías populares algunas copiadas de canciones del ámbito mundanal y otras creadas por ellos mismos, en que las melodías no concordaban con los temas religiosos expresadas por las letras.

Las melodías, en su mayoría, resultaban muy vulgares, porque eran compuestas por personas sin mayor conocimiento de la teoría musical. De ese modo se empezó a perder en la música el sentimiento de adoración y alabanza al Creador, como se encuentra expresada en la música sagrada tradicional o clásica.
  
  A esto se agregó que algunas congregaciones evangélicas pequeñas, dirigidas por líderes sin doctrina cristiana, empezaron a usar esas “canciones”, que ni siquiera eran  “HIMNOS”, Los himnos tradicionales, pletóricos de música sagrada, comenzaron a desaparecer y en la actualidad hay congregaciones que se han olvidado totalmente del himnario. La tendencia de comercial, la fama, ha absorbido los propósitos de alabar a Dios a través de la música: sólo para Gloria de El. 



MÚSICA  SAGRADA 
   
  La música en general, cuando está bien construida, expresa con mucha exactitud los sentimientos humanos; así por ejemplos: adoración, alegría, amor, calma, dolor, dulzura, entusiasmo, ira, miedo, muerte, patriotismo, pena, ternura, tormenta, religiosidad, y etc. etc.

  La inmensa cantidad de diferentes instrumentos musicales, ayuda para dar una expresión aún más exacta a los sentimientos que el alma del hombre siente.

Vivaldi: Las cuatro estaciones.
La marcha fúnebre.
La marcha nupcial
Rapsodia húngara Nº 2 de Franz Lizt. .
Firmes y adelante de A. S. Sullivan
Santo, Santo, Santo,  de J. B. Dykes
Nunca Dios mío, de F. F. Fleming.

Las orquestas sinfónicas expresan maravillosamente todos estos sentimientos, porque usan todos los instrumentos habidos. Por otra parte, la música es universal. En todo el mundo usamos los mismos signos musicales; sin embargo, como las personas de cada nación tienen su propio carácter y costumbres, la música se diversifica; y después de un estudio nos vemos en la necesidad de “clasificarla”, por naciones, por sentimientos, por costumbres, por épocas, etc. Antigua, clásica, contemporánea, selecta, sagrada folclórica, típica nacional, popular, bailable, etc.

 Otro asunto que debemos tomar en cuenta con la música, es que ésta expresa  la “espiritualidad” y la “carnalidad” a la vez.
   
La expresión ESPIRITUAL de la música, está en las  ARMONÍAS.    
Nosotros los Hijos de Dios, podemos percibir esto, muy claramente en nuestros himnos
  • Santo… Santo… Santo… Señor Omnipotente.  (Expresa un profundo sentido espiritual)
  • El que habita al abrigo de Dios. (expresa ternura)
  • Nunca Dios mío cesará mi labio- (expresa dulzura)
  • Confío yo en Cristo, (expresa ternura)


LA EXPRESIÓN CARNAL, está expresada por el ritmo. Toda música rítmica excita a mover el cuerpo, el lado carnal del ser humano.
  • vea la diferencia de ejecutar el himno "El que habita al abrigo de Dios", en las dos formas, y verá la diferencia. .
  • el imitar el ambiente festivalero musical, dentro de los cultos, pierde el sentido de adoracion y exaltacion a Dios.
  • la exageración en amplificar la música, en vez de producir un ambiente agradable de adoración, produce sentimientos adversos.

Debemos tener en cuenta, que a través de la música dirigida a Altísimo, expresamos nuestros sentimientos de adoración al Dios que nos creó, la gratitud por lo que hace con  y en nosotros, y los propósitos de retribuir a través de la exaltación, nuestros deseos de servirle. Nuestra música debe alcanzar los atrios de Dios y no complacer solo los oídos del hombre.
Juan Salgado Rioseco.

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