“Dijeron los apóstoles al Señor:
Auméntanos la fe.” (Lc.
17:5).
Esta es una
petición imperativa de los discípulos de Jesús de Nazaret, Lucas la muestra
inserta en medio de una serie de parábolas e instrucciones. La respuesta del
Maestro es condicional, hay que tener "fe"; los discípulos la tenían y lo habían demostrado
varias veces, pero la fe de ellos estaba mal orientada, había que tener una fe
correcta; ellos no tenían la fe vigorosa y viviente que era necesaria para una
vida como seguidores de Jesucristo.
Han pasado más
de dos milenios, de esa enseñanza, la iglesia de Dios en Cristo Jesús, se da diseminado
por todos los continentes; en algunos lugares la fe solicitada esta vigorosa, victoriosa, cada dìa agrega a sus filas los que van hacer salvos; en otros, se ha ido ensombreciendo por los negocios anexos que han
asumido los creyentes, actuando con una parsimonia o frialdad en su compromiso con la iglesia de Cristo que han bloqueado el radicalismo evangelista de sus comunidades; en otros lugares, la luz ya se va extinguiendo, ha sido
avasallada por las tinieblas, han sido absorbidos por la socialización humanista de sus hábitats.
¿Cómo explicar la situación actual del cristianismo? Son tantas las bifurcaciones que han tomado los "miembros" de la iglesia de Cristo, que es difícil de encontrar una explicación acertada a la situación general; sin duda, uno de los múltiples factores es la "desviación de la fe".
¿Cómo explicar la situación actual del cristianismo? Son tantas las bifurcaciones que han tomado los "miembros" de la iglesia de Cristo, que es difícil de encontrar una explicación acertada a la situación general; sin duda, uno de los múltiples factores es la "desviación de la fe".
En el
occidente, dominado por la influencia de la rama heredera del sacro imperio
romano, basta de leer las declaraciones de su líder máximo, para darse cuenta
las profundas desviaciones que han incurrido. Desde que fue electo en marzo (2013), Francisco (el Obispo de Roma Jorge Mario Bergolio Sìvori), ha hecho comentarios agudos y espontáneos acerca de toda clase de
temas: la homosexualidad, el ateísmo, de los evangélicos, de la pobreza, de la
comodidad religiosa, de la corrupción dentro de los muros de la curia, ha
solicitado a la jerarquía eclesiástica "actuar decisivamente" contra
el abuso sexual a los menores y realizar "los debidos procedimientos
contra los culpables" de pedofilia, etc., “Estar con Jesús exige salir de
nosotros mismos, de un modo de vivir cansino y rutinario", escribió en su cuenta oficial de Twitter casi a la par de una de sus primeras audiencias públicas. Un ex secretario
general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano (Gobierno que gestiona este
Estado), escribió al líder máximo de su tiempo que existe "corrupción,
prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana, la réplica
del aludido fue “Se han vertido sobre mi acusaciones. Una red de cuervos y
víboras…” Es tal, la deformación del imperio religioso que nombró a un grupo de ocho
cardenales de diversos países del mundo para estudiar las posibles reformas que
se puedan hacer a la Iglesia católica apostólica romana, para volverla al
camino del nazareno. Difícil tarea.
En la esfera
evangélica la situación es similar: los extravíos doctrinales son abrumadores; el
poder se sustenta en la arbitrariedad; los neófitos gobiernan las comunidades
con sus errores, experimentos administrativos y organizacionales; los usos y
costumbres se han transformados en farandulas religiosas; los negociados que
manipulan la fe de las personas incautas, son el tormento económico de los más desposeídos;
los falsos líderes han liberalizado los principios de la fe y los preceptos bíblicos
los han amalgamados en un sincretismo mundanal; los indoctos trazan los
procesos de enseñanza de los fieles, llevándolas a una ignorancia escritural sin
precedente, la paradoja está en que en estos tiempos la tecnología pone al alcance
todos los medios posibles para sacar los que viven de los rudimentos primitivos
de la fe a la luz admirable del conocimiento de la Palabra de Dios, sin embargo, la
realidad es todo lo contrario, estamos viviendo la parte más oscura de la
ignorancia escritural, debido a la comodidad tener u obtener lo ligth, todo está hecho en las redes sociales, sin el
mayor esfuerzo, son simples caja de resonancias de otros, simples címbalos que resuenan.
Si bien hay
un “boom” de sectas y nuevas religiones en los países occidentales, el fenómeno
religioso más extendido es el de quien cree sin pertenecer o practicar una
religión específica, revela el sociólogo Massimo Introvigne, director del
Centros de Estudios sobre las Nuevas Religiones de Turín (CESNUR), los evangélicos
sin iglesias, ni estructuras; los católicos creen en su iglesia sin curas. Por otro lado, hay
cientos de miles de personas sinceras que buscan la verdad en medio de su
ingenuidad religiosa, deciden recurrir a la fe para resolver sus asuntos, caen y
son arrastrados por falsas doctrinas, pseudomaestros del esoterismo o
fraudulentos líderes religiosos, impregnados de una espiritualidad falsa, cimentada en la arena neo animista; religiones de consumo o de sectas ocultistas y
abiertamente anticristianas.
El ateísmo
está creciendo en todo el mundo, especialmente en los países "desarrollados" o del primer mundo. La
religión podría desaparecer para el 2041 debido al ateísmo según un estudio
Nigel Barber, el material y su análisis ha sido publicado en su nuevo libro:
“¿Por qué el ateísmo reemplazará la religión?” (Why Atheism Will Replace
Religion). Somos testigos del “celo entusiasta” con la que los ateos, agnósticos
y otros grupos están haciendo campaña en contra del cristianismo y su fe. Esto ocurre
ante la impávida vida de los seudos discípulos de Cristo, la indolencia de los
que se sientan en los altos sillones de su comunidad, la indiferencia
generalizada hacia el evangelio saludable que proclama la salvación y la
“negación” de la Escritura. “El ateísmo y
su derivación agnóstica está a punto de convertirse en la nueva religión”. Ante
tal situación, los cristianos debemos predicar el Evangelio de Jesucristo sin
temor, porque él es el camino, la verdad y la vida. Sólo él nos puede sacar del
estado actual de impiedad y somnolencia que ha caído las comunidades que proclamamos
de servir a la Iglesia de Cristo.
El Consejo
de la Ciudad de San Antonio, Texas, (USA) está considerando una propuesta que
podría crear un precedente político peligroso en “el mayor país cristiano en el
mundo.” Este Consejo, está estudiando un proyecto de ley que puede discriminar
y castigar a los que creen en la Biblia. Bajo el título de estar en “contra del
prejuicio”, el tema principal es el castigo en contra de todos aquellos que
expongan públicamente cualquier tipo de prejuicio en contra de los homosexuales,
lo que sería un problema para los defensores de la Biblia, por el solo hecho de
declarar que “la homosexualidad es un pecado condenado por Dios”.
Sergio
Villalobos R., Premio Nacional de Historia de Chile en el año 1992, escribió “desde
que el hombre comenzó a razonar sobre su destino político y social, aparecieron
doctrinas que aspiraron a guiar sus pasos. Han sido simples elucubraciones, planteamientos
abstractos y también cuerpos ideológicos manejados por organizaciones
partidista, valiéndose de la persuasión y a veces de los medios violentos.” Solo puedo decir, que estas palabras son el
reflejo del acontecer del espectro religioso social activista con que se
desenvuelve el estrato dirigencial en diversas comunidades cristianas del
Chile de hoy.
Un gran grupo
de comunidades han caído en el liberalismo religioso, ofreciendo un camino descaminado,
ya no hacen camino al andar, sino que han retrocedido hasta convivir con la apostasía
anunciada en la Palabra de Dios y otros han vuelto al paganismo por la mezquina
prebenda económica; nos hemos extraviado
de la ortodoxia primaria de la fe en Cristo; hemos caído en las fabulas, mitos,
en falsas doctrinas, desoyendo u omitiendo impunemente la voz del apóstol Pablo
“Desecha las fábulas profanas… Ejercítate para la piedad.” (1 Timoteo 4:7), la palabra “desecha” es sinónimo
de “rechazar”, el consejo de Pablo a Timoteo era evitar los cuentos inútiles
que son como los que las ancianas les cuentan a los niños. Es fácil perderse
siguiendo bifurcaciones y enredarse con cosas que no pasan de ser adornos
religiosos llenos de un falso espiritualismo emocional.
Las consecuencias o daños colaterales son inimaginables, teniendo en cuenta las situaciones adversas que enfrenta el cristianismo del tercer milenio, no se prevén medidas paliativas que nos conduzca a una
defensa mancomunada adecuada a los peligros que está expuesta la iglesia; menos
se avizoran las medidas o acciones que surtan efectos de compañerismo, de comunión, menos de la unidad que nos exige Jesús de Nazaret en oración de intercesión con la finalidad que el mundo crea.
Otro de los factores influyentes es el humanismo “Cristiano” es justo la “cristianización” del humanismo secular; la premisa básica es la misma premisa del humanismo secular, la que arremete en forma frontal contra la soberanía de Dios, corroyendo los cimientos en su nivel más esencial de la transmisión de la fe: la familia.
Las iglesias evangélicas están aumentando las personas nominales o las que se hacen pasar por cristianos, llenos de superficialidad o de demasiada rigidez, omiten que un verdadero cristiano es el hombre o mujer que se apoya en la fe de Cristo. ¿Qué debemos hacer?
Los discípulos de Jesús, le dijeron “auméntanos la Fe”, mostrando su incapacidad de comprender; la falta de entendimiento de las enseñanzas que se le estaba impartiendo; tenían una fe simple, casi superficial, basada en sus tradiciones; no comprendían que a su lado estaba la fuente de la fe. Aun nosotros no comprendemos que Jesús está nuestro lado hasta la consumación de los siglos.
Una de la medidas
urgentes a tomar, es retornar a la casa del Padre celestial como el hijo
prodigo, debemos dejar de comer las algarrobas del mundo, la migajas que caen
de la mesa del Rey y sentarnos como hijo amados en la mesa de nuestro Padre, para
alimentar la mente y nutrir la fe con alimento solido que nos da a través de la
Palabra de Dios. Es posible que en forma individual se haga, pero es, en un
porcentaje cada vez menor de los que dicen servir a Dios en espíritu y en
verdad. Los cristianos hemos perdido o extraviado la voz de la fe bien
direccionada, debemos clamar como los discípulos de Jesús de su tiempo: Señor “auméntanos
la fe.”
Esta situación
ocurría en el génesis del cristianismo; se estaba saliendo de los “tiempos de
esta ignorancia” (Hechos 17:30) y era necesario establecer la verdad,
presentarla a judíos o paganos quienes, al convertirse en cristianos, pasaban
de las tinieblas a la luz, del poder de Satanás y de los ídolos a Dios. Era
preciso apartarlos de las fábulas y conducirlos a la enseñanza de Cristo. Pareciera
que aún estamos bregando en el mismo campo de batalla que antaño, con la
diferencia que estamos atrincherado en el interior de nuestros templos o casa
de adoración.
Una de
nuestras kerigmas pentecostales es “Cristo viene”, “Cristo está a las puertas
de su segunda venida”, sin embargo estamos asistiendo desgraciadamente, al
movimiento inverso, es como el virus VIH pero en un sentido espiritual:
aquellos que llevan el nombre de cristianos se apartan de la doctrina de Cristo
para volverse a las fábulas (2 Timoteo 4:3-4).
Hoy haciéndonos
eco de esas palabras, deberíamos solicitar al Rey de reyes, y Señor de señores:
Señor “auméntanos la Fe”, este ruego debería hacerse con un corazón contrito y
humillado delante de la presencia de Yahveh (en hebreo יהוה «YHVH») nuestro Padre, eterno, sabio
y único Dios.
Jesucristo
le había enseñado que debían evitar el hacer tropezar a otros, y por otra
parte, el estar siempre dispuestos a perdonar, esto requería fortaleza de lo
alto y creer que tal fortaleza les sería dada en respuesta a oraciones. Los apóstoles
le ruegan en forma imperativa, en un contexto absoluto, que les aumente la fe.
Esta fe no es la "teológica," sino la "confianza" en el
poder y bondad de Dios para realizar algo, para mantenerse dentro de la
voluntad de Dios.
He aquí la
respuesta del Señor, para las dificultades, extravíos o desviaciones de hoy, la
solución se encuentra dada hace dos mil años, “debemos tener fe como un grano
de mostaza”. El poder de esta fe se lo expresa al comparar su potencia si
aquélla fuese equivalente a un "grano de mostaza." Comparación
rabínica usual para indicar lo más pequeño. En otras palabras, ningún desvíos,
dificultad, problema o complicación aunque sea enorme, nos puede separar del
amor y del camino, debemos poner en acción nuestra fe, tan solo como un grano
de mostaza, una fe direccionada vigorosa y victoriosa, la fe de los Hijos amados
de Dios.
Juan Salgado Rioseco
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