II.
Existencia de la Unción.
1.
Opinión Teológica.
Acerca de la existencia de la unción del Espíritu Santo, es muy
importante darlo a conocer, ya que sin esta comprobación sería difícil probar
una hipótesis y nos surge una pregunta ¿Existe verdaderamente la unción?. A
esta pregunta algunos teólogos responden, a través de sus escritos:
Stanley Horton observa "El
Espíritu Santo es una realidad, nos revela a Cristo, habla en lugar de Cristo,
y actúa a favor de él. Todo mediante su autoridad. Cristo que esta sentado a la
diestra de Dios, nos habla en la época de la Iglesia mediante el espíritu Santo
ungiéndonos (unción) para servir".23 (Paráfrasis).
Es evidente la existencia de la unción, ya que nos capacita y nos
enseña la verdad, el hombre por sus propios medios le es imposible conocer las
cosas espirituales.
Ferguson, en su Diccionario expresa que existe la "unción", y
a través de ella los creyentes recibían en el A.T. y en el N.T. el Espíritu
Santo, el cual los lleva a toda verdad, capacitándolos para
enfrentar y conocer las cosas espirituales, por lo tanto es imprescindible
poseer esta unción, sin ella no podrían servir a Cristo".24
(Paráfrasis).
Chafer se refiere a la existencia de la "unción", usando un
versículo de la Biblia (Jn. 14:7), "porque
mora con nosotros y estará con nosotros...", así como los sacerdotes
eran ungidos y puestos aparte para sus tareas, de igual forma el cristiano es
ungido por el Espíritu Santo en el momento de la Salvación y por la presencia
interna del Espíritu Santo es puesto aparte para su nueva vida en Cristo, este
ungimiento es universal y ocurre en el momento de la Salvación.25
(Paráfrasis).
Otros modos de mostrar la existencia de la unción. La Cueva explica:
"que sin la unción no se podría llegar
nunca a la santificación, y como dice la Palabra, sin santidad nadie verá al
Padre y si no existiera, en vano serían los esfuerzos por medios carnales, el
ver algún día a Dios, y se lucharía banalmente".26 (Paráfrasis).
Edgar Young escribe algo interesante, que se debe tener en cuenta: “el mismo Mesías ha de ser ungido por el
espíritu santo para su obra”.27
Como conclusión, es imposible que la unción no exista, debido que es el
Espíritu Santo quien guía a la conversión, a comprender las cosas espirituales,
y a consagrarse en una vida nueva para Dios. Sin la unción no podríamos ser
testigos de Dios (Hch. 1.8).
Como dice Davis Earl: “Donde esta
el Espíritu de Dios hay poder... el poder interior se demuestra en la remodelación
y fortalecimiento de nuestras vidas”.28
2.
Comprobación Bíblica de su existencia.
Las Escrituras corroboran la existencia de la "unción",
aunque esta palabra no aparece en ellas literalmente, es a través de los
sinónimos o la acción que se refiere al "ungir". Esta comprobación es
muy esencial ya que la Biblia es la Palabra de Dios. Surge la siguiente pregunta ¿Se ve la unción
del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento?.
Las evidencias son claras en las personas que fueron ungidas para
cumplir ciertas funciones. El Espíritu de Dios descendió sobre las personas que
eran consagradas a Dios, se hacía simbólicamente a través del aceite de la
"unción, el aceite simboliza al Espíritu Santo.
La unción de profetas, sacerdotes y reyes eran iniciados para su
ministerio por medio de la unción (ungir con aceite), la cual simbolizaba la
acción invisible del Espíritu Santo (Is. 10:27). Además las Sagradas Escrituras
expresa que ciertos jueces experimentaron la unción del Espíritu Santo que los
capacitó para cumplir una tarea determinada: Othoniel, Gedeon, Jephete, Sansón
(Jueces 3:10; 6:34; 11:29; 13:25).
Israel deseaba un monarca y Dios le dió a Saúl en calidad de rey (fue
ungido con aceite), capacitándolo para su labor (1 Sa. 10:6,10; 11:6; 19:23).
Daniel recibió la "unción", a través del profeta Samuel, para ser rey
de Israel (1 Sa. 16:13), los profetas a través de la historia de los hijos de
Israel, profetizaron bajo la unción del Espíritu Santo (Neh. 9:30; 1 P. 1:10).
Las Escrituras declaran que el Espíritu de Dios residía sobre el profeta Elías
(1 R. 17:1,2); también en Eliseo (2 R. 2:21). La unción no era universal, sino
particular y en algunos casos en forma parcial, no existen evidencias en A.T.
que el E. S. moraba en cada creyente como indica Juan 14:17.
En el N.T. existen evidencias fehacientes de la "unción" del
Espíritu Santo, hecho característico de
ese tiempo y también de nuestros tiempos (2 Co. 1:21; 1 Jn. 2:20,27) por
medio de la unción el creyente es santificados o apartado para Dios, no con
aceite como en el A.T. (símbolo del Espíritu Santo), sino con el mismo Espíritu
Santo. En el N.T. la unción también significa poder capacitador, con una
diferencia del A.T. que mora en nosotros (Jn. 14:17) permanentemente y al igual
que en el A.T. se ungía una sola vez.
El N.T. Interlineal de F. La Cueva enseñan: "Y vosotros unción tenéis de parte del Santo y sabéis todo...",
asegura que tenemos la unción (1 Jn. 2:20,27). En Segunda de Corintios,
capitulo uno, versículo 21, en el Interlineal escribe: "y el consolido nos
con vosotros en Cristo y ungió nos (es) Dios...".29
III.
Valor de la Unción.
1.
¿Tiene valor la unción?
Es muy importante saber si tiene valor la unción, se vive en un mundo
muy convulsivo, y que interesa saber verdaderamente como cristianos cual es el medio
que Dios utiliza para poder enfrentar las tareas que impone, con relativo
éxito.
VINE expresa: "el hecho de
que los creyentes tengan la "unción del Santo" indica que esta unción
los hace santos, separándolos para Dios. El don del Espíritu Santo es el medio
eficaz para capacitar a los creyentes para poseer un conocimiento de
verdad".30
Chafer refiriéndose a Ro. 8:9, sostiene "la unción es muy significativo en la Salvación del cristiano e indica
su seguridad, que es apartado para Dios".31
Francisco La Cueva escribe:
"que es el Espíritu Santo quien ilumina
los ojos de nuestro entendimiento, todo lo que somos se lo debemos a la obra
del Espíritu Santo (unción), sin unción no hay fe, ni temor de Dios, ni amor a
Dios y al prójimo, ni santidad... la unción comparte la santificación del
individuo lo cual tiene incomparable valor".32
A través de estos escritos, se puede deducir el tremendo valor que
tiene la unción en el creyente, estando consciente de lo que significa, y
conocer su propiedad teológica.
2.
¿Para quién tiene valor?
Tanto las Escrituras, como las opiniones vertidas por los autores de
los distinto libros consultados, nos entregan evidencias que el valor de la
unción se centra en el creyente, a todos los que aceptan a Jesucristo como
Salvador, estos tienen la "unción del Santo". Cuando se relaciona con
la vida al servicio de Dios, como lo dicen las Escrituras, adquiere mucho más
valor. Reconociendo que muchas personas se equivocan con el verdadero
significado de estas palabras, pero esta la posibilidad de encontrar la causal
de donde viene la mala interpretación, a través de la investigación.
Deyros escribe:
“el concepto de unción mal interpretado viene
de la influencia ejercida por dos libros de gran venta en todo el continente:
"Buenos días; Espíritu Santo y la Unción, ambos escritos por el Pastor
Benny Hinn, carismático norteamericano. Estos dos escritos han figurado como
los libros de mayor venta en los E.E.U.U. en estos últimos años. La influencia
de Hinn en América Latina llegó no solo por sus libros sino también por el
ministerio de un pastor argentino de la unción de la Asamblea de Dios, Claudio
Freidzon. En 1992 este pastor pentecostal de la Iglesia Rey de Reyes, en Buenos Aires, fue a visitar
a Hinn a Orlando, según él fue allí que recibió "la unción", que
luego comenzó a ministrar en su congregación. En pocos meses su Iglesia creció
notablemente al tiempo que pastores y miembros de toda las Iglesias Evangélicas
de Argentina y países vecinos asistían para recibir la unción".33
Desde Argentina “la unción” ha pasado a otros países del continente y
muy pronto puede que se tome como un elemento característico de buena parte del
protestantismo latinoamericano de este último tiempo. El motivo de poner estas
notas en esta parte de la investigación es para darse cuenta cuan fácilmente se
dejan influenciar los seres humanos, buscando experiencias externas para
demostrar la existencia de Dios. Cuando los cristianos comprendan el verdadero
significado de la "unción del Espíritu Santo", podrán saber lo importante
que es el hombre para Dios, y que este Padre amoroso necesita comunicarse con
los seres creados por él.
3.
¿Por qué es importante saberlo?
Primeramente, para que nadie engañe, no conformarse con lo que se dice,
sino poder investigar, saber lo que Dios quiere decir, y aprender a descubrir
muchas verdades y bendiciones cristianas.
Chafer explica: "el creyente es un
testigo por el Espíritu Santo (Hch. 1:8). El creyente es santificado por medio
de la unción del Espíritu Santo (Ro. 8:26; 12:1; Ef. 5:18-20), el creyente esta
llamado a reinar por medio del Espíritu Santo. La dedicación del creyente debe
ser completa (Ro. 12:1-2). Sin este conocimiento nunca podremos llegar a
santificarnos y nunca podremos llegar a la altura que Dios nos exige, para
algún día volver a verlo".34 (Paráfrasis).
CONCLUSIÓN
A través de la investigación del tema de la
unción del Espíritu Santo, observando el pensamiento de muchos eruditos y las
mismas Escrituras, la cual es nuestra principal revelación, y la opinión de la
iglesia se concluye que:
La "unción del Santo" (1 Jn.
2:20,27), es el Espíritu Santo, que mora
en el creyente, el cual deja Jesús para guiar e iluminar a los suyos. Sin la
obra del Espíritu Santo no hay fe, ni temor de Dios, ni posible salvación. Sin
la unción del Espíritu Santo, nadie se vuelve a Dios, ni se arrepiente, ni
cree, ni obedece.
La ciencia, la educación, el arte no ha
podido llevar al cielo a una sola persona, ni vendar un corazón quebrantado,
menos sanar una conciencia herida. Los mayores filósofos, científicos,
artistas, literatos de todas las épocas no han tenido la respuesta adecuada
para solucionar los grandes problemas que enfrenta el hombre.
Para habitar con Dios, eternamente, el ser
humano necesita estar equipado convenientemente, es ahí donde se necesita
"la unción del Espíritu Santo", como se muere una sola vez en forma
física, y se resucita una sola vez, la unción se recibe una sola vez. Son las
Escrituras quien la corrobora en Primera
de Juan 1:20, 27, esta conclusión. Debido a que no existe en otro lugar de las
Escrituras lo contrario, y las formas gramaticales en el idioma original, dan
la convicción de que la hipótesis planteada de que la "unción del Espíritu
Santo" solo se recibe una sola vez, tiene fundamento en la Palabra de Dios
(Adaptado del estudio de Mariela Contreras
Riquelme, para el ISUM de Chile 2002)
Notas al término:
1.
Emery H. Bancroft. Fundamentos
de Teología Bíblica. p. 248
2.
Vila Escuain. Ed. Nuevo
Diccionario Bíblico Ilustrado. p. 1181
3.
Vine, Diccionario Expositivo..
pp. 925-926.
4.
Ibíd, p. 925
5.
Ibíd.
6.
Fergunson, Ed.. Nuevo Diccionario de Teología. p.
1005.
7.
J.A. Moytyer. Nuevo Diccionario
Bíblico. p. 1394.
8.
Ralph Gower, Manual de
Costumbres. p. 117.
9.
Stanley Horton, El Espíritu Santo revelado en la Biblia.
pp. 34-35.
10.
Alonso, H., El Espíritu Santo. p. 201
11.
Moytyer. op. cit. 1394
12.
Vila Escuain. op. cit. p.
1181.
13.
Fergunson. op. cit. p.
1005.
14.
Vila Escuain. op. cit.. p.
1181.
15.
Alonso, H., op. cit. p.
201.
16.
Crane, J. D., El Espíritu Santo
en la experiencia del Cristiano. p.
47.
17.
Stanley Horton,. op. cit.
p.p. 91 y 179.
18.
Jhon Chafer. Greads Teng
Biblicos. p.p. 116-117.
19.
Francisco La Cueva. Curso Práctico de Teología
Bíblica. p.p. 558, 559, 560.
20.
Williams Evans. Las grandes
Doctrinas de la Biblia. p.p. 125-126
21.
Juan Calvino, Sumario de la
Investigación de la Religión Cristiana. pp. 129-130.
22.
Billy Graham, El Espíritu Santo.
p.31
23.
Horton. op. cit. p. 191.
24.
Fergunson. op. cit. pp.
1005-1006.
25.
Chafer, op. cit. pp. 116-117.
26.
La Cueva. op. cit. pp.
450-451.
27.
Young Mullins, Edgard. La
religión cristiana en su expresión doctrinal. p. 208
28.
Earl, David. La vida en el
Espíritu. p. 40.
29.
Lacueva, F. Nuevo Testamento Interlineal Griego
Español. pp. 936, 710.
30.
Vine, op. cit. pp. 925, 926
31.
Chafer, op. cit. pp. 117-121.
32.
La Cueva, op. cit. pp. 450, 451, 559.
33.
Deymos, Latino América en llamas. pp 147-148.
34.
Chafer. op. cit. pp. 119, 120.
Juan Salgado Rioseco
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