Los verdaderos líderes son escasos. La gente y
los grupos los buscan constantemente. A lo largo de la Biblia puede verse que
Dios también busca líderes. "...Jehová
se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para
que sea príncipe sobre su pueblo,... (1 Samuel 13:14)
La historia sacra nos enseña que en todo tiempo
y circunstancias Dios se ha valido de hombres de diferentes naturalezas y
condiciones sociales, para llevar adelante su plan de redención, en lo
personal, familiar y colectivo. Hombres como Abraham, José, Moisés, Josué, los Jueces,
Samuel, David, los Profetas, Daniel, Nehemías. En la época neotestamentaria nos
encontramos con Juan el Bautista, Pedro, Pablo, Santiago el Justo, Juan,
Timoteo, Tito, entre otros. Mujeres como: Debora, Ruth, Ester, Febe, Prisca,
Lidia, entre otras. Todas estas personas tenían algo en común: capacitados con
un poder especial para cumplir su misión.
Líder (Dirigente - Anciano "en una
comunidad cristiana"), es una persona capaz de dirigir, dictar pautas,
conducir grupos de personas tras ideales comunes. Un Líder es alguien que
arrastra personas tras de sí, es respetado, escuchado y obedecido, posee cierto
carisma lo que permite que las personas le escuchen, le obedezcan y le sigan.
Una persona que ejerce un liderazgo debe reunir
ciertos requisitos:
a.
Entregada a
una causa, aun objetivo primordial.
b.
Tener
visión, objetivos específicos, saber a dónde va y como llegar.
c.
Ser capaz de
motivar a otros, a unírsele, a proseguir tras los objetivos programados, a
pesar de las dificultades u obstáculos.
Los líderes pueden edificar o destruir una obra.
Una comunidad con líderes de calidad siempre tendrá el potencial para emprender
tareas con la seguridad en alcanzar las metas propuestas (Pr. 11:14; 15:22).
Tendrá el vigor y la eficacia de seguir proyectándose en el futuro, utilizando
estrategias y operaciones dinámicas con visión. Los líderes se forman, se
capacitan, se preparan y no se improvisan o nacen. En cambio una comunidad con
un liderazgo deficiente, no preparado, ni aprobado por Dios, su futuro será
incierto, menos con éxito.
Entre los diferente tipos de liderazgo, el más
exigente, a la vez el que exige más, es el Líder espiritual, debido a su forma,
y los objetivos plasmado en su accionar. El líder espiritual tiene que poseer
ciertas características que lo distinguen del resto del pueblo, que son los
factores que le permiten desarrollar principios para presidir la Iglesia de
Jesucristo y conducirla al cumplimiento del propósito de Dios.
Las iglesias crecen en todas las áreas cuando
son guiadas por líderes fuertes y espirituales, con el toque radiante de lo
sobrenatural en su servicio. Sin dicho liderazgo la iglesia se hunde en la
confusión y desazón natural. Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a
sufrir por amor a objetivos que sean suficientemente grandes como para exigir
una sincera obediencia. ( Sanders, J. Oswald. Liderazgo Espiritual.)
"...el que quiera hacerse
grande entre vosotros será vuestro servidor,
y el que de vosotros quiera ser el primero,
será siervo de todos"..
Marcos 10:43-44
La diferencia entre el liderazgo natural y el
espiritual:
Líder
Natural Líder
Espiritual
a.
Es
autogobernado. a.
Consagrado a Dios.
b.
Confía en sí
mismo. b.
Confía en Dios.
c.
Conoce a los
hombres c. Trata de
conocer a Dios
d. Hace sus propias decisiones d. Toma decisiones según la
voluntad de
Dios.
e.
Es ambicioso e. Es
modesto.
f.
Es
egocentrista f.
Es Cristocentrico.
g.
Origina
métodos propios g.
Busca los métodos de Dios y los sigue.
h.
Se dirige
por propias convicciones h. Se
deja dirigir por la Palabra de Dios.
i.
Le agrada
dar órdenes i.
Se deleita en obedecer a Dios.
j.
Está
motivado por consideraciones j.
Está motivado por el amor a Dios y al
personales hombre
k.
Es
independiente. K.
Depende de Dios.
La cantidad de trabajo que conlleva el
desarrollo de un liderazgo espiritual de calidad nunca tiene fin. Es un ciclo
continuo de buscar líderes, prepararlos, cultivar su crecimiento espiritual, y
entregarles el apoyo para que ejerzan su labor, motivarlos a continuar, a crecer
con todas sus potencialidades y darles los espacios necesarios para que
emprendan nuevos ministerios.
Desarrollar líderes es la mejor labor que una
iglesia puede ejecutar, así la comunidad, se proyecta con gran potencial, se
desarrolla saludable, crece dinámica y sé retroalimenta con nuevas
perspectivas, a la vez asegura su existencia en el tiempo.
Juan Salgado Rioseco