La naturaleza del Espíritu Santo. (Parte III)
Doctrina de la Pneumatologia
1.
Divinidad del Espíritu Santo:
Las Escrituras hablan claramente de la Deidad del
Espíritu Santo, y a través de toda la Palabra confirma que es una persona, no
una mera fuerza impersonal.
1.1.Es reconocido como parte de la Deidad.
"Deidad" es el
término usado en el NT para describir al Padre, Hijo, y Espíritu Santo. La
palabra para "Dios" en el hebreo del Antiguo Testamento es
"Elohim." Significa "Dioses" y se encuentra en plural. Esto
se ve claramente en los siguientes textos bíblicos (Gn. 1:26; 11:7; Isaías 6:8).
Estos versículos muestran
que la Deidad consiste de más de un solo Ser divino. Más bien indica que en la
Deidad existe una unidad.
1.1.1.
En la Gran
Comisión. (Mateo 28:18-20).
Es importante hacer notar el versículo 19, Jesucristo
está enseñando específicamente la doctrina de la Trinidad a sus seguidores.
Cada una de las tres personas de la Trinidad es completamente una unidad y aquí
son presentadas en el orden lógico de Padre, Hijo, y Espíritu Santo.
1.1.2.
En la Bendición
Apostólica. (2 Corintios 13:14).
En el pensamiento Paulino, la Trinidad se prueba a
través de la bendición dada por el apóstol Pablo en sus Doxologías epistolares,
donde demuestra la unidad de la Deidad. La variación en el orden de las
personas de la Deidad, manifiesta que ninguno es antes o después del otro.
1.1.3.
Por designación
escritural. (Apocalipsis 3:6, 13, 22;
2:7, 11, 17).
El Espíritu Santo habla a las iglesias a través de la
Palabra ya revelada por el Padre. En cumplimiento a lo establecido (Jn. 16:13,
14; 15:26).
1.1.4.
En la administración
de la iglesia. (1 Corintios 12:4-6).
El Espíritu trabaja a través
de creyentes individuales y los usa como instrumentos para cumplir los
propósitos de Dios. El apóstol Pablo enseña la doctrina de la Trinidad, en la
que el Espíritu cumple la función prominente de dotar a los creyentes de dones
extraordinarios para el servicio de la Iglesia de Dios en Cristo Jesús.
1.2.Los nombres
del Espíritu Santo.
Los títulos y los símbolos
del Espíritu Santo nos revelan su esencia y naturaleza. En relación a los “Títulos”,
están relacionados con su persona, su ser; en relación a los “símbolos” con su
obra, su hacer.
1)
El Espíritu (1 Corintios
2:10). La palabra griega pneuma en su aplicación al Espíritu Santo incluye la
idea de dos conceptos "soplo" y "viento".
**Como "soplo": Jn. 20:22; Gn. 2:7; Job
33:4; Sal. 104:30; Ez. 37:1-10. El Espíritu es el aliento de Dios emanando vida
para vivificar.
**Como "viento": Jn. 3:6-8; Hch. 2:1-4. El
viento simboliza la obra redentora del Espíritu como misteriosa, poderosa, penetrante, refrescante y que da
vida. Es invisible en su operación e inesperado en sus consecuencias.
2)
El Espíritu Santo
(1 Corintios 6:19). Mediante este nombre se enfatiza el carácter moral esencial
del Espíritu. Él es santo en persona y característica, y es también autor
directo de la santidad en los hombres. No es denominado "Santo" con
más frecuencia que las otras personas de la Trinidad por el hecho de ser más
santo, ya que la santidad infinita no admite grados. De este modo el Espíritu
es oficialmente designado "Santo" por el hecho de que su labor es
hacer santo. El Espíritu Santo ha venido a reorganizar la naturaleza del hombre
y para oponerse abiertamente a todas sus malas tendencias.
3)
El Espíritu
Eterno (Hebreos 9:14). De la misma manera en que la eternidad es un atributo o
característica de Dios, así también se le puede atribuir, y se le atribuye al
Espíritu Santo, como una de las distinciones personales del ser de Dios.
1)
El Espíritu de
Dios: El Espíritu Santo es el poder ejecutivo de la Deidad, el cual trabaja en
todas las esferas, tanto físicas como morales.
**Por medio del Espíritu Santo, Dios creó y preserva
el Universo.
**Por medio del Espíritu Santo -"el dedo de
Dios", Lc. 11:20- Dios opera en la esfera espiritual, convirtiendo a los
pecadores y santificando y sustentando a los creyentes. 1 Co. 3:16.
Este nombre describe al Espíritu Santo como
procediendo de Dios. Es enviado por el Padre y por el Hijo. Es el poder y
energía personal de la deidad.
2)
El Espíritu de
Jehová: Este nombre se refiere a Él como aquel por medio de quien hablaron los
profetas. (Isaías 11:2).
3)
El Espíritu de
Jehová el Señor: Este título muestra que es el agente a través el cual se
ejerce el señorío de Jehová. (Isaías
61:1).
4)
El Espíritu del
Dios vivo: Con este nombre, el Espíritu es retratado como Aquel que escribe la
imagen de Cristo sobre las "tablas de carne de los corazones" y quien
el creyente se convierte en una epístola viviente. (2 Corintios 3:3).
1)
Espíritu de
devastación: (Isaías 4:4; Mateo. 11:3). Este nombre representa al Espíritu como
aquel que escudriña, ilumina, refina y purifica de escorias.
2)
Espíritu de la
promesa: (Ezequiel 36:27; Joel 2:28; Gálatas 3:14; Efesios 1:13; Hechos.1:4,5;
2:33). Este nombre hace referencia al Espíritu Santo como cumplimiento de la
promesa del Padre al Hijo. El Espíritu también le da al creyente la seguridad
de que las promesas que Dios le hizo son seguras.
3)
Espíritu de
verdad: (Juan. 15:26; 14:7; 16:13; 1 Juan. 4:6; 5:7). Tal como Dios es amor,
así el Espíritu es Verdad. El posee, revela, imparte, conduce, testifica y
defiende la verdad. De esta manera se opone al "espíritu de error" (1
Jn.4:6).
4)
Espíritu de vida:
(Romanos 8:2; Apocalipsis 11:11). Él no sólo es el Espíritu viviente, sino
también el dador de vida. El Espíritu Santo es aquella persona de la Trinidad
cuya función especial es la creación y preservación de la vida natural y
espiritual.
5)
Espíritu de
gracia: (Hebreo 10:29; Zacarías 12:10). Es a través del Espíritu que conocemos
la gracia de Dios. Como la persona de la deidad que trae consumación todo acto
de Dios, el Espíritu lleva a cabo la obra de gracia iniciada en la vida de un
creyente.
6)
Espíritu de
gloria: (1 Pedro 4:13, 14; Romanos 8:16, 17; Efesios 3:16-19). El Espíritu no
sólo es una persona gloriosa, sino que es también el revelador de las riquezas
de la gloria de Dios para con nosotros.
7)
Consolador: (Juan
14:16, 26; 15:26; 16:7). La misma palabra griega traducida aquí por
"consolador" se traduce por "abogado" cuando se la utiliza
en relación con Cristo en 1 Juan 2:2. Significa "llamado para auxilio de
uno", "apareciendo en favor de", como un abogado en una corte
legal. También está incluida la idea de "fortalecedor", uno que
vigoriza y hace fuerte. Aquí se expresa una relación personal. En el lenguaje
común podría ser traducida como "el que toma parte", o "uno que
está a nuestro lado para ayudar.
8)
Espíritu de
adopción: (Romanos 8:12-15). Cuando una persona es salvada, no solamente se le
da el nombre de hijo de Dios, y es adoptado en la familia divina, sino que
también recibe dentro de su alma la conciencia de que es participante de la
naturaleza divina.
1.3.El Espíritu
Santo posee atributos divinos.
Los atributos divinos que se le atribuyen al Espíritu
Santo le pertenecen solamente a Dios:
1.3.1.
Eterno (Hebreos
9:14).
El mismo posee una vida que
nunca cesará, porque siendo Dios, es eterno. El Espíritu ha existido para
siempre.
1.3.2.
Omnisciencia
(Isaías 40:13-14; 1 Corintios 2:10,11).
Omnisciencia es definida
como “el estado de tener un conocimiento total, la cualidad de saberlo todo.”
Para que Dios sea soberano sobre Su creación de todas las cosas, ya sean
visibles o invisibles, Él tiene que ser omnisciente. Su omnisciencia no se
limita a una sola persona en la Deidad – el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
son todos omniscientes por naturaleza.
1.3.3.
Omnipresencia
(Salmo 139:7-12).
Se refiere “está presente en
todas partes al mismo tiempo”. David nos dice claramente que es imposible
escapar de la presencia del Espíritu Santo.
1.3.4.
Omnipotencia
(Zacarías 4:6; Lucas 1.35; Romanos 15:19).
Al igual que con los
atributos de omnisciencia y omnipresencia, se entiende que, si Dios es infinito
y soberano, lo cual sabemos que es, entonces Espíritu Santo también debe ser
omnipotente. Él tiene todo el poder sobre todas las cosas en todos los tiempos
en todas las formas.
1.3.5. Amor. (Romanos
15:30).
El Espíritu Santo es parte de la esencia de la Deidad y como Dios es
amor, el don que transmite el Espíritu al que entra en comunión con Él es el
amor de Dios.
1.3.6.
Santidad. (Efesios
4:30).
Es llamado Santo y porque su obra es santificadora, es
perfecto en todo sentido. Nunca ha pecado. No tiene la capacidad de hacer el
mal. Es Dios. (Romanos 1:4). Ya que nuestros cuerpos son el Templo del
Espíritu, tenemos que vivir en santidad. (1 Tesalonicense 4:3,7). Si no lo
hacemos, tenemos que pagar las consecuencias. (1 Corintios 6:19-20; 11:30).
1.3.7.
Verdad. (1 Juan 5:6).
"Y el Espíritu es el
que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad" (1 Jn. 5:6b). El Señor
Jesús hizo la misma afirmación en Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y
la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si la segunda persona
de la Trinidad es Divina, también lo es el Espíritu.
1.4.El Espíritu
Santo realiza obras divinas.
La personalidad divina del Espíritu Santo es observada
en sus acciones:
1.4.1.
Creador (Génesis
1:2; Job.26:13; 27:3; 33:4; Salmos 33:6; 104:30; Isaías 40:12-14).
El Espíritu Santo estaba
también involucrado en el acto de la creación del mundo, igual que el Padre y
el Hijo
1.4.2.
Resurrección de
los muertos (Romanos 8:11; 1 Tesalonicenses 4:14; 1 Corintios 6:14; 2 Corintios
4:14; Filipenses 3:10-11).
La elevación mesiánica de
Cristo por el Espíritu Santo alcanza su culmen en la resurrección, en la cual
se revela también como Hijo de Dios lleno de poder (1 Pedro 3:13; Romanos 1:3-4).
Creer en la resurrección de
los muertos ha sido desde sus comienzos un elemento esencial de la fe
cristiana.
1.4.3.
Contención
(Génesis 6:3).
La palabra
"contenderá", significa en hebreo "regir",
"juzgar" "gobernar", "decidir". Estas palabras
indican que el Espíritu Santo no podría continuar obrando sino durante un corto
tiempo, después del cual sería retirado de los irregenerados e impenitentes
seres humanos. Aun la longanimidad de
Dios debía terminar.
1.4.4.
Concepción de
Jesucristo (Lucas 1:35).
La concepción de Jesús no fue
un mero milagro en sí mismo; fue también el cumplimiento de la profecía del
Antiguo Testamento. Con más de 730 años de anticipación, Dios predijo que una
“señal” del Mesías para los judíos, sería la de un Hijo nacido de una virgen (Isaías
7:14), y este niño sería ambos humano y divino (Isaías 9:6). Esto es lo que
Gabriel le está recordando a María en el vs.32, 33.
1.4.5.
Regeneración del
pecador (Juan 3:3-6; Tito 3:5).
La regeneración o el
"nacer de nuevo" es obra directa del Espíritu Santo.
1.4.6.
Inspirador de la
Escritura (2 Pedro 1:21; 2 Timoteo3:16).
a.
Selección del
autor humano (Jeremías 1:5).
b.
Revelación del
mensaje a transmitir (Jeremías 1:9).
1.4.7.
Iluminación (2
Corintios 4:3-4).
a.
Apertura del
entendimiento hacia las Escrituras (Juan16:13).
b.
Revelación
comprensible de Dios (1 Corintios 2:9-10).
1.4.8.
Santificación
(Hebreos 10:14-15; 2 Tesalonicenses 2:13; 1 Pedro 1:2).
La santificación significa
"ser apartado para Dios." Dos ideas básicas y correlacionadas se
contienen en esto:
1)
Una es la consagración
en la que los cristianos deben considerarse a sí mismos la propiedad de Dios,
comprados por el precio de la sangre de Cristo (1 Corintios 6:19, 20). Ellos
deben dedicarse a sí mismos a hacer Su voluntad en todos los aspectos de sus
vidas. Desde el tiempo de su conversión hasta que ellos entren en el mundo de
la eternidad, son siervos de Dios para hacer el trabajo que Él les asigne para
el bien de su reino.
2)
El otro concepto
es el de la pureza. Porque Dios es santo, si nosotros Le queremos servir en una
forma aceptable, nosotros debemos ser santos (1 Pedro 1:15, 16). Los cristianos
no pueden vivir más como lo hacían anteriormente practicando el pecado. El
poder de Dios y sus promesas garantizan al cristiano la posibilidad de pureza
de corazón y vida (2 Corintios 6:14-7:1; 1 Tesalonicenses 5:23,24; 2 Pedro
1:3,4).
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