sábado, 25 de febrero de 2012

Fuegos extraños en la Iglesia del tercer milenio


La Iglesia del tercer milenio, se encuentra abrumada por la multiplicidad de enseñanzas seudas cristianas y formas cúlticas que están surgiendo en diversas comunidades religiosas, las que le están dañando y erosionando la base fundamental de su fe: la enseñanza de Jesucristo.

Sus efectos se manifiestan en misceláneas formas, una de la más importante, es la falta de credibilidad de los principios que ha postulado desde el ministerio de Galilea por Jesús de Nazareth.

Los cristianos, que manifestamos nuestra fe, a través de la vivencia pentecostal, hemos venido observando las nuevas tendencias en comunidades catalogadas como neo pentecostales u otras, como: nuevas enseñanzas, supuestos prodigios, manipulaciones de la fe de los creyentes débiles o neófitos en el conocimiento bíblico, teniendo como explicación que es el nuevo accionar del Espíritu de Santo, sin embargo, de acuerdo a la enseñanza de la Palabra de Dios son tendencias profanas, desviadas desde el punto de vista de la correcta interpretación de la Palabra de Dios, o sea: “Fuego extraño”.

¿Pero que es “Fuego extraño”? Los hijos del sacerdote Aarón, Nadab y Abihu, como líderes espirituales del pueblo ante el Omnipotente, tenían la responsabilidad especial de obedecer a Dios ya que estaban en un puesto en el que fácilmente podían extraviar a mucha gente. Pero su acto fue un fuego no autorizado por los lineamientos dados por Dios para la adoración; desobedecieron a lo establecido por el Todopoderoso; realizaron un acto de adoración cuando no les correspondía; omitieron la ordenanza de Dios siguiendo su propia manera de realizar las cosas de Dios; fueron descuidados al no seguir las leyes para los sacrificios; se presentaron inadecuadamente para realizar un servicio de Dios.

Entonces podemos llegar a la siguiente conclusión de que es un “fuego extraño”, es profanar a lo establecido por Dios; tratar sin el debido respeto una cosa que se considera sagrada; es dañar con palabras o acciones la dignidad, la estima y la respetabilidad de Dios. Al realizar un "fuego extraño” es convertirse en profano, o sea, que nuestro servicio o adoración no es sagrado ni sirve a usos sagrados, sino solo instinto humano o carnal; que es contrario a la reverencia debida a las cosas Dios; que somos ignorante, no entendido en el genuino servicio sagrado; que somos libertinos o muy dado a las cosas del mundo.

¿Pero cómo se manifiesta el “fuego extraño”, en la actualidad? Todos conocemos la historia griega de Paris, Helena, y el famoso caballo de Troya, que el final fue la destrucción para la imbatible Troya, después de diez años de épica defensa. Los cristianos de hoy, hemos ingresado a nuestras comunidades nuestros propios caballos de Troya, que están simbolizados por los “fuegos extraños” que hemos inducidos en nuestras liturgias y enseñanzas.

Estos “fuegos extraños” se manifiestan en una multiplicidad de formas: la risa santa, borrachos o ebrios en el espíritu, caídas en masa hacia atrás en desorden en actitud indecorosa por el toque de de algún iluminado de moda, la unción de ruidos animalísticos, el santo revuelco, etc.

Esta multiplicidad también la encontramos en la enseñanza y acciones, que traspasan la sana doctrina y se podrían catalogar como herejes: doctrina de los pequeños cristos, doctrina de pactos, el dualismo, la activación de ángeles, imposición directa de manos en las partes genitales para echar fuera demonios lujuriosos, gritar todos a una creyendo que así salen los demonios, espíritu de la Visión, muchas de estas acciones o enseñanzas son postulados por la secta conocida como G12, justificándolas como “experiencias espirituales personales”.

Otras, se exteriorizan a través de las regresiones, visualizaciones, psicodramas, hipnosis en masa, guía exclusiva por sueños y visiones, salidas del cuerpo (proyección astral), levitaciones (levantarse del suelo) o el crecimiento de acciones tipo animista o panteísta, la comercialización de seudos iconos cristianos (agua bendita del Jordán, la rosa de Sarón, tierra bendita de Palestina o del Gólgota, sal traída de tierra santa, etc.).

Los llamados nuevos Ministerios, postulan una nueva interrelación e intercomunicación con Dios, donde incluyen revelaciones directas de la divinidad, sacando las Sagradas Escrituras de sus oficios o enseñanzas, guiándose exclusivamente por estas nuevas revelaciones. Algunos de estos seudos líderes han osado decir que solo se comunican con el Padre directamente dejando a un lado al Hijo Jesús u otros se hacen pasar por nuevos cristos encarnados en la tierra, los más cautos se autodenominan como “apóstoles”, colocándose por encima de la Iglesia de Cristo, postulando recibir nuevas comisiones o revelaciones directamente de Jesús.

Aunque se debe reconocer que exteriorizaciones de “fuego extraño” también se manifiestan en las comunidades que se catalogan como conservadoras a la enseñanza de Cristo, principalmente por la falta de conocimiento de la doctrina de Jesús: en la manipulación de la fe por omisión de los mandamientos, preceptos u ordenanzas del Maestro; en la parcelación, teniendo enraizado el “efecto Diotrefes”, de sus organizaciones humanas; en seudas jerarquizaciones institucionales, dejando a un lado el modelo bíblico, tanto en la institucionalización, finanzas o generación de futuros líderes; en dejarse guiar por líderes carismáticos que se entronizan como cabezas de la Iglesia de Cristo.

Tal despliegue de “fuego extraño”, ha traído funestas consecuencias para la Iglesia cristiana del tercer milenio, en especial para el movimiento pentecostal: en primer lugar han erosionado los fundamentos de fe de la Iglesia; han causando una enorme disgregación en las y entre las comunidades; el crecimiento desmedido y sin control de falsos líderes cristianos, con apariencia de siervos de Dios, pero en su interior son llevados por sus propias concupiscencias en pro del bien personal; el descredito generalizado de la iglesia en medio de la sociedad; ser conducidos por lideres que buscan mas su bienestar personal y la de su círculo intimo que el bienestar espiritual de la grey de Dios; el enfriamiento de la fe y el servicio de miles de creyentes.

Este ambiente ha traído una gran convulsión entre los que se mantienen en la sana doctrina traspasada por siglos, con los que postulan estas neas doctrinas. La interrogante que muchos de los creyentes que aman a Jesús en forma genuina, ¿es que hacer? ¿a dónde va parar todo esto? La respuesta a estas interrogantes y a otras se encuentra en la doctrina bíblica, cuando entramos en un profundo escudriñamiento de la Palabra de Dios, vamos descubriendo que la situación actual ya esta descrita en forma asombrosa por los diferentes autores de la Biblia, tan magistralmente guiados por la inspiración del Espíritu Santo.

El Maestro Jesús nos aconsejo al respecto que si alguien nos dice que miren, aquí está el “Mesías”, o 'Miren, allí está', no lo creamos. Además advirtió que vendrán falsos mesías y falsos profetas; y harán señales y milagros, para engañar, de ser posible, hasta a los que Dios mismo ha escogido, que deberíamos tener cuidado. Estos “fuegos extraños” son tan convincentes en sus argumentos y sus fenómenos tan atraíbles a las masas, minusválidas del entendimiento de la enseñanza bíblica y desvalidas de la fe verdadera en Cristo, que le es difícil no alejarse de Cristo.

¿Cuál debería ser la postura del verdadero cristiano? Estar preparado, dice Jesús, podemos mantenernos firmes, pero no resistiremos si no estamos preparados.

Para descubrir la ocultación de estos falsos maestros, líderes religiosos o profetas debemos preguntarnos: ¿Han sido verdaderas sus predicciones o han tenido que irse ajustando a lo ocurrido? ¿Usan en sus enseñanzas alguna pequeña porción de la Biblia descuidando el resto? ¿Están sus enseñanzas en contra de lo que la Biblia dice acerca de Dios? ¿Son sus prácticas un medio de glorificar al maestro o a Cristo? ¿Promueven sus enseñanzas hostilidad hacia otros cristianos? Las respuestas sinceras a estas incógnitas, nos darán la respuesta si estamos en presencia de un “fuego extraño”.

Muchos años después el apóstol Pablo abordo este mismo tema con los ancianos de la iglesia de Éfeso, aconsejándoles de estar atento, cuidar la congregación y la iglesia de Cristo, que estos agentes del “fuego extraño”, que se manifestarán como lobos feroces con la intencionalidad de acabar con la iglesia, enseñando mentiras a los que son atraídos. En tal circunstancia los cristianos deben estar alerta, mantenerse en la enseñanza recibida, aferrarse al mensaje de Dios, para poder crecer espiritualmente y recibir las promesas del Altísimo, de esa forma contrarrestar los incendios espirituales que provocaran estos “fuegos extraños”.

A través de la enseñanza aplicada del apóstol Pablo, encontramos el consejo que no debemos cambiar fácilmente de manera de pensar ni se dejarse asustar por nadie que diga haber tenido una revelación del Espíritu, o de recibir una enseñanza de palabra o escrita contrarias a alguna enseñanza bíblica. No debemos dejarnos de engañar de ninguna forma, manifestación o evidencia que sea contraria a lo establecido a lo mandado por Jesús. Todo lo que estamos viviendo es parte del plan secreto de la maldad que está en marcha.

El apóstol Pedro, escribió que el pueblo de Dios debe tener en cuenta en forma permanente que en los días últimos vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus propios malos deseos, que se mofaran de las enseñanzas que la iglesia ha guardado de siglos e idearan nuevos conceptos para adorar a Dios, creando a un dios distinto al Dios revelado en la Palabra, con manifestaciones extrapolada con los intereses humanos, que provocaran una descontextualización de la sana doctrina cristiana.

La gran advertencia del apóstol de los gentiles inspirado por el Espíritu Santo, es que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios. Que muchos incluso algunos de los escogidos, harán caso a esta gente hipócrita y mentirosa, cuya conciencia está marcada con el hierro de sus malas acciones, debido a que estos falsos maestros son mentirosos e hipócritas que incitaban a la gente a seguir a "espíritus engañadores y a doctrinas de demonios". A tales situaciones no debemos dejarnos impresionar indebidamente por las credenciales o el estilo de los que manifiestan “fuego extraño” en sus ministerios, sino que debemos mirar la enseñanza paulina sobre Cristo, debido a que Jesús es la fuente de su mensaje.

Para evitar el “fuego extraño”, debemos hacer correctamente lo ordenado por Dios en su Palabra escrita, para así demostrar el respeto y el amor hacia Dios, como verdaderos adoradores en espíritu y en verdad.

Juan Salgado Rioseco

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