Las congregaciones pentecostales que se mantienen en el
paradigma conservador o clásico, que se originaron en los movimientos de
santidad, están siendo confrontadas por las neo tendencias religiosas que han
evolucionados hacia un liberalismo doctrinal y moral a la mano del
postmodernismo secular y al relativismo ético.
Los legisladores han aprobados leyes seculares que atentan o
contradicen los principios esenciales de la fe cristiana en general y morales
fundamentales del movimiento pentecostal en lo particular, lo que, provocando
una crisis de valores en la sociedad. Las praxis pentecostales se han visto hostigadas
y acosadas por el in crescento racionalismo humanista, la decadencia valórica y
la relativización de las normas morales.
Debido a lo anterior, las propuestas valóricas del
movimiento pentecostal se han vuelto ineficientes y las posturas doctrinales
clásicas inoperantes ante las tendencias del aumento de los miembros nominales
que están engrosando las diversas congregaciones.
Ante lo anterior, los cuadros pastorales y de liderazgo
están siendo forzados a una permanente capacitación que refuercen su accionar
ministerial, con el fin, que sus argumentos teológicos, doctrinales, dogmas de
fe, sus ponencias éticas, posturas valóricas sean en primer lugar esencialmente
fundamentadas bajo la óptica bíblica y luego con la convicción y solidez
cristiana sean sus argumentos convincentes para los que tiene una posición
hostil a la fe de Cristo.
El concepto divino
del matrimonio.
El matrimonio es la primera institución constituida por
Dios. En el relato de la creación de Génesis 1 y 2, se encuentra el estribillo:
"Y vio Dios que era bueno".
Sin embargo, cuando el lector llega a 2:18, se encuentra con la siguiente
apreciación: La soledad del hombre, "No
es bueno que el hombre esté solo". Por eso, Dios creó a la mujer e
instituyó el matrimonio. Luego Adán y Eva tuvieron descendencia, constituyendo
una familia.
Comenzando con la primera pareja, la Biblia destaca la
importancia del matrimonio y la familia. Describe detalles de las familias de
los prominentes líderes, tales como Abraham, Isaac, Jacob, Moisés y David.
Aunque Jesús nunca contrajo matrimonio, aprobó este con su presencia en las
bodas de Cana y enseñó sobre la relación matrimonial. En Génesis 2 encontramos
en esencia la enseñanza más avanzada sobre esta relación.
El propósito fundamental del matrimonio es proporcionar
compañía y ayuda mutua: "No es
bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él". La
palabra hebrea que se traduce "idónea" sugiere en primer lugar
"la similitud" o "correspondencia" y luego
"adecuada" sería una persona que podría tomar parte en la vida del
varón, responder a su naturaleza con entendimiento y amor, y cooperar con él
para realizar el plan divino. Dios le proporcionó una compañera que satisfacía
como complemento lo que a este le faltaba. Creada para tener comunión y
compañía, el hombre sólo tendría una vida plena cuando pudiera compartir,
confiar y amar en el círculo íntimo de la familia.
Según el plan divino, el matrimonio ha de tener ciertas
características:
1. Debe ser monógamo: pues Dios creó a una
sola mujer para el varón. (Después permitió la poligamia, pero nunca la aprobó,
porque es incompatible con el ideal de Génesis 2:24 "serán una sola carne"). Este texto bíblico pone de
relieve la dignidad y el significado profundo de la unión matrimonial.
2. Debe ser exclusivista: pues
"dejara el hombre a su padre y a su madre".
3. Debe ser una unión estrecha e íntima:
"Se unirá a su mujer, y serán una sola carne". Así, implica que la
unión es tanto física como espiritual. Los cónyuges deben estar unidos por amor
mutuo, intereses comunes y un propósito común.
4. Debe ser indisoluble: cualquier
rompimiento de la unión matrimonial, con la excepción de la muerte, viola el
plan divino. (Mal. 2:14).
5. Debe ser armónico: Dios instituyó la
familia para proporcionar un ambiente ideal, en el cual los hijos puedan ser
criados cabalmente en todo aspecto: Físico, social y espiritual. (Mal. 2:15)
Postura de Jesús con
respecto al matrimonio:
Confirma lo establecido por Dios en Mateo 19:4-6, (Mr.
10:6-9) por lo tanto, el designio de Dios es que el matrimonio sea un estado
permanente.
Ratifica el propósito del matrimonio con respecto a la
exclusividad, intimidad y a la indisolubilidad en forma enfática. (Marcos 10:7-8).
La enseñanza de Jesús sobre el matrimonio. Ref. Mr. 10:9. Jesús está resumiendo la
revelación divina acerca del vínculo matrimonial.
Significado de “unirá”, griego “proskollao” (Diccionario Strong
#4347): Pegar o unir con cemento varias cosas; mantenerse, adherirse, unirse
firmemente. La palabra en el NT describe primariamente la unión de esposo y
esposa. La adición de “pros” a “kollao” intensifica la relación de esposo y
esposa. Proskollao incluye fidelidad, lealtad y permanencia en las relaciones.
Postura del apóstol
Pablo con respecto al matrimonio:
El pasaje que se encuentra en Efesios es especialmente
profundo en su área referente a un exitoso matrimonio bíblico. “Las casadas estén sujetas a sus propios
maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo
es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador.” (Efesios
5:22-23) “Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.”
(Efesios 5:25). “Así también los maridos
deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, así
mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la
sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” (Efesios 5:28-29). “Por esto dejará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” (Efesios
5:31), en especial en este último texto Pablo vuelve a consolidar la enseñanza
trasmitida por Jesús y lo que está establecido por Dios.
Podemos resumir: El matrimonio, es base para una sociedad, sana,
integra, con sólidas bases morales y bajo una ética verdadera; el pacto
matrimonial establece tanto como para el hombre y la mujer algunas
características y funciones específicas que permitan una vida conyugal
armoniosa, llena de vida, amor y perdón.
EL “matrimonio” es un Pacto Sagrado ante Dios y los hombres,
que tiene las siguientes características: Indisoluble - no caduca - de
bendición - provisión irrenunciable.
Dios bendice a la pareja que se somete a su voluntad bajo el
vínculo del matrimonio consagrado y cuida de ellos. Este pacto expresa: compromiso
mutuo – amor – fidelidad – integridad - búsqueda del rostro de Dios - muerte de
una vida individual - consagración a Dios
y al vínculo matrimonial.
Juan Salgado Rioseco
No hay comentarios:
Publicar un comentario