jueves, 14 de abril de 2016

La Gran Comisión para la Iglesia de Cristo Jesús. (Parte II)

Una parte de la gran Comisión: “Id, y haced discípulos”, sin discriminación, ni acepción de personas y “Enseñar” lo que Jesús mandó.
 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;” (Mat 28:18-20).
Etimología de algunas palabras:
mathetes (μαθητής), lit.: aprendiz (de manthano, aprender; de una raíz math–, indicativa de pensamiento acompañado de esfuerzo, en ciertos tiempos como saber, estudiar, aprender), de ahí, denota a uno que sigue la enseñanza de uno, como los discípulos de Juan (Mt. 9:14); de los fariseos (Mt. 22:16); de Moisés (Jn. 9:28).
Se usa de los discípulos de Jesús:
a.        en un sentido amplio, de los judíos que vinieron a ser partidarios suyos (Jn. 6:66; Lc. 6:17), algunos de ellos siéndolo en secreto (Jn. 19:38)
b.        de manera especial de los doce apóstoles (Mt.10:1; Lc. 22:11).
c.         de todos los que manifiestan que son sus discípulos permaneciendo en su Palabra (Jn. 8:31; 13:35; 15:8)
d.        en Hechos, de los que creían en Él y confesaban su nombre (Hch. 6:1,2,7; 14:20,22,28; 15:10; 19:1, etc.).
Un discípulo no es meramente uno que aprende, sino un partidario; de ahí que se les mencione como imitadores de su maestro. (Jn. 8:31; 15:8).

¿Qué es discipular?
Es hacer lo que hizo el Señor Jesucristo con sus discípulos, enseñarles la Palabra de Dios, mostrarles cómo aplicarla a sus vidas, pasando tiempo con ellos, preocuparse por lo que están pasando, que debilidades tienen, que problemas están enfrentando, que preguntas, etc.
Un discipulado no es solo un tiempo en el cual se comparte algunas lecciones de la Biblia y después que cada uno viva su vida como pueda, realmente ese no es un discipulado que encontramos en la ordenanza que Cristo nos mandó, un discipulado verdadero es cuando pasamos tiempo con una persona e inviertes tu vida con ella, esto es muy costoso; dedicas tiempo, dinero, decepciones y una gran cantidad de circunstancias, pero al final obtendremos un discípulo que se pueda multiplicar en otra persona.

¿Qué debemos discipular?
“enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;” Mateo 28:20.
La palabra enseñándoles, se tradujo del griego “didasco” que significa instruir y enseñar sistemáticamente.
 La palabra guardar, en este versículo, se tradujo del griego “tereo” que tiene, entre otros significados, el de obedecer. También la palabra “tereo” significa “conservar” y tiene la connotación de permanecer en la práctica de una enseñanza.
La ordenanza de Jesús: Él dice “vayan y hagan discípulos, enséñenles sistemáticamente a permanecer, a conservarse firmes en la observancia de los mandamientos establecidos por Dios”.
¿Proceso de DISCIPULAR?
1.             Misión de la Iglesia.             Discipular.
2.             ¿Cuál debe ser la forma?      Enseñando que guarden lo que Jesús enseñó.
3.             ¿Cómo debe hacerse?           Instruyendo en forma sistemática; creando el hábito a la obediencia a Dios; instando a conservar lo transmitido; y permanecer en la Palabra.
Entonces: “Haced discípulos”.
Es dar cumplimiento a uno de los mandatos de la comisión pastoral, es llevar a una persona a un cambio de conducta que refleje la integración de los valores cristianos en la vida cotidiana y la integración a la iglesia como un verdadero adorar y crecer en lo personal en beneficio de la comunidad al cual está integrado; es capacitarlo en el servicio a Dios para poder enviarlo a ejercer al ministerio con los medios necesarios para que actué con idoneidad y eficacia en la labor encomendada.

¿Qué es un Discípulo?
Un discípulo es aquella persona que aprende alguna enseñanza o doctrina de un maestro.
En otras palabras: un discípulo es alguien que se coloca en una actitud de aprender algo de otra persona; es un partidario de su maestro; es aquel que aplica y propaga las enseñanzas de su maestro; de ahí que se les mencione como imitadores de su maestro. (Jn 8:31; 15:8).
Tareas y Objetivos del Discipulado:

1.        Enseñar la Palabra de Dios.
·      Que conozcan las leyes del reino de Dios.
·      Que aprendan los principios morales y éticos de la fe cristiana.
2.        Transmitir las normas bíblicas.
·      Que adopten actitudes y adquieran un carácter de un discípulo de Cristo.
3.        Ayudar al crecimiento espiritual.
·      Que logren la eficacia en el servicio a Cristo y su Iglesia.
Sumario
El mandato de Jesús es preciso, no tan solo “Predicad”, sino “Haced discípulo “, es el deber tanto individual como colectivo, cuando no cumplimos u omitimos la gran comisión delinquimos ante el Señor.
Delinquir, etimológicamente, procede del latín delinquĕre, palabra compuesta “de” “completamente” más “linquere“ “dejar”, con lo que literalmente tendríamos el resultado de “dejar sin hacer”. Si llevamos el término un poco más allá, sin forzarlo, obtendremos que quiere decir “no cumplir con el deber”. La iglesia no está cumpliendo su deber como lo ha ordenado su Maestro.
 Es fundamental que todo cristiano sea bien discipulado, que conozca lo que ha de hacer en su paso por este mundo.
Pablo escribe en 1 Timoteo 6:3-4 “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas…”
El proceso de un discipulado en acción:
1.      EVANGELIZAR                        Convertir.
2.      DISCIPULAR                            Alcanzar la madurez espiritual.
3.      CAPACITAR                             Nuevos Obreros.
4.      ENVIAR                                   Nuevos Ministerios.
Distracción a la gran comisión pastoral:
1.      Falta de responsabilidad pastoral. (Hch. 20:28)
2.      Falta de equipamiento de la Iglesia. (Ef. 4:12)
3.      Falta de administración Pastoral. (1 Co. 4:1-2)
4.      Falta de capacidad Pastoral. (1 Ti. 2:15; 4:1-2)
5.      Falta de preparación Pastoral. (1 Ti. 3:2, 6)
6.      Falta de madurez espiritual. (He. 5:11-14; 1 Co. 14:20)
Hacer discípulos es para el fortalecimiento de la iglesia. Sin producir discípulos de Jesús, una congregación no tiene futuro. Los discípulos, conforme aprenden, se van integrando al servicio de Dios en forma eficiente.
 El propósito fundamental de hacer discípulo es para poder evangelizar con mayor eficacia.
La meta del Discipulado
“El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro.” (Lucas 6:40) 

Juan Salgado Rioseco

No hay comentarios:

Dios Santo y el Pecado (Parte VII)

El Servidor de Dios no debe quebrantar la Ley del Eterno y Santo para ser victorioso en la lucha contra el pecado. “ Ahora bien, ¿debe...