Las enseñanzas de los escritores del
Nuevo Testamento en relación con el pecado.
Primero debemos conocer
cuál era el concepto de “pecado” de los escritores del Nuevo Testamento: (1) la
fuente de su conocimiento era las Escrituras (Torá), los escritos de los
Profetas (Nevutim), los Escritos -libros históricos y sapienciales- (Ketuvim),
o sea, las escrituras sagradas hebreas (Tanaj). (2) no se existía el Nuevo
Testamento, sus escritores estaban utilizando el concepto hebreo de “pecado”,
debido a que por etnia ellos eran judíos a excepción de Lucas que era griego.
(3) utilizaron como referencia en la mayoría de los casos la traducción Septuaginta
de los escritos sagrados hebreos. (4) fueron educados bajo la cultura y
costumbre judía, Pablo lo describía así “circuncidado al octavo día, del
pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de pura cepa; en cuanto a la
interpretación de la ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la
iglesia; en cuanto a la justicia que la ley exige, intachable.” (Filp.
3:5-6; Gá 1:14 NVI), educado bajo la dirección del rabino Gamaliel, fariseo,
doctor de la Ley y miembro del Sanedrín (Hch. 22:3). (4) inicialmente la
mayoría de los convertidos del camino eran de procedencia israelitas (judeos y
de la diáspora).
En el primer
siglo el pensamiento con relación con el “pecado” era:
(1) quebrantar la Ley de Dios (Dn. 9:11; Os. 8:1; 1 Jn. 3:4; Stgo. 2:9-10 NVI). (2) que mediante la Ley se cobra conciencia del pecado (Ro. 3:20 NVI). (3) porque aparte de la Ley el pecado está muerto (Ro. 7:8). (4) el poder del pecado es la Ley. (1 Co. 15:56 NVI). (5) porque la paga de quebrar la ley es muerte (Ro. 6:23). (6) todos están bajo la jurisdicción de la Ley de Dios (Ro. 3:19, 9). (7) al cometer pecado, se queda convicto por la ley como transgresor (Stgo 2:9-11).
(1) quebrantar la Ley de Dios (Dn. 9:11; Os. 8:1; 1 Jn. 3:4; Stgo. 2:9-10 NVI). (2) que mediante la Ley se cobra conciencia del pecado (Ro. 3:20 NVI). (3) porque aparte de la Ley el pecado está muerto (Ro. 7:8). (4) el poder del pecado es la Ley. (1 Co. 15:56 NVI). (5) porque la paga de quebrar la ley es muerte (Ro. 6:23). (6) todos están bajo la jurisdicción de la Ley de Dios (Ro. 3:19, 9). (7) al cometer pecado, se queda convicto por la ley como transgresor (Stgo 2:9-11).
Para los
escritores del N.T. la Ley: (1) bendice (Dt. 11:26). (2) maldice (Dt. 11:26;
Gá. 3:10). (3) define el pecado (Ro. 3:20). Cuando el Mesías dijo “yo soy el
camino, la verdad y la vida…” (Jn. 14:6) para los judíos que lo escucharon
entendieron, de acuerdo con su cultura y conocimiento, “Yo soy la Toráh
viviente”, así lo explica el apóstol Juan al inicio de su evangelio (Jn. 1:1,
14); debido a que Él es el camino de santidad (Is. 35:8-9), nos ha rescatado de
la maldición de la ley, al hacerse maldición por nosotros… (Gá. 3:13), para que
la bendición de Abraham fuera sobre los gentiles… (Gá. 3:14), si no fuera por
la ley, no nos habríamos dado cuenta de lo que es el pecado… (Ro. 7:7 NVI).
Podemos distinguir diversas formas de
pecar que visualizaban los escritores del N.T.: (1) intrusión de la voluntad
humana en la esfera de la autoridad divina (Ef. 2:1). (2) errar el blanco (Ro.
3:23). (3) infringir la Ley de Dios o sus mandamientos (1 Jn. 3:4). (4) desobediencia
(He. 2:2; Lc. 8:18). (5) transgresión y defección (Ro. 4:15; 11:12). (6) impiedad
(Ro. 1:18, 2 Ti.2:16). (7) pecados cometidos por descuido o ignorancia (He. 9:7).
(8) desorden o anarquía espiritual (1 Ti. 1:9,10). (9) incredulidad (Jn. 16:9),
entre otros.
Para comprender los conceptos que tenían los
israelitas en relación al “pecado” leer http://juasari.blogspot.com/2020/06/dios-santo-y-el-pecado-parte-ii.html
Consecuencias del pecado en Nuevo
Testamento.
Una
actitud continua, habitual al pecado, prueba que es una persona que no ha sido
regenerada en la sangre de Jesucristo y nunca ha dejado ser ciudadana del reino
de las tinieblas.
Las Sagradas Escrituras describen los efectos del pecado
en las personas que perduran en seguir en una vida de pecado: continua
separación en la relación con el Creador, no tener abolido el decreto de
condenación, consecuencias desastrosas para sus vidas ya sea en este siglo o el
siglo venidero.
Los efectos del pecado en la vida de la Humanidad en
general o en el ser humano en lo individual, tanto en su vida natural como
espiritual: (1) trae juicio y castigo eterno Mt. 25:46). (2) trae falta de
esperanza (Ef. 2:12). (3) esclaviza (Ro.
6:17; 7:6). (4) causa ceguera espiritual
(2 Co. 4:4). (5) causa muerte espiritual (Ef. 2:1). (6) corrompe (Tito 1:15). (7) condenación (Stgo. 5:12). (8) todos están
bajo el poder del pecado (Ro. 3:9). (9) todos están bajo maldición (Gá 3:10).
(10) el pecador es extraño a las cosas divinas (1 Co. 2:14). (11) el corazón del
ser humano es engañoso y malvado (Jer. 17:9). (12) la naturaleza mental y moral
es corrupta (Ro. 1:19-31). (13) la mente carnal es enemistad con Dios (Ro. 8:7,
8). (14) es controlado por el príncipe de la potestad del aire (Ef. 2:2). (15) está
muerto en transgresiones y pecados (Ef. 2:1). (16) son hijos de la ira (Ef. 2:3).
Un creyente no puede persistir en el pecado, porque
con su actitud negaría el propósito por lo cual Jesucristo vino a la tierra;
persistir en pecado es negar aquel que lo llamo de las tinieblas a la luz
admirable. Uno que ha nacido de nuevo, no hace pecado; la razón es que la
simiente de Dios permanece en Él.
“Todo el que peca viola
la ley de Dios, porque todo pecado va en contra de la ley de Dios. Y ustedes
saben que Jesús vino para quitar nuestros pecados, y en él no hay pecado. Todo
el que siga viviendo en él no pecará; pero todo el que sigue pecando no lo
conoce ni entiende quién es él. Queridos hijos, no dejen que nadie los engañe
acerca de lo siguiente: cuando una persona hace lo correcto, demuestra que es
justa, así como Cristo es justo. Sin embargo, cuando alguien sigue pecando,
demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio. Pero el
Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo. Los que han nacido en la
familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de
Dios está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios.
Por lo tanto, podemos identificar quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos
del diablo. Todo el que no se conduce con rectitud y no ama a los creyentes no
pertenece a Dios.” (1 Jn. 3:4-10 NTV Parafraseada).
El apóstol Juan
escribió que los creyentes que pecan habitualmente. (1 Jn. 1:8-10), cree que un
creyente puede pecar (1 Juan 2:1), puede que sea producto de la ignorancia o la
ceguera hacia Dios (1 Jn. 3:6), Pablo escribe que el ser humano en esta
condiciones aún y actúan con criterio puramente humanos (1 Co. 3:3), en tal
hecho se está comportando como hijo del diablo (1 Jn 3:8, 10), debido que en
Cristo no hay pecado (1 Jn. 3:5; 1:7) y se manifestó para quitar los pecados
del ser humano.
El apóstol Juan,
desarrolla su enseñanza resaltando que los creyentes son hijos de Dios a través
de Jesucristo, señala las condiciones para vivir como Hijos de Dios, enfatiza
la importancia de continuar en Cristo, haciendo lo que es correcto y
purificándose a sí mismo en anticipación a su venida. El que desea vivir como
hijo de Dios debe renunciar o abstener toda clase de pecado.
Las enseñanzas de
los escritores del Nuevo Testamento están basadas en la fuente primigenia que
son las Escrituras Hebreas, por ende, las enseñanzas doctrinales, entre ellas el
pecado, deben ser tratada bajo el prisma de las creencias judías de los tiempos
cuando fueron escritos los Libros del Nuevo Testamento, influenciadas por la fuente transmisora griega koiné de la traducción Septuaginta, a la vez, debemos limitar las influencias filosóficas platónicas griegas y de las
religiones de misterios que se adosaron a las enseñanzas cristianas, en el
especial en el occidente, a lo largo de los siglos.
Juan Salgado Rioseco.