viernes, 15 de diciembre de 2017

Evangelio de la Gracia de Dios.


Lectura Bíblica Hechos 20:24.
El doctor griego Lucas escribió “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabé mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.”  (Hechos 20:24 RV60) 
El profeta Isaías escribió “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae buenas noticias, buenas noticias de paz y de salvación, las noticias de que el Dios de Israel reina!”  (Isaías 52:7 NTV)
Sabemos que la palabra griega – judeo koiné “evangelio”, significa “buenas noticias” “buenas nuevas”.
“Gracia” es la palabra que se usa con más frecuencia en las versiones modernas de la Biblia para traducir la palabra griega “charis”, no hay un equivalente exacto en el idioma en español. “Charis” significa “lo que causa gozo, placer, gratificación, favor [y] aceptación, por una amabilidad que se recibe o se desea . . . [y] un favor que se hace sin esperar nada a cambio; la expresión absolutamente libre del amoroso cuidado de Dios por la humanidad, en la bondad y benevolencia del Dador” (Diccionario analítico completo de las palabras del Nuevo Testamento”, 1993, p. 1469). Gracia, bondad, misericordia estimación, favor, bendición, regalo, gracias. A.T. (Diccionario Tuggy), Lo que uno da a otro; Lo que uno recibe de otro. En el sentido de gracia o favor divino, usado al principio y al fin de las Epístolas; Gracias, gratitud.
Por consiguiente, el “Evangelio de la Gracia de Dios”, son las buenas nuevas o noticias del favor de Dios hacia todo aquel que acepta a Jesús como su Salvador. Porque “la gracia de Dios” ha sido revelada, la que trae salvación a toda la humanidad; la noticia es “por gracia somos salvos por medio de la fe y esto no de nosotros, sino que es una dadiva de Dios”.
Los elementos básicos del mensaje del “Evangelio de la Gracia de Dios”:
1.       La buena noticia procede de Dios. “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”. (Stgo. 1:17-18).
2.       Dios nos salvó por su gracia cuando creímos, no teniendo ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. (Ef. 2:8). 
3.       El regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor. (Ro. 6:23).
4.       La gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo. (Jn. 1:17). 
5.       La buena nueva es que, a través de su gracia, Dios:
a.       nos llama. (Gá. 1:15). 
b.    nos salva por medio de la fe. (Ef. 2:8).
c.      nos regenera. (Tit. 3:5).
d.       nos justifica. (Ro. 3:24).
e.       nos santifica. (He. 13:20-21).
f.       nos preserva (1 Pe. 1:3-5).
6.       De la abundancia de Dios, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra. (Jn. 1:16).
7.       Por medio de Jesucristo hemos obtenido derecho de entrada a esta gracia en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. (Ro.5:2). 

A través del “Evangelio de la gracia” tenemos acceso a las inescrutables riquezas de Cristo; somos participantes de la promesa de los pactos de Dios con Israel y miembros de la familia de Dios. Por el “Evangelio de la gracia” somos copartícipes y coherederos de la promesa de los pactos hechos a los padres, que incluyen la herencia del mundo venidero y del Reino de Cristo. 
Juan Salgado Rioseco

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Yahweh (Dios): su voluntad.

(Parte I)

Pablo, el judío helénico, escribió a los romanos “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.(Romanos 12:2).
El Señor Jesucristo, dijo de si mismo:  Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo sólo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad sino cumplir la voluntad del que me envió. (Juan 5:30).
“Entonces dije: ‘Aquí estoy, tal como está escrito de mí en el libro, para hacer tu voluntad, oh Dios.’” (Hebreos 10:7). 
La voluntad de Yahweh, está muy ligada o coincide con el designio de Dios, el apóstol de los gentiles escribió: “Dios quiere que todos los hombres se salven”. (1Ti. 2:4).
La voluntad de Yahweh, es el atributo por el que Dios aprueba y determina toda acción necesaria para la existencia y actividad de sí mismo y de toda la creación; las Escrituras enseñan formas para discernir la voluntad de Yahweh, las cuales debemos tener presente en los momentos en que se nos presentan situaciones que nos confirman si estamos dentro de ella; la importancia de la voluntad de Dios se hace visible de múltiples modos en la Escritura.
El Nuevo Testamento fue originalmente escrito en el idioma griego Koine, donde encontramos dos condiciones usadas para la palabra "voluntad" en la referencia a la voluntad de Yahweh.
La Etimología de la palabra “voluntad de Yahweh”:
a.  "boulema", qué se refiere a la soberana voluntad de Yahweh. Éste es Su plan predeterminado para todo lo que pasa en el universo y se cumple sin tener en cuenta decisiones hechas por el hombre. (Ro. 9:19; 11:33-36; Hch. 2:23).
b.  “thelema”, se refiere a su plan individual, para cada hombre o mujer. Para cumplir su voluntad, Yahweh requiere la aceptación o disposición del hombre. (Col. 4:12; He. 10:7; Ef. 5:17; 6.6; Col. 1:9; 4:12).
Otro tipo de la voluntad de Yahweh es la "moral", los mandamientos revelados, en su Palabra escrita, que enseña cómo los creyentes deben vivir. (2 Co. 6:14; Ro. 2:18; 1 Ts. 5:18).
¿Por qué es esencial conocer la voluntad de Yahweh? El salmista escribió: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” (Sal 143:10). Es imprescindible que el que se considera servidor de Dios sea conocedor de la voluntad de Yahweh, para poder discernir entre lo recto y lo incorrecto delante de la presencia de Altísimo; esta actitud de aprendizaje traerá consigo de cuidar nuestro comportamiento, no vivir neciamente, sino con sabiduría; aprovechar toda oportunidad para hacer el bien; no actuar insensatamente; procurando en todo momento entender cuál es la voluntad del Señor. (Ef. 5:15-17, paráfrasis): entonces nos podremos considerar “siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios;” (Ef. 6:6).
La voluntad de Yahweh, “es buena, agradable y perfecta”. (Ro. 12:2). Para entender y aceptar lo que Él quiere para nosotros, su voluntad está reservada para quienes han confiado en Cristo para la salvación; para todo lo que suceda salga de acuerdo con su voluntad. (Ef 1:11); Nabucodonosor dijo: “Y todos los habitantes de la tierra son considerados como nada, más El actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra; nadie puede detener su mano, ni decirle: "¿Qué has hecho?"” (Dn. 4:35, LBLA); debido a que todas las cosas fueron creadas por la voluntad de Dios. (Ap. 4:11). 

El deseo de yahweh: es que todos los que creen en su Hijo, este los resucite en el día final (Jn. 6:40); es que seamos santos y nos apartemos de todo pecado sexual (1 Ts. 4:3); seamos agradecidos en toda circunstancia (1 Ts. 5:18); que no imitamos las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien que dejamos que Èl nos transforme en personas nuevas al cambiar nuestra manera de pensar; así podremos entender y aceptar lo que Dios quiere para nosotros y también lo que es bueno perfecto y agradable a El. (Ro. 12:2. parafraseado).
La soberana voluntad de Yahweh, (que tiene el máximo poder o autoridad sobre algo.); está presente en la creación y la preservación de la naturaleza (Sal.135:6; Jer. 18:6; Ap. 4:11); en los gobiernos humanos (Ap. 21:1; Dn. 4:35); en la elección y la reprobación de los seres humanos (Ro. 9:15, 16; Ef. 1:11); en los sufrimientos de Cristo (Mt. 26:42; Lc. 22:42¸ Hch. 2:23); en la regeneración (Stgo. 1:18); en la santificación (Fil. 2:13); en los sufrimientos de los creyentes (1 Pe. 3:17); en la vida de los hombres y su fin (Hch. 18:21); hasta las cosas más pequeñas de la vida (Mt. 10:29).
El término designio es aquel que se utiliza para hacer referencia a la idea de un plan, un proyecto que es llevado a cabo por alguien de manera intencionada o buscada. Dios tiene designios: que todos los hombres sean salvos. (1 Ti. 2:3-4); que vengan al conocimiento de la verdad (Jer. 29:11); sabemos que Dios ordena todas las cosas para bien de los que le aman, de los que han sido elegidos según su designio (Ro. 8:28 SB-MN); a veces el sufrimiento está conforme la voluntad de Yahweh (1 Pe. 3:17; 4:19).
La salvación del hombre es por la voluntad de Yahweh: solo entraran aquellos que hacen la voluntad del Padre (Mt. 7:21); el que está dispuesto a vivir el resto de su vida según la voluntad de Yahweh y no según los deseos humanos (1 Pe. 4:2); se evidencia en que fue el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos (He. 10:10).
 El gobierno humano existe en conformidad con la voluntad de Yahweh: la sentencia al rey Nabucodonosor de Babilonia, deja entre ver la injerencia de la voluntad de Yahweh en los gobiernos terrenales (Dn. 4:31-36); a veces para que cumplan sus designios que ha determinado previamente (Hch 4:28); cambia los tiempos y las épocas, quita y pone reyes, da sabiduría a los sabios e inteligencia a los expertos (Dn. 2:21); no hay autoridad que no venga de Dios. (Ro 13:1).
El apóstol Juan escribió: “Y el mundo pasa, y sus deseos; El que hace la voluntad de Yahweh permanece para siempre”. (1 Jn 2:17).
Conocer la voluntad de Yahweh es esencial, pero es más importante cumplirla, conforme a lo establecido en las Escrituras. Jesús nos enseña en la oración, que debemos pedir en nuestra oración permanentemente a Dios que “hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.”  (Mt. 6:10).  La conformidad con la voluntad Yahweh es una Virtud cristiana; Jesús dijo: “Pues cualquiera que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.” (Mr. 3:35). 

Juan Salgado Rioseco

Dios Santo y el Pecado (Parte VII)

El Servidor de Dios no debe quebrantar la Ley del Eterno y Santo para ser victorioso en la lucha contra el pecado. “ Ahora bien, ¿debe...