jueves, 27 de octubre de 2016

PASTORES: ética ministerial (Parte I)


Ética

Se define como:
            “la ciencia que expone el fundamento de la moralidad en las acciones humanas”,
            “que determina el principio y reglas de la conducta de la vida”.

La ética cristiana:
            "es la ciencia de la conducta humana, tal como está determinada por la conducta de Dios".

Ética Ministerial:

Es el conjunto de normas escriturales que rigen a los ministros cristianos tanto en la esfera de las motivaciones como en la de sus acciones y que determinan su conducta en relación con Dios, la sociedad, su familia, su iglesia, la denominación a la que pertenece y las instituciones cristianas.

¿Qué es Ética cristiana?

Cuando hablamos de ética cristiana, estamos pensando en la conducta que debe mantener el cristiano en todo momento y en toda circunstancia.

 El apóstol Pedro escribe: "Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo" (1 Pe. 1:14-16).

La ética cristiana nos desafía a mejorar nuestra manera de vivir, porque demanda que vivamos según las normas de santidad que Cristo vivió.

El apóstol Juan escribe: "El que dice que permanece en él debe andar como él anduvo" (1 Jn. 2:6).

La ética cristiana sólo puede vivirla plenamente el cristiano, ya que solo él puede alcanzar ese nivel de conducta como resultado del poder del Espíritu Santo obrando en su vida.

En Romanos 8:5-6, el apóstol Pablo nos explica: "Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, (piensan) en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz".

Áreas de la ética ministerial

"Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto." Mt. 5:48.
  • CARÁCTER.

 El carácter refleja lo que somos y, en gran parte, cómo somos y cómo nos relacionamos con los demás.
            
(Gá. 5:22, 23: "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”)
            
Nuestro carácter debe ser santo para reflejar a Cristo en nuestra vida, siendo como él.

  • CONDUCTA

En Efesios 4:17, 20-32 el apóstol Pablo explica que la conducta del cristiano es distinta de la que observaba cuando no lo era.
           
Por su parte, Juan escribe: "El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Jn.2:6).
            
Esta nueva manera de vivir es el resultado de tener a Cristo como Señor y Salvador. Él nos regenera, renueva y nos da una naturaleza espiritual que ya no responde a Satanás, ni a su naturaleza pecaminosa, sino a Dios.

  • TESTIMONIO

Mt. 5:27-29: "Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno."; 15:19: "Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias."
            
El Señor Jesús hace responsables a los hombres no sólo de sus acciones sino también de sus deseos pecaminosos y de las motivaciones que los inspiran.
           
La moralidad tiene relación también con las motivaciones e intenciones que impulsan las acciones, por lo cual también éstas deben ser santificadas por el Señor.
Si el corazón del cristiano es santo y puro, sus acciones y las motivaciones e intenciones que las inspiran lo serán.

Juan Salgado Rioseco.

Dios Santo y el Pecado (Parte VII)

El Servidor de Dios no debe quebrantar la Ley del Eterno y Santo para ser victorioso en la lucha contra el pecado. “ Ahora bien, ¿debe...