Cimiento es "principio y raíz de algo", el
génesis o cimentación de la Iglesia de Dios se encuentra en Jesucristo; la
palabra fundamento, su origen etimológico se encuentra en el latín, conjunto de
principios iniciales a partir de los que se elabora, establece o se crea, Jesús
dijo: "si me amáis, guardar mis mandamientos" (Juan 14:15).
La gran declaración de Jesús de Nazaret: “Yo también
te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas
del Hades no prevalecerán contra ella.” (Mateo 16:18).
La profunda y más esencial declaración del Maestro, se
encuentra en este texto bíblico; es una declaración radical para su tiempo, a
eso, le adicionamos el contexto del judaísmo de la época de Jesús, nos
encontraremos con que las palabras del Maestro con llevaron a una de las
osadías religiosas revolucionarias que provocarían los cambios sociales,
políticos y religiosos, en algunas circunstancias o épocas dramáticos, que han influenciados durante veintiún siglos
la vida de los seres humanos de todo el orbe.
No entraremos en el análisis exegético de la pericopa
en cuestión, se han escrito volúmenes al respecto; nos circunscribiremos a la naturaleza
misma de la iglesia, trataremos de buscar en la Palabra de Dios su real
principio, unción, poder, virtud y las armas con que fue dotada para cumplir su
propósito y alcanzar la meta propuesta por la deidad.
El lugar geográfico donde se pronunciaron estas
palabras fue en Cesárea de Filipos, (Mateo 16:13), era una ciudad literalmente
edificada sobre una roca. Jesús preguntó “¿Quién dicen los hombres que es el
Hijo del Hombre?”, ante la respuesta de Pedro “Tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios viviente.” (v.16), Jesús declara “Bienaventurado eres, Simón, hijo de
Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos.” (v. 17), nos encontramos, en la respuesta de Pedro, una revelación de
Dios mismo; en esta aseveración se encuentra el fundamento de toda la obra de
Dios, que teniendo su génesis en la cruz de Cristo y abarca hasta la
consumación de los siglos.
Una revelación que marca la partida de una nueva
relación con Dios, teniendo como principal gestor al Hijo del Dios viviente,
como cabeza de este pueblo que va hacer injertado en el olivo de Israel (Ro.11:16-18,24).
Por lo tanto, nos es a través de filosofías o razonamientos escolásticos, no se
basa en interpretaciones bíblicas racionales, en doctrinas eruditas o en la
comprensión teológica de Cristo, sino en una revelación interior que produce
Dios en el corazón del ser humano. Es por eso, que los cristianos precisamos
que es Dios quien obra en el interior de nosotros tanto en el querer como el
hacer (Fil.2:13). Consecuencia de este accionar: somos unidos a la familia de
Abraham y participamos de los pactos y las promesas que desembocan en Cristo.
La incipiente comunidad mesiánica de Jesús de Nazaret es
edificada teniendo como cimiento al pueblo primigenio de la fe: Israel. Sin
embargo, esta edificación se ha realizado de acuerdo a lo que Jesucristo ha
establecido para ella, aunque siempre vinculada a la primera asamblea de Dios (Ro.11:25-26).
Pablo, el apóstol de los gentiles escribe
en la carta a los Efesios en el cap. 2:14-16, "Porque él (Jesucristo) es nuestra paz, que de
ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo
en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo
la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo,
matando en ella las enemistades."
¿Que
es "pared intermedia de separación, enemistades, la Ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas?
De
acuerdo a la tradicional interpretación cristiana se refiere a la Ley de
Moisés. Sin embargo el apóstol Pablo en este párrafo bíblico no se refiere a la
Torah escrita o Ley de Moisés en forma específica, sino a la Torah oral (esta
colección llamada Mishna, fue redactada sucesivamente entre los año 383 y 3980
de la era hebrea), son las interpretaciones rabínicas dadas en el transcurso de
los tiempos, muchas de las cuales no vienen de Dios, sino de una interpretación
especifica dada por una escuela rabínica especifica, en un momento especifico. Jesús
habló de esto cuando dijo en Marcos 7:9
"Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para
guardar vuestra tradición.", o como está escrito en el evangelio de Marcos
7:13 "invalidando la palabra de
Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis
semejantes a estas." así también lo dejo registrado el evangelista griego
Lucas en Lucas 11: 46. :"Y él dijo: !!Ay de vosotros también, intérpretes
de la ley! porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero
vosotros ni aun con un dedo las tocáis." La pared intermedia de separación
la derribo Jesucristo, abolió las enemistades y la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas (los mandamientos de los mandamientos).
Aun mas, el Apóstol Pablo, en Colosenses 2:3-15
escribe: "Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión
de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los
pecados, anulando el acta de los
decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en
medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.".
Pablo está hablando de una serie de tradiciones que se fueron levantando
alrededor de la Torah escrita, que fueron mandamientos de los mandamientos que hacían
difíciles a los gentiles poder vivir dentro del Pacto Abrahamico, pero Cristo
la anulo, clavándola en la cruz para que su iglesia entrara en plenitud al
Reino de los cielos..
Hemos escrito que genealógicamente la Iglesia de Dios
en Cristo Jesús está injertada en el olivo de Israel, por el sacrificio de
Jesucristo en la cruz. (Ro. 11:16-19). En este pasaje bíblico, los patriarcas
representan el primer pedazo de masa y la raíz, y han dejado a sus descendientes
(toda la masa y las ramas) un legado de completa espiritualidad, unida en forma
indisoluble a Dios por lo que Él hizo por Israel, como consecuencia de esas
acciones, la Iglesia de Cristo Jesús es la continuadora de la obra de Dios,
ahora no a un pueblo especifico, sino a todos los seres humanos dando
cumplimiento al pacto que hizo con Abraham (Gn. 12:1-3).
La cimentación de la iglesia la coloca Pablo en la carta a los Efesios
2:19-22, "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre
el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va
creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu." Este párrafo pone
en manifiesto que la Iglesia de Dios en Cristo Jesús tiene un cimiento firme,
el cual fue establecido por Cristo y los apóstoles, con la promesa de que "las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella." (Mateo 16:18).
Los apóstoles fueron enseñados por el Maestro por un
periodo de aproximadamente tres años,testigos de la resurrección de Cristo,
hecho transcendental en sus vidas, transmisores como testigos directos de los
que aprendieron, vieron y fueron testigos, Pablo en 1 Corintios 2:13 escribió
" Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que
proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también
hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que
enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual."
Desde el génesis de la iglesia de Dios en Cristo Jesús
se sometió a lo establecido por Jesucristo y transmitido por los apóstoles a
través de enseñanzas, ordenanzas y acuerdos aceptados por la iglesia y sus
líderes en Jerusalén; el mismo apóstol de los gentiles se sometió a este
devenir inicial de la Iglesia (Hechos 16:4) "Y al pasar por las ciudades,
les entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los ancianos
que estaban en Jerusalén, para que las guardasen."
Los apóstoles, orientaron su accionar, a dar una
constitución espiritual solida a los creyentes y establecer una estructura para
recibir a los que iban hacer agregados a las noveles comunidades; sus
enseñanzas fueron las normas de la doctrina y la práctica en las Iglesias de
los primeros siglos (Hechos 2:42) "Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones." preceptos u
ordenanzas por los cuales se edificaron las Iglesias locales.
La obligación de la iglesia es seguir
sobreedificándose sobre este fundamento, no olvidando que la principal piedra
del ángulo Jesucristo mismo (Efesios 2:20). El apóstol Juan escribió en su
primera carta en el cap. 5:3, "Porque este es el amor de Dios: que
guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos."
Pablo escribe en su carta a los Filipenses "Hermanos,
yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que,
todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto
también os lo revelará Dios." (3:13-15).
La iglesia tiene una meta establecida por Jesucristo,
alcanzar la perfección, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13), y un lugar
preparado por el mismo Jesús, Él dijo: "En la casa de mi Padre muchas
moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar
lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os
tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a
dónde voy, y sabéis el camino." (Juan 14:2-4), para ser una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante. (Efesios 5:27).
Juan Salgado Rioseco