Comisionar significa: autorizar, nombrar, encargar, investir, enviar y
confiar en una comisión. La comisión fue dada directamente a los apóstoles por
nuestro Maestro Jesús, lo que posteriormente proseguida por los Padres de la
Iglesia y todos aquellos que perseveraban en la doctrina de los apóstoles.
La gran comisión mandada por Jesus significa mucho mas que evangelizar,
el evangelismo es solamente el principio de la tarea, los convertidos deben ser
discipulados, las iglesias deben ser plantadas, los ancianos deben ser ordenados,
los santos deben ser perfeccionados, la obra empieza antes que el evangelismo
tome lugar.
El trabajo del Cuerpo de Cristo es vasto, sin embargo tiene una misión prioritaria
la que fue dada directamente por su “cabeza”, la que debe ser cumplida
estrictamente, si la omitimos dentro de nuestras actividades eclesiásticas,
simplemente estamos delinquiendo ante la presencia de Dios, por no amar los
mandamientos de su Hijo amado en el cual Él tiene complacencia.
El mandato de Jesucristo:
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.
Marcos 16:15
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado;…”
Mateo 28:19-20
Mateo 28:19-20
El ejemplo de Jesucristo:
«Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he
hecho, vosotros también hagáis».
Juan 13:15.
De la Comisión pastoral emanan dos mandatos que el
Cuerpo de Cristo debe cumplir: Predicar el Evangelio y Haced discípulos. Estos
dos mandatos son lo que se denomina la MISION
DE LA IGLESIA
¿Cómo la Iglesia cumple esta Misión?: Predicad el
Evangelio y Haced Discípulo
Lo que significa el término: “Evangelio”.
La palabra evangelio en castellano, proviene del
latín, evangelĭum, y que a su vez se origina del vocablo griego,
evangelion (εὐαγγέλιον), que significa buenas nuevas. De igual forma la
palabra reino, simplemente significa “gobierno”. Por tanto; es
correcto decir que Cristo predicó “las buenas nuevas del gobierno de Dios”.
Al inicio del Evangelio
Juan el Bautista predicó el mensaje del Reino.
“En aquellos
días Juan el Bautista vino predicando en el desierto de Judea, y diciendo,”
Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca. “(Mateo 3:1,2).
Jesús predicó el mensaje del Reino.
A partir de ese momento Jesús comenzó a predicar y
a decir: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca.” (Mateo 4:17).
Y recorrió Jesús
toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio
del reino,… (Mateo 4:23)
El Evangelio es “Cristocentrico”
La predicación del evangelio está centrada en la
persona de Jesucristo. Dios ordena a todos los hombres que crean en el Señor
Jesús.
El Señor resume este mandamiento cuando declara:
“Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado” (Juan 6:29).
Igualmente, el apóstol Pablo declara: “Cree en el
Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. Hechos 16:31.
El Señor muestra el lugar central que mantiene la
fe cuando dice: “De cierto, de cierto
os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.” (Juan 6:47). Resume la situación en una palabra:” El que cree en el
Hijo tiene vida eterna;
pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios
está sobre él.” (Juan 3:36).
El Señor Jesucristo explica claramente por qué él
es así: “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta
es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las
tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.” (Juan 3:18-19).
La comisión de Jesús con respecto a la Predicación
Lucas registró que Jesucristo comisionó a sus
discípulos a predicar el mensaje del reino:
“Habiendo reunido a sus doce discípulos…Y los envió
a predicar el reino de Dios” (Lc. 9:1-2).
Poco después, Él envió a otros setenta a predicar,
llevando también el mismo mensaje del “reino de Dios” (Lc. 10:1, 9).
Jesús llamó a los hombres a predicar el reino
“Jesús le
dijo: ‘Dejen que los muertos entierren a sus propios muertos, y tu ve y predica
el reino de Dios” (Lucas 9:60).
Jesús puso tiempo a la predicación: “Y será
predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas
las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mt. 24:14)
¿Qué es un Discípulo?
• Un discípulo es aquella persona que aprende alguna
enseñanza o doctrina de un maestro.
• En otras palabras; un discípulo es alguien que se coloca
en una actitud de aprender algo de otra persona.
• Además es un partidario de su maestro; es aquel que
aplica y propaga las enseñanzas de su maestro; de ahí que se les mencione como
imitadores de su maestro (Jn 8.31; 15.8.).
Hacer discípulos.
Es dar cumplimiento a uno de los mandatos de la
comisión pastoral, es llevar a una persona a un cambio de conducta que refleje
la integración de los valores cristianos en la vida cotidiana y la integración
a la iglesia como un verdadero adorador y crecer en lo personal en beneficio de
la comunidad al cual está integrado; es capacitarlo en el servicio a Dios para
poder enviarlo a ejercer el ministerio con los medios necesarios para que actué
con idoneidad y eficacia en la labor encomendada.
¿Qué debemos discipular?
Jesús ordeno: “enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado;…” Mateo 28:20
La palabra enseñándoles, se tradujo del
griego “didasco” que significa
instruir y enseñar sistemáticamente.
La palabra guardar, en este versículo, se traduce
del griego “tereo” que tiene, entre otros significados, el de obedecer. También la palabra “tereo” significa “conservar” y tiene la
connotación de permanecer en la práctica de una enseñanza.
La ordenanza de Jesús: Él dice “vayan y hagan
discípulos, enseñándoles sistemáticamente a permanecer, a conservarse firmes en
la observancia de los mandamientos establecidos por Dios”.
El mandato de Jesús es preciso, no tan solo
“Predicad”, sino “Haced discípulos “, es el deber tanto individual como colectivo,
cuando no lo cumplimos delinquimos ante el Señor.
Delinquir,
etimológicamente, procede del latín “delinquĕre” , palabra compuesta de “de” que significa “completamente”
más “linquere” “ dejar”, con lo que
literalmente tendríamos el resultado de “dejar sin hacer”. Si llevamos el
término un poco más allá, sin forzarlo, obtendremos que quiera decir “no
cumplir con el deber”. La iglesia debería asumir lo que ha ordenado su Maestro.
Es fundamental que todo cristiano sea bien
discipulado, que conozca lo que ha de hacer en el tránsito por esta vida.
Pablo escribe en 1 Timoteo 6:3-4 “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las
sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a
la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y
contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias,
malas sospechas…”
Hacer discípulos es fundamental en el fortalecimiento de la iglesia. Sin producir
discípulos de Jesús, una congregación no tiene futuro. Los discípulos,
conforme aprenden, se van integrando al servicio de Dios.
El propósito fundamental de hacer discípulos es
poder evangelizar con mayor eficacia. Los métodos que se utilizan en un
discipulado es la enseñanza sistemática, la cual llamamos “sana doctrina”, la
enseñanza de las cosas o hechos relacionados con Dios; o el estudio y conjunto
de conocimientos acerca de la divinidad: Esto es Teología.
Juan Salgado Rioseco